4.Cuchilla

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Beso.

-Jon, no lo compliques. Abre el coche por favor. - le pido.

- ¿Acaso no has sentido nada? - me pregunta.

-Hazme caso. Hasta mañana.- salgo del coche y entro en mi casa.

No había otro momento o quizás otro día, debía hacerlo hoy, después de que el capullo de Patrick me hiciese eso. No podía ser, me siento al lado de la puerta y empiezo a llorar, el chico que me las hace pasar putas no puede besarme, no puede.

Decido llamar a Alex, él me ayudará.

-¿Quién?- responde alguien al teléfono.

-Alex soy Jess, por favor, dime que puedes hablar.

-Vaya...la vaca de turno. Alex no se va a poner, intento que ni te hable. Aunque tu me ayudas espantándole. Vete a comer pienso. - Amanda estaba loca.

-No... Aman... - llamada finalizada.

No se qué hacer en estos casos, me pongo tan nerviosa, no puedo fumar porque mis manos no me dejan encender el mechero, no quiero comer, quiero llorar, ahí es cuando me encuentro en problemas, me dirijo al baño y ahí esta, mi amiga afilada y fría, metalizada.

-Hola querida amiga- digo entre lágrimas - te he echado en falta....

Y ahí volvió el primer corte.

Veréis, me empecé a cortar con 15 o 16 años, fue por una locura, pero me gustó la sensación, aliviaba el dolor interno que sentía, aunque debes tener mucho cuidado, pueden vértelas. Después de seguir llorando en la ducha y quedarme en la cama, alguien me llamó.

-¿Quien ?- contesté.

-¿Jessie?- era Jon.

-¿Qué quieres?- le pregunto.

-Ábreme, debo hablar contigo, no podemos dejar a un lado lo que ha pasado. - me suplicaba.

-Buenas noches Jon- le digo.

-Me voy a quedar toda la noche aquí si hace falta, mis padres creen que estoy en casa de Michael. - dice riendo

Me vendé las heridas, y bajé, mis pintas no eran muy buenas, pero me daba igual.

-¡Guau!- exclamó. -Has llorado mucho tomatito.

-No me llames así. ¿Qué es lo que pasa?- me cogió mis mejillas y me volvió a besar.

-Entremos, que hace frío. Y deja de besarme así de repente. Haces que me sienta incomoda. - le riño.

-Pero si te encanta... - dice riendo.

-¿Por que crees eso?- le desafío.

-Porque sino, me hubieses dado una ostia ya.- me dice.

-Vamos a mi habitación, así nos evitaremos la vergüenza si viene mi madre. -le digo.

Cuando entramos a mi habitación, hay un rollo de vendas y Betadine, "mierda" pienso.

-¿Acaso pasaría algo si nos ven?- pregunta extrañado.

-Si- contesto de manera borde. - ¿Que quieres? Estoy cansada y mira...- me corta.

-Pues que no puedo hacer como que no pasa nada. Jessie, hoy te he conocido un poco mas ... Y desde siempre...- no me gusta lo que viene a continuación.

-Mira Jon, no quiero que sigas. Ha sido todo muy bonito pero es que...No puede ser. - digo riendo-Mírate a ti y luego mírame a mi.

-Te miro todo el tiempo, ¿acaso no te das cuenta?- me dice.

La vida de JessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora