Cap.3

415 67 17
                                    

Daehwi caminó cuatro cuadras hasta la estación de metro más cercana. Solo había caminado cuatro cuadras y ya se sentía incómodo. Había pensado que tendrían suficiente material luego de grabar el proceso de transformación y de ver lo incómodo que eran los zapatos o esa diminuta cartera, pero ahora tenía esperanzas de que aquel experimento sería mucho más fructífero de lo que pensaron en un inicio. En solo esas cuatro cuadras había recibido más miradas de las que había recibido en su vida, además de algunos piropos y por qué no decirlo, algunas propuestas. En esos momentos quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera cuando todo eso hubiese acabado, pero como eso no iba a suceder, solo bajaba la cabeza ruborizado y avergonzado, sin saber qué decir o cómo reaccionar. ¿Era el maquillaje, los zapatos, el vestido acaso lo que lo hacía sentirse tan vulnerable y expuesto?

Seguro de que sus amigos lo seguían desde lejos, finalmente subió al metro que lo llevaría al centro de la ciudad para completar su misión.

El viaje no era tan largo, pero se le hizo eterno. Un par de hombres intentaron acercársele, a uno le dio un codazo en el estómago cuando intentó poner la mano en su cintura y a otro le dio un pisotón con el taco cuando se le acercó mucho por detrás. Luego de eso se metió en un rincón de vagón, junto a un grupo de chicas, curiosamente se sentía más seguro ahí. Cuando llegó a su destino, un gran grupo bajó del metro y eso le facilitó la salida. Subió la escalera y realmente se sentía incómodo, la mitad de su cerebro estaba preocupado de pisar bien y no tropezar con esos tacos y la otra mitad estaba preocupado de que las personas que venían detrás de él no vieran nada debajo el vestido. ¿Cómo podían las chicas vivir con eso todos los días?

A una cuadra del metro, lo primero que hizo fue entrar a una librería. Sabía que Woojin y Jihoon no estaban ahí, pero que Jinyoung entraría después de él. Como era una librería pequeña, querían pasar desapercibidos. Estaba buscando un libro que tenían que leer para la clase de lenguas. Sintió que alguien abría la puerta. El pelinegro entró y ambos se ignoraron como si no se conocieran. Encontró la sección donde podría estar el libro. Buscó entre los que estaban a su alcance y como no lo encontró, se agachó a buscar en las repisas más bajas. Era realmente incómodo. Finalmente optó por arrodillarse, aunque tampoco era la posición más cómoda porque le dolían las rodillas. No lo encontró y suspiró frustrado. Miró hacia arriba y decidió que iba a tener que volver otro día. No podía subir las escaleras con ese vestido.

-¿Te puedo ayudar? -le dijo un chico de unos 20 años.

-Estoy buscando un libro -dijo sonriendo avergonzado.

Luego de darle el título del libro que estaba buscando, el chico subió las escaleras para buscarlo, pero no lo encontró.

-Si me dejas tu número de teléfono, puedo avisarte cuando llegue -sonrió por su obvia proposición.

-No es necesario, gracias. Probablemente venga la próxima semana con mi novio para ver si llegó -fue lo único que se le ocurrió decir.

-Ya veo...

Miró rápidamente hacia fuera por los ventanales. Esa era la señal para que Woojin y Jihoon comenzaran a caminar. Hizo una leve inclinación con la cabeza y procedió a retirarse.

Al salir miró el cielo. Ya estaba oscureciendo, debían ser cerca de las siete. Su siguiente objetivo era una joyería a una cuadra de la calle principal y hacia allí se dirigió. Los chicos esperaron fuera y él realmente se divirtió viendo todo lo que tenían ahí. La verdad, difícilmente podría comprar uno de esos hermosos anillos y llevarlo como si nada. Pero se acercaba el cumpleaños de su madre y creía que sería un lindo regalo. Apuntó los modelos y precios en su mente y prometió regresar.

Caminó hacia adelante por una cuadra y media, y se detuvo en una gelatería. Eso no estaba en los planes, pero realmente se le antojaba comer un helado. Se sentó fuera por 5 minutos, solo para comer rápidamente y así no mancharse mientras caminaba y comía a la vez, luego siguió con su recorrido. Tenía que caminar hasta la esquina y regresar a la calle principal. Pero dos hombres que estaban a unos metros de su destino, le impidieron el paso.

Experimento social (DongHwi/BaekHwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora