Ángel

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Canción recomendada: "sweet dream" de Jang Nara. (Hermoso ahr 💕)

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Los pies del pequeño Jimin columpiaban su cuerpo haciéndose notar la época otoñal que llegaba a su fin.

Las cuerdas de metal en ambos lados lastimaban con levedad sus manitas blandas y de piel suave, su rostro tenía unas cuantas lágrimas derramadas caídas con anterioridad de sus tiernos ojos, aquellos abultados labios rojos mordidos sacaban un poco de sangre por la caída.

Las rodillas le dolían, su ropita estaba hecha un asco al igual que su cuerpo. ¿Cómo había llegado a ello? Muy simple, un accidente hecho por otro niño que creyó su amigo.

Cuando mecía su cuerpo pensaba en cuanto arrepentimiento tenía de haber pensado que aquel bonito niño que veía jugar en la arena, se haría su amigo. Lo veía inocente, de piel blanquecina y ojos grises tristes, siempre lo veía llorar mientras jugaba con la arena, como si le doliera algo en su cuerpecito y Jimin quería ayudarlo, su mami siempre decía que debía ser solidario y amable, más sin embargo ese niño apenas Jimin se acercó, le tiró su montaña de arena en la cara y lo empujó directo al césped que quedaba a un lado. Las piedras sucias y el lodo consecuencia de una llave de agua media abierta, mancharon sus ropas y carita, sus rodillas se rasparon producto del golpe y por ser apenas un niño todo el cuerpo le dolía. Tendría que darle una explicación decente a su mami o no le creería.

—Niño malo.— Pateó la arena bajo sus pies.— Malo, malo, ma...lo.— Su voz decayó entrecortada, su pecho dolía aún por el rechazo que produjo unas cuantas lágrimas.

Jimin se consideraba un niño sociable, conversador y amistoso, nunca dejaba a las personas de lado y trataba de acercarse a los más tímidos regalando su confianza y un trozo de su corazón.
El trocito que había guardado para el niño del parque fue pisado de la peor forma.

Una parte de él se sintió inseguro, y con apenas ocho años de edad consideró la idea de no ser tan extrovertido, creyó que siendo lo contrario lograría que en un futuro nadie lo rechace.

Sus pensamientos vagaban al ritmo de las lágrimas cayendo sobre sus rojas mejillas, mientras entre tanto pateo de arena, por accidente los pequeños granos de este chocaron contra unos tenis negros y franjas blancas adornadas a los lados. El menor limpió las lágrimas rápidamente y optó por una postura congelada. Su columpio se detuvo gracias a su propia voluntad.

A decir verdad era extraño para el pequeño que alguien se acercara a él, es decir, cuando se sentía de buen ánimo creía atraer a las personas y cuando su ánimo andaba por los suelos, sentía alejarlos, como en ese momento crítico.

Hipaba por la boca mientras alzaba la vista al mismo tiempo.

Su boquita se abrió sorprendido al igual que sus ojitos marrones brillaban con intensidad; parecidos a dos destellos que resaltaban en la noche.

Aquel joven le sonreía muy bonito, sus labios curvados hacia arriba y mirada cálida le transmitieron una sensación de bienestar en el cuerpo de Jimin. Sus lágrimas tan pronto salieron, se acabaron.

—¿Porque llorabas, pequeño?.— Metió las manos en los bolsillos de su suéter azul marino.

Jimin mordió su labio, ¿Debía decirle? En parte tenía un poco de miedo.

—Mi mami no me deja hablar con extraños, señor.— Bajó su vista a sus muslos y apretó las cadenas a sus costados.

El desconocido soltó una risa nasal agachándose a su altura, apoyó su peso en ambos pies y miró el rostro del niño. Observó su flequillo rubio cayendo suavemente por su frente y veía como el viento lo acariciaba, digno de una fotografía.

Beso Bendito | KookMin | MiniFic [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora