¿Qué es una mudanza? Si alguien me lo preguntara le mandaría a la mierda y le diría que lo buscase en Google, que para algo sirve a parte de para buscar vídeos destinados a supuestas (repito, SUPUESTAS) personas (hombres en su gran mayoría) mayores de edad. Aunque en verdad esto es falso, ya que no hay absolutamente nada que restrinja el acceso a estas páginas web si quitamos de en medio a los padres. Pero siendo sincero, si algún ser de este mundo me preguntara algo así, sería para enterrarme a mí mismo bajo diez metros de tierra y tener de compañía a los gusanos e insectos que se me comerían cuando muriese por falta de oxígeno.
Eso es lo que pensaba mientras seguía a una señora gorda de unos cincuenta años, vestida con una horrible blusa blanca y una falda que parecía sacada del armario de mi abuela. Los largos y serpenteantes pasillos daban la impresión de no tener fin y me empezaba a marear el fuerte olor del perfumen de mi guía turístico. De manera que es explicable el desvarío que sufrió mi sensible mente para gastar neuronas en esta pregunta de suma importancia y de tan alto contenido filosófico detrás. O al menos eso quería creer.
Después de una eternidad llegamos a mi amado destino paradisíaco, tan reconocible por el característico sonido de voces intentando susurrar, pero fracasando estrepitosamente y una voz más autoritaria ordenándoles silencio. Sí, habéis pensado bien: una clase típica de cuarto de la ESO.
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Perdido
RomanceNo sé qué es lo que esperaba. Era sólo un día más. Otro día normal. Eso es lo que pensaba, pero jamás imaginé que ese día marcaría mi vida, quien soy... para siempre. Sí, ha sonado demasiado asqueroso. Me dan ganas de apuñalarme a mí mismo. Qué asc...