Prólogo

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Hanae no dice nada cuando ve a Haruitsuki entrar por la puerta de su habitación desde la mononokean, abatido por haber abierto el portal al inframundo dos veces seguidas. El joven rubio no se molesta en siquiera cerrar la puerta, solamente se arrastra hasta la cama del pelinegro y lo llama "Nahae" antes de caer rendido sobre el colchón. Ashiya se levanta despreocupado para cerrar la puerta y despedirse de la mononokean "Cuida de mi amo, Ashiya-kun", le dice antes de desaparecer.

Una sonrisa se esboza en el rostro de Hanae, que lo único que puede hacer es arrastrar a su novio desde la orilla del colchón, quitarle las sandalias y poner una cobija sobre su cuerpo. No sabe por qué Haruitsuki siempre está frío, pero es algo que ahora ha empezado a gustarle y no precisamente por la temperatura, sino porque siempre que puede, lo utiliza de excusa para abrazar al rubio, o tomarle de la mano sin que el otro le reprenda severamente. Hanae escucha unos gruñidos de parte de su ahora novio, y le es imposible descifrar lo que dice entre sueños el rubio. Sin embargo, siente cómo el otro lo jala del brazo débilmente. Ashiya sabe lo que quiere, y se recuesta a su lado, abrazándolo para dormir juntos.

Pasan 5 horas antes de que amanezca; la madre de Hanae abre lentamente la puerta y cuando se da cuenta de que Haruitsuki y su hijo duermen juntos, sonríe y se retira silenciosamente, pues no quiere interrumpirlos, prefiere que la alarma los despierte mientras ella les prepara un delicioso desayuno.

-Buenos días, madre- Saluda Abeno al entrar a la cocina con Hanae detrás suyo.

-Buenos días- Responde ella alegremente. Entonces los dos jóvenes se sientan. La madre de Ashiya se acerca con unos platos llenos de pancakes rodeados de unas pequeñas flores moradas- En el lenguaje de las flores, las ásteres quieren decir un corazón que confía- Luego dirige la mirada hacia su hijo. A él le colocó unas amapolas. No es necesario que le diga lo que significa, porque Hanae ya lo sabe, y aunque se sonroja, su madre lo mira con ternura. "Fertilidad" quiere decir las amapolas.

Ashiya mira a Abeno-san comer sus pancakes con mucho entusiasmo. Él sabe que un hombre no puede engendrar, pero sabe que su madre quiere que adopten a un bebé. Sin embargo no está seguro de que Abeno quiera ser padre a sus dieciocho años de edad. Aunque su madre quiera nietos, tendrá que esperar. 

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⏰ Last updated: Nov 04, 2017 ⏰

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