Viviendo entre tus recuerdos

CP 111

Eduart esperaba afuera de la habitación, mientras Haley era atendida por la enfermera, la enfermera preparaba aquellos medicamentos y con cuidado insertaba aquella fina aguja sobre la piel de aquella joven.

Aquel sedante hacia afecto sobre el cuerpo de Haley obligándola a dormir.

La enfermera salía de la habitación ___ por ahora no podrá ver la.... "dirigiéndose a Eduart"

__Está bien... por favor avíseme si se presenta algo

__Desde luego

Eduart se marchó del centro médico, aun preocupado por Haley, lamentaba no poder ayudarla pero prácticamente era un extraño en su vida, se preguntaba si Haley iba a recordarlo cuando ella recuperara su memoria o si olvidaría todos esos momentos que habían pasado juntos

Haley estaba recostada en esa cama, mientras dormía su mete vaga entre imágenes borrosas de un pasado incierto, aquellas palabras resonaban en su débil mente __ toma mi mano...

___Estaré siempre aquí para ti...

___ Desearía nunca soltarte...

__Entonces no lo are

Pero esa suave voz se corría como el humo en el viento .

A la mañana siguiente Haley despertaba aun con algo de molestia, se sentó frente a la ventana contemplaba el azul del cielo, observaba el césped moverse cuando el viento le acariciaba. Para ella cada día le resultaba difícil, estaba cansada de la misma rutina de siempre.

Pero ese día tan solo sería el principio de una serie de recuerdos que invadirían su mente como las ramas de los árboles cuando son sacudidas por el fuerte viento.

Esa misma noche cuando Haley dormía veía la figura de alguien de aspecto robusto y con él acompañado de una voz de un infante

___ven cielo.... Tengo lago para ti...

__Qué es padre?

__Es una sorpresa.... Estás lista?

__Sí....

___Bien.... Ahora abre los ojos

__Qué es esto...

__ Esto mi pequeña es un diario cariño.... Aquí í puedes escribir lo que quieras y mira... está pluma será la compañera de tus pensamientos....

__Es muy lida... dice mi ángel

En esa escena sentía el calor de esa persona, era tan cálido y reconfortante, las manos de aquel sujeto eran grandes y algo robustas le cubría una gabardina. En ese recuerdo ella observaba un jardín con rosas y una mujer alta que observaba, podía escucharse rizas que se esparcían con el viento.