Capitulo 28

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Pero sabía que eso no era posible; se había puesto un preservativo. Con un bramido de placer mezclado con una profunda frustración, se retiró y embistió con más fuerza golpeándola con los muslos. Ella murmuró palabras de ánimo y Harry aumentó el ritmo mientras el rincón del río se inundaba de los sonidos y aromas de su acoplamiento. Los dos quedaron empapados de sudor bajo el caliente aire de la noche mientras los golpeteos de sus cuerpos se aceleraban y se hacían más fuertes. Sus gemidos y suaves gritos se mezclaron con las llamadas de las criaturas nocturnas, el viento en los árboles y el gorgoteo del arroyo.

Pamela se comprimió contra él un momento antes de verse sacudida por las convulsiones. Sus ondulaciones lo volvieron loco y supo que aquél era el momento de plantar su semilla. Gritando su nombre y apretándola para que lo recibiera, la danza de acoplamiento que lo había conmovido hasta el alma llegó a un poderoso final.

Pamela permaneció tendida en la manta con la espalda protegida por el cuerpo de Harry preguntándose cómo se habría creado aquel problema tan terrible. Se había enamorado loca, apasionada y desesperadamente de su mejor amigo. Lo que había empezado como un juego de liberación para ella se había convertido en lo más importante de su vida.

Ella no creía que una mujer debiera sacrificar su carrera por ningún hombre y sin embargo, eso era exactamente lo que deseaba hacer.

Sabía que Harry nunca dejaría Copperville mientras sus padres lo necesitaran, o sea que cualquier mujer que quisiera estar con él tendría que quedarse en el pueblo. Y ella quería estar con Harry, hacer el amor, reírse y jugar con él y tener hijos con él.

Sobre todo tener hijos y hacer el amor como lo hacían pero sin usar protección. Pero por otra parte su sueño había sido explorar una gran ciudad, hacer viajes exóticos y tener muchos amantes. Y cuando se cansara de todo aquello, sentaría la cabeza y formaría una familia, probablemente allí mismo, en Copperville.

Pero ahora todos aquellos sueños le parecían vacíos y solitarios. ¿Qué sentido tenían si no podía estar con Harry? Casi preferiría quedarse y llevar la vida de una ranchera antes de perderlo.

Pero Harry tampoco se lo había pedido. Nunca le había dado ninguna señal de que pensara en ella en aquellos términos. No actuaba como si estuviera preparado para asentarse y formar una familia. Entonces, le acarició la cadera.

-¿En qué estás pensando?-

Pamela decidió una verdad a medias.

-Que es una pena que me vaya a Nueva York a finales de agosto-

Él la apretó más.

-¿Porque esto es divertido, quieres decir?-

-Sí-

Más que divertido; se había unido a él con alma y cuerpo, pero no se atrevía a decírselo.

-Sí, es divertido, pero casi es mejor que tengamos un límite de tiempo. No podríamos mantener el secreto si durara mucho más-

-Cierto-

Quizá él estuviera contento con aquel secreto para poder mantener la amistad intacta con sus hermanos. La única forma en que consentirían que Pamela y Harry tuvieran relaciones sexuales sería si estuvieran casados, y no parecía que Harry quisiera el matrimonio de momento.

-¿Lista para bañarnos desnudos?-

Pamela se dio la vuelta hacia él.

-¿Seguro?-

Harry le dio un rápido beso.

-Claro. Estamos calientes y pegajosos y nos sentará bien. Además, es parte de tu educación-

Proyecto de Verano (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora