No se en que momento se volvió tan difícil... Ya no podía dejar de pensar en ti, y tu solo estabas a kilómetros de distancia, miles de ellos, no se si tu podías soportarlo, pero yo no lo hacía... La espera se volvió martirio, y dolía como los mil demonios, estabas en cada suspiro, en cada pensamiento... Y yo ya no podía, esto me estaba matando, quería rendirme, pero... Sigo aquí, y sigue doliendo... La espera no tiene fin, cuando parece acabar, vuelve a alargarse