Cl: JONAH.
LIZ
—Ponte esto—dice Jonah a la vez que tira unas prendas íntimas de encaje negro sobre la cama del club.
Hago lo que me dice, desaparezco en el baño con las prendas en la mano, aunque me parece una estupidez que siempre se moleste en traer lencería cuando en menos de veinte minutos ya no tendré nada puesto.
Me cambio en el gran baño de la habitación de alquiler. ¡Las cosas que se hacen por dinero! A mi yo de catorce años nunca se le hubiese ocurrido que cinco años después estaría en un club de servicios tres noches por semana.
Aunque para ese entonces tampoco hubiese imaginado que mamá y papá morirían la noche en que salieron hacia el aeropuerto. Cosas que pasan.
Me miro frente al espejo, lo que trae Jonah sólo lo uso una vez -con él- y luego-si queda algo de la prenda-se lo regalo a alguna de mis amigas del club. Es algo sucio, pero lo tomamos como una broma privada.
Ésta vez llevo puesto un conjunto negro con cadenas en las piernas, muy sexy a decir verdad.
Es hora de trabajar.
Regreso al cuarto principal, donde el ya me está esperando en boxers y la luz semi-apagada como único requisito que tengo para desarrollar mi trabajo.
—¿Que va primero?— pregunto. Es uno de mis clientes más frecuentes y cada vez cambia de plan.
—Oral.
Y es así como me hago a su lado y meto la mano dentro del boxer gris que lleva puesto este semi-dios del Olimpo. Siento cierta tensión cuando agarro su miembro, es lo que hace que ame lo que hago.
Jonah es quizás unos seis años mayor que yo, es abogado y su novia lo dejó hace mas de cuatro meses. Desde entonces es uno de mis mas fieles y exigentes clientes.
Bajo el boxer hasta la linea de sus testículos y saco su masculinidad al aire. Es bonita ¿seré extraña? Me gusta que sean bonitas.
Me hagacho un poco y empiezo a masajear arriba y abajo su pene con mi mano izquiera, primero lento y luego agarro ritmo.
—Haz que esa sucia boca haga maravillas—dice. Y es lo que hago.
Empiezo a meter su hombría en mi boca, agarro ritmo nuevamente e introduzco ésta lo mas profundo que se me es posible en mi garganta.
Escucho como suelta quejidos casi inaudibles. Simplemente exitante.
Su miembro se pone erecto y crece cerca de tres centimetros más. Si mi amiguito es lindo dormido, ni hablar ahora.
—Recostada—ordena.
Pongo mi cabeza en una de las almohadas y el se acomoda delante de mi, de manera que queda sobre mis piernas.
—Ya es hora de ver a mis niñas—dice en tono seductor.
Se avalanza un poco sobre mi y queda a la altura de mis ojos. Poco a poco desciende tocando con la yema de sus dedos mi barbilla... mi cuello... mi pecho. Se detiene y bruscamente rasga el bracier negro que acaba de regalarme, dejando al aire mis senos.
Jonah suelta un pequeño suspiro y se queda obervandolos.
Muchos de mis clientes aseguran son perfectos, pero siempre he deseado tener mas. Digamos que la medida es promedio.
Inesperadamente posa sus manos sobre mis pechos y agarra mis pezones apretandolos con fuerza, lo que provoca por mi parte un grito de dolor y placer.
Acerca su boca a mi pezón izquierdo y lo lame haciendo movimientos circulares con su lengua.
Oh Dios.
—¿Te regalo un orgasmo?—pregunta.
—Por favor—suplico.
Ríe socarronamente y continua lamiendo y acariciando mis pezones.
Se detiene un momento y me besa apasionadamente en la boca, a la vez que se va introduciendo una de sus manos en mis bragas de fino encaje.
—Estás caliente, linda.
—Y mojada.
—Déjame comprobarlo—propone.
Mete aún mas su mano en mi ropa interior y llega a mi entrada, donde puedo sentir como traza un circulo con su dedo índice y frota el líquido de placer que derrama mi cuerpo ante su tacto.
—Así me gusta.
Jonah masajea la zona suavemente ayudándose con el lubricante que derrama mi cuerpo. Primero juguetea un poco y luego se centra.
Se hagacha a la altura de mi entrepierna sobre la cama, baja mis bragas y juega en el punto exacto con su lengua.
Suelto un suspiro entrecortado.
Hace movimientos circulares con su lengua sobre mi clítoris a la vez que prepara su dedo corazón frotandolo contra la entrada de mi ser. Poco a poco intensifica los movimientos e introduce el dedo completo, tomándome desprevenida haciendome soltar un leve chillido.
Noto que ríe aún cerca de mi ser. Disfruta casi igual que yo.
Casi.
Introduce ahora su dedo índice junto al corazón. Los mueve de adentro hacia afuera a un ritmo constante.
Me derrito.
Hacelera el movimiento y con su otra mano empieza a frotar el clítoris de un lado a otro, haciendo que me invada por completo una oleada de calor.
Intensifica el rito y sus movimientos, yo me retuerzo bajo su tacto.
Gimo.
—P-para, por favor—suplico—. Me voy a correr.
—Obtendrás tu orgasmo, lo mereces—sentencia sin detenerse.
Y es así, como mi cuerpo liderado por sus movimientos en puntos estratégicos se deja llevar por la excitación y alcanzo el anhelado orgasmo.
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Relato #1
¿opiniones?
Gracias por leer <3
[Pillines] jajaj.
-Vellé
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RELATOS A OSCURAS | Romance +18
RomanceLiz lleva dos años con su empleo. Trabaja en Grace of Brighton Club, un Bar nocturno donde su única tarea es satisfacer las necesidades de los caprichosos y adinerados clientes. Shows en vivo y unas cuantas horas extra harán que Liz pueda seguir pag...