Se estacionó frente a un restaurante, apagando el motor y sacando las llaves justo para dar un vistazo rápido hacia ella y sonreír por la expresión desconfiada que tenía hacia el lugar.
—¿Todo bien?. —preguntó, tocó su brazo y ella se exaltó al sentirlo, no era el primer contacto físico con un hombre, pero su trabajo le hacía repeler cualquier toque.— Oh vaya, lo siento si te asusté, solo quería saber si pensabas bajar o quedarte aquí. —bromeó con insistencia, quería que ella comenzará a confiar en él. ¿Todo iba muy rápido? Tal ves, pero era una cosa que a Jimin le importaba tan poco, él no había dado indicios de querer dañarle, y su votó de desconfianza lo perturbaba.
—Si, es solo que no sé... No había venido a un lugar así...
—¿No sales con frecuencia? Por lo regular una chica suele salir a divertirse, yo que sé, pero no me imaginé que fueras tan sumisa.
—¿Me conoces siquiera?. —su boca se torció con disgusto y haló de la manija para abrir la puerta y por fin salir. Inhaló profundo para controlarse y miró por detrás siguiendo con la mirada al chico que se apresuraba a llegar a su lado.— Tu tiempo se está agotando.
—No me diste mucho, no creo que vayas a morir por unas cuantas horas extras. —añadió marcando su punto principal, ¿media hora? A él nadie le ponía tiempo para compartir con una chica.
—¡Me mentiste!. —gritó a su espalda cuando lo vio caminar directo al restaurante, confiado en que ella le seguiría, después de todo, había llegado en su coche.— ¡Detente!. —ordenó pero Jimin alzó su mano haciendo señas para seguirlo, y eso la irritó aun mas, ¿acaso la estaba tratando como una prisionera?.— ¡JIMIN!.
—¡Oh rayos que te cuesta callar y seguirme!. —vociferó cabreado al escucharla quejarse. Solo quería una noche en calma con su acompañante, no era de buenos tratos con nadie, pero allí estaba él, retrocediendo para tomar su mano y guiarla al interior. ___________________ no agregó mas leña al fuego y se mantuvo en silencio, mirando donde sus manos se unían y sostenían con fuerza. Que tipo mas atrevido y confiado.— Siéntate aquí.
La empujó suavemente sobre el asiento situado en el rincón y se sentó junto a ella impidiéndole alguna facultad para escapar. _______________ mordió su labio nerviosa y lo miró queriendo exigirle un cambio de lugar, él estaba tan cerca, sus piernas rozaban y podía sentirlo estrechándose contra ella.
—Jimin, ¿no hay otro sitio para cenar? Esto está muy.. Privado. —musitó mirando mas allá de su mesa, donde otras lucían inhabitadas y disponibles para ellos.
—Esta es mi mesa, siempre me he sentado en este lugar. Solo come y luego te llevaré a casa. —la mesera llegó entregándoles las cartillas y él rechazó de inmediato.— Tráeme lo de siempre, y de preferencia que sea rápido, hermosura.
La chica rubia se sonrojó asintiendo con amabilidad antes de dirigir su mirada hacia la acompañante distraída en el menú, __________________ era consciente de las miradas puestas sobre ella y se encogió en su lugar tragando con dificultad hasta que se decidió por algo ligero.
La mujer se marchó meneando sus caderas dirigiendo unas cuantas miradas coquetas hacia Jimin, quién al parecer no apartaba la mirada de su trasero sin el menor pudor estando en compañía de otra mujer. ________________ se sintió aun mas pequeña en su sitio, quería reclamarle el por qué la había traído si iba a mirar a otras chicas, no le molestaba en lo absoluto debido a celos, simplemente ese tipo de actos masculinos le hacían incomodarse.
—Ahhhh no me canso de este lugar. —rió posando su mirada hacia ella, recordando que aun tenía alguien a quién quitarle el aliento, si es que eso se podía con tremenda mujer complicada y muy poco cooperadora.— ¿Por que has pedido solo ensalada y un insulto de trozo de carne? Había mas en el menú, yo voy a pagar después de todo, pudiste pedir algo que te alimentara, ¿o eres de las chicas de pocas calorías para ingerir?.
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DANGER SEX [+18]
Fanfic"DANGER SEX" [SEXO PELIGROSO] SINOPSIS La mafia no era mas que uno de sus entretenimientos del día, vive como el típico hombre matón que tenía su vida llena de fiestas, alcohol y hambriento cada noche de sexo. Nadie debía cruzarse en su camino, o s...