Capitulo Unico

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Él caminaba en la mañana, viéndola a ella escribir bajo el árbol

Ella caminaba en la tarde, viéndolo a él pintar bajo el árbol

Se veían todos los días, de lejos, sin saludarse, mucho menos hablarse. Ambos amaban ese árbol, un gran roble sobre una pequeña colina en el parque rumbo a su escuela, tanto que una tarde nublada aquel chico seguía ahí, dibujando un boceto en su libreta, nada más y nada menos que un retrato de la chica, no está terminado, aun así, le hacía justicia a su hermoso rostro, un rostro que veía todas las mañanas yendo a la escuela y en la tarde cuando ella le miraba.

Pero el universo tiene sentido del humor y lo que antes era una pequeña llovizna se volvió una fuerte lluvia. Sin pensarlo tomo sus cosas lo más rápido que pudo, el agua seguía cayendo y no solo eso, el viento soplaba de prisa, tanto que el hermoso retrato que dibujaba aquel día cayo de sus manos sin darse cuenta, movido por el viento hasta llegar al hueco de aquel roble, a resguardo de la lluvia.

Como todas las mañanas ella se disponía a escribir bajo el roble. La lluvia había parado en la noche, justo cuando iba a sentarse algo llamo su atención, una hoja en el hueco del árbol, fue a recogerla y al ver lo que era se sorprendió y de inmediato llego a su mente el chico, aquel que se pasaba las tardes dibujando donde ella se pasaba las mañanas escribiendo ¿será un regalo?, no está terminado ¿lo habrá dejado a propósito?, cualquiera que sea la razón le había gustado. Y quería agradecerle.

En la tarde, aquel chico se disponía a seguir el dibujo de ayer, busco entre sus cosas, pero no lo encontró, busco en los alrededores, tal vez se había quedado ahí. Se dio por vencido cuando la imagen de su dibujo en el lodo le llego a la mente. Antes de sentarse llamo su atención algo en el hueco del árbol, era una carta ¿Quién pudo dejarla ahí? "ella", pensó, pero ¿Por qué?, comenzó a leerla, en ella hablaba de lo hermoso de su retrato ¿había sido ella quien lo encontró?, se sentía avergonzado sobre todo al leer los halagos de aquella chica, que al final firmaba con un "espero ver más de tu trabajo", si eso era lo que quería, eso haría.

Fue así como esa tarde aquel pintor dejo un dibujo en el hueco del árbol, y en la mañana aquella escritora le respondería con otra carta. Esto se volvió su rutina, por las tardes él dejaba un dibujo, una pintura o cualquier garabato, ella dejaba su opinión, le contaba chistes y hasta algunos cuentos que él ilustraba. Aun así, seguía sin hablarse cara a cara, por lo menos se saludaban, lo que fue un gran avance un +++ paso que retrocederían muy pronto.

Como cada mañana ella dejo una carta, y como cada tarde paso rumbo a su escuela, pero esta vez él no estaba. Al día siguiente lo primero que hizo fue revisar el árbol en busca del nuevo dibujo del pintor, pero solo estaba su carta ¿le había pasado algo? de inmediato se puso a escribir, introdujo la carta en el árbol, esperando el día siguiente no estuviera ahí. Seguía sin verlo en las tardes, y cada mañana seguían ahí las cartas, quería saber dónde estaba, quería saber que pasaba con él, pero no podía, no sabía dónde vivía, ni siquiera sabía su nombre ¿Cómo podía no saberlo después de meses de enviarle cartas y recibir dibujos? Se sentía estúpida

Habían pasado semas, casi ya tres meses desde que no le veía. Cada día había dejado una carta en aquel árbol con la esperanza del día siguiente encontrar un dibujo de aquel chico, ese día no sería diferente, ni el anuncio de tormenta le detendría, la había escrito anoche, una de tantas en la que no durmió por pensar en él.

Llego al parque y a lo lejos vio el árbol, corrió al ver que la pila de cartas había desaparecido ¿había vuelto al fin aquel chico? Apenas llego al árbol reviso el hueco en busca de algo, una pintura, un dibujo, un garabato...pero no había nada ¿Por qué? ¿Por qué no había nada? ¿quién tomo las cartas? Sin darse cuenta comenzó a llorar ¿ya no le vería? ¿ya no pasaría los días compartiendo con él? Se dejo caer sin importarle la lluvia.

- ¿estás bien? - logro escuchar detrás suyo. volteo a ver y era él, no podía creerlo, sin pensarlo se lanzó a él, abrazándolo con fuerza

- ¿Dónde estabas? ¿Por qué te fuiste? -decía llorando con el rostro en el pecho del chico

- lo lamento- decía él, iniciando también con el llanto- por favor, perdóname- hablo mientras la abrazaba

- solo no vuelvas a irte sin avisar- hablo ella dejando de llorar

- lo prometo- dijo él besando su frente

Y se quedaron ahí, abrazados, sin decir nada comoera costumbre ya en ellos. Dejo de llover y apenas salió el sol recogieron lascartas que el chico tenía en sus brazos antes de dejarlas caer para abrazarla,y caminaron de mano, dejando atas el árbol que los había unido.    

El Hueco Del RobleWhere stories live. Discover now