"Nunca se termina de conocer a alguien lo suficiente"
–¿Quién rayos eres tú?– Pregunta Madara, embelesado con la belleza de aquella mujer pelirosada.
Y es que la cercanía de aquellos hasta ahora "extraños" era casi nula con Madara tan cerca del rostro de la joven de ojos esmeralda. Dejándose envolver por tan nívea piel que cree recordar. Tocando y acariciando aquel rostro, siendo, desde hace años, delicado. Por que quiere saber de ella. Por que a sus ojos es bellísima y cree haberla visto antes. Un dilema se comienza a crear en sus memorias, él no podría olvidar a una mujer tan bella como lo es aquella desconocida de la cual no sabe ni el nombre y ya se ha dedicado a acariciar.
—Mi nombre es Sakura.
—Es un nombre perfecto— Murmura Madara, mirando esa exótica combinación entre su cabello color cerezos y sus ojos tan libres cómo la naturaleza misma.
—¿Cuál es el suyo?—
¿Cómo decir que ella se siente tan hipnotizada por sus caricias? Nunca antes había permitido una cercanía tan osada por parte de un hombre, eso hubiera merecido una batalla, pero, aquel hombre de cabello azabache y largo era un enigma. Con esos profundos ojos color negro que podían bien servir como imanes a toda su alma. Por que ella tampoco puede despegar su vista de él, aunque no se atreve a tocarle, gustaría poder apreciar aquellas muchas cicatrices que él posee, por que es un guerrero, al igual que ella, y lo puede notar por su ancho cuerpo y cicatrices de batalla.
—¿No me dirás tu nombre?—
Madara entró en conflicto. Su nombre era muy conocido dentro del mundo ninja, así como su clan, era obvio que esa mujer de nombre Sakura es una Kunoichi. Lo puede notar por sus cicatrices de igual manera que las suyas.
—Te lo diré si nos volvemos a ver
–No creo que eso sea posible. Soy foránea
—Curioso que yo también lo sea—
Se sonríen como no creen hacerlo antes con otras personas de sexo contrario, se atraen, lo saben, y aunque no está en sus planes el salir de sus rutas para buscar conexiones, ellos dos saben que quieren volver a verse.
—Entonces, espero poder volverte a ver—
—Quizás sea antes de lo que imaginas—
Madara lo asegura, ese chakra se quedará grabado en sus memorias. Se tranquiliza y comienza a disfrutar de esa fragancia de cerezos, se da el lujo de cerrar los ojos por un momento y cuando los abre, ella ya no se encuentra ahí. Es maravillosa, él lo sabe. Pero, ella quizás no sabe que su sentido de percepción del chakra es increíble, lo podrá reconocer la siguiente vez, cuando se vuelvan a encontrar.
.
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.Ella simplemente se marcha, se aleja y sonríe por quién sabe que, quizás la experiencia, quizás el recuerdo, a lo mejor el aroma tan varonil de es Guerrero de cabello largo y azabache, de ojos negros como la noche y cicatrices como constelaciones sobre su piel. Él le gusta. No recuerda cuando fue la última vez que permitió tal cercanía de un hombre, y tampoco recuerda cuando fue la última vez que un hombre llamó su atención, pero, esos ojos negros tan profundos siguen guardados en su mente, sin poder ser olvidados.
.
.
.Y lo siente, puede sentirlo. Él chakra de esa mujer pelirosada está cerca, incluso puede jurar oler su aroma dulce y floral cerca suyo. Sonríe con misterio, y la intriga lo llena inmediatamente cuando la ve, trata de esconderse de quién sabe quién, posee una capa negra y larga, el la observa a lo lejos y ve cuando ella recibe un saco de dinero y después se marcha, lejos y muy rápido, al menos más que la velocidad shinobi promedio.
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Reencarnación
FanfictionUna promesa. Él. Ella. Prometieron estar juntos por una eternidad y todas las que quedaban. ¿Las Reencarnaciones existían? Ellos lo comprobaron. ¿Permanecerían juntos después de todo? Quién sabe. Pero; De algo si se está seguro. Y es que, su a...