[Diabolik Lovers's One-Shots]

Ruki Mukami.

Control absoluto.

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La primera vez que Ruki vio a __________, supo que ella estaba hecha para él.

La observó con detenimiento por semanas enteras y de un momento a otro ya sabia donde estaría en cada momento del día, conocía a quien frecuentaba, que transportes tomaba e incluso la contraseña de su puerta.

—Tú debes ser Ruki, mi nombre es __________, Azusa me habla mucho de ti—dijo ella en el momento en que buscaba la salida de la mansión.

Cuando escuchó su voz en un primer momento sintió que una parte de él era cálida nuevamente. Ese día ella había venido a hacer una exposición con Azusa y dos personas mas.

Desde ese día __________ no volvió a aparecer. 

Claro que en el día ocho todos olvidaron lo sucedido al verla ir a clases sana y salva con una peculiar sonrisa en el rostro y dando una mala excusa de un resfriado.

Oh, y obviamente lo mas peculiar era el novio de metro ochenta que se consiguió de la noche a la mañana.

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Ojalá él pudiera controlar el clima.

Es y sigue siendo tedioso salir a la calle en invierno, Tokio podía llegar a los diez grados en este mes. Aunque para alguien que no siente frío alguno—como __________— pasear por las congeladas calles del centro vistiendo diminutas faldas no era un problema.

Eran las ocho de la mañana y Ruki Mukami ya estaba enojado, al estirar su mano entre las sábanas y no encontrar a su novia su ceño fruncido no se hizo de esperar.

Tenía una insaciable necesidad de saber dónde estaba __________, con quién, cómo y cuando. Debía saber todo sobre ella.

Entre medio dormido y medio despierto se levantó, abotonó su desordenado pijama y caminó buscando a __________ por todos lados.

Su furia solo aumentó en el momento en que abrió el clóset de ella y vio las cortas prendas faltantes.

Se había escapado para ir caminando a la universidad y así evitar ser llevaba por él en su auto.

—La mataré —musitó al cubrir sus ojos y masajear sus sienes —. Si no está abajo, la mataré en verdad.

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