MUERE POR MI

Muere por mí

"Kouen es el enemigo de Balbadd"

Todo resultaba tan fácil como implantar ese tipo de pensamiento en la conciencia de Alibaba, incluso el, que me había hablado momentos antes de cosas tan absurdas como que todos los contenedores metálicos se unieran, era tan indefenso ante el poder de Belial, eso demostraba la gran incapacidad de Alibaba-dono para tratar de salvar algo o a alguien.

Personas como el, solo deberían de servirle a personas como yo.

Tengo tantas ganas de reír a carcajadas en este momento, Alibaba ahora cree que Kouen definitivamente es su enemigo, aun cuando minutos antes trataba de evitar que atacara a ese hombre... lo odio. Odio a Kouen porque es lo suficiente elocuente y poderoso para hacer que todos quieran estar a su lado y apoyarlo, pero odio aún más a Alibaba por ser una persona tan hipócrita que habla y predica sobre la paz y felicidad del mundo, cuando en estos momentos está de lado de Kouen Ren, y todo por Balbadd. Viene a tratar de persuadirme de mis intenciones, cuando el todavía no puede recuperar su nación por su propia mano.

No es más que un cobarde.

Es por eso que ahora tengo otra idea.

Decido llevarla a cabo antes de que Aladin-dono haga algo para romper el efecto de mi poder sobre Alibaba.

"Yo soy la única persona que tienes"

"Soy el único en quien puedes confiar"

"Tú sabes que solo puedes depender de mi"

"Eres mi fuerza y juntos derrotaremos a Kouen Ren"

"Ahora solo vives por mi"

Veo como Aladin-dono empuja a Alibaba lejos de mí.

-¿¡Matar a Kouen Ren?! No... ¡estas definitivamente no son mis memorias!

Esto demuestra que un magi no puede ser derrotado, tan fácilmente. Pero es una lástima por él, ya que... en este encuentro yo soy el vencedor.

Sonrió al ver como Alibaba se levanta y sacando su arma trata de atacar a Aladin-dono. No quedan dudas, ese acto demuestra que he tenido éxito en mi control.

-¡Alibaba! ¿¡Que pasa?!

-¡No te dejare dañarlo!

La voz de Alibaba tiene la determinación que buscaba.

-¡¿De qué hablas Alibaba?!

-Ni tú, ni Kouen Ren, ¡Nadie detendrá a Hakuryuu mientras yo esté vivo!

Me deleito al ver como el rostro de Aladin se deforma en confusión.

-Hakuryuu... ¡¿Qué le hiciste a Alibaba?! ¡Yo intervine tu poder!

-Aladin-dono, creo que me has subestimado, ¿de verdad creíste que no estaría preparado al saber que un magi venía a mi encuentro? Eres poderoso, pero creo que también subestimas el poder de los otros magis. Judal sin duda puede enfrentarte.

Ante mis palabras Judal ríe con burla.

-Lo siento enano, pero me temo que tu candidato a Rey a partir de ahora solo vivirá por el bien de Hakuryuu.

Lo que siguió después fue algo que ya esperaba, Aladin-dono trato de atacarnos con su magia, pero ni siquiera fue necesario que Judal interviniera, ya que Alibaba le encaro. Sabía que Aladin-dono estaba sufriendo, pero era claro que jamás se atrevería a atacar a su más querido amigo.

-Lo siento Aladin-dono, pero para Alibaba, tú no eres más que un enemigo.

No puedo evitar sonreír ante mis palabras.