Cocol's POV:
Esa casa era como un castillo encantado, tenía sentimientos encontrados cada vez que tocaba una de sus paredes. La conocía, sabia donde estaba todo, tenia una gran escalera que llevaba hacia cientos de habitaciones maravillosas. Una de esa puertas estaba pintada de todos colores, transmitía diversión. Augustus llevó a Chris hasta esa habitación, mientras, nosotras esperamos sentadas en la escalera.
Me recoste sobre las piernas de Oliv, mientras ella acariciaba mi cabello.
Cantábamos lo que se nos ocurría, estábamos libres para elegir el ritmo y la melodía. Era genial pero sabíamos que deberíamos regresar a nuestras antiguas canciones.
De repente se escuchó un ruido, alguien cantaba al mismo ritmo que nosotras. No era Augus, era alguien más —una niña—.
Cantaba pero bajo, como susurrando... Oliv gritó, impresionada por ese susurro, «¡Amanecer!».
Lo dijo, solo lo dijo —era ella, no podía creerlo, me puse nerviosa apenas escuché su nombre— mientras el grito se desvanecía, se convertía en un pequeño susurro llamando a alguien de esa infinita habitación. «Es cierto», me dije a mi misma, era ella. El perfume la delataba, al igual que su alma, la cual despedia un brillo espectacular. Salió... su cabello la cubría, esta vez no tenia 5 años, casi era de mi misma edad. Era hermosa, me sonrió y fue corriendo a abrazarme —se lo devolví—
Se apartó de mi con vergüenza, corrí su cabello por detrás de su oreja. Le sonreí, ella hizo lo mismo y volvimos a abrazarnos.
Era como mi hermana menor, la amaba y adoraba como se sentía su abrazo. Nunca pensé en necesitar tanto algo, pero eran como calmantes, quería más y más.
Oliv se unió a nuestro abrazo y terminamos por reírnos todos.
Se llamaba Emma, era pequeña y entusiasta, siempre llevaba consigo a Chris, a veces Augus se lo quitaba y salian a pasear. Ella se sentía una princesa, —lo era— bailaba por toda la casa, contagiando a los muebles, haciendo que todos las cosas se llenaran de vida, solo su sonrisa podía detener el tiempo y hacer lo que quisiera con él. Perfecta en todo sentido.
Augustus era su hermano mayor y vivían juntos en ese castillo de ensueño. Nos invitaron a quedarnos, a observar las estrellas... el viento soplaba con tanta intensidad que nos hacía flotar, el mundo estaba revolucionado, las estrellas brillaban como nunca, el cosmos estaba en una fiesta y nadie podía cambiarlo ni evitarlo. Quería quedarme allí toda la vida. Pero sabía que debía de regresar algún día, al igual que Chris. Odiaba mi lugar en el cielo pero tendría una razón para dormirme y volver a este mundo, el cual por fin había encontrado y que me hacia tan bien. Aguantaría todo el sufrimiento para regresar a este momento y sentir lo que nunca había sentido, volver a experimentar la misma situación una y otra vez, hasta el cansancio.
Me había enamorado de solo un momento, había encontrado mi lugar, pero sentía que debía deshacerme del otro para poder estar en armonía y equilibrio. Pero como podía hacerlo. Era imposible, por ahora me conformaría con la posibilidad que mis sueños me estaban ofreciendo.
Nos tiramos en el césped del jardín, cantamos, bailamos, hablamos, lloramos, reímos, sentimos de todo —es imposible enumerarlas, ni mucho menos explicarlas—.
Nos quedamos dormidos mirando el cielo, Augustus se acercó a mi y se recostó sobre mis piernas. Me susurro un 'Te amo', lo miré y sonrió, lo imité. Me sentí completa, mi alma bailaba, cambia de color llegando a un arcoiris chispiante, sonreí por mi estado y se lo devolví, al igual que lo hizo el, susurrando.
Se movió más cerca mio, llegando a estar justo a mi lado, me abrazó.
Luego entrelazó mis manos con las suyas, y me... besó.Xoxo, Cocol.
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Una Estrella Más.
Ficção AdolescenteHola, me llamo Cocol, soy una estrella. Siento que muero por dentro, pero no me atrevo a afrontar la verdad. Siento pánico, la cobardía se apoderó de mí. Canto, bailo y sueño. Eso me libera pero no del todo. Como una cuerda atada a mi cuello, que lo...