Sobreviviré

Capitulo 8: Ilusiones

Llegamos a la parte del río donde había caído, habían cuerpos con disparos en la cabeza, algunas rocas manchadas de sangre, otras con sesos y tripas de los no muertos, en el río, una mujer con la cara bañada en sangre, tratando de salir para alimentarse con nuestra carne, por suerte la corriente de agua no se lo permitía; eso me hizo pensar en que hubiese pasado si mi hermano no me hubiese encontrado, posiblemente me encontraría caminando por ahí como un muerto más.
–Tenemos dos opciones, regresar a casá donde posiblemente papá y mamá volvieron o buscar un lugar seguro donde dormir, ya está oscureciendo y esto puede ser más peligroso–. Dijo Cristopher.
Realmente quería volver a ver a papá y a mamá, aunque solo había pasado un día entero desde la ultima que vez que los vi necesitaba saber cómo estaban, por un lado me sentía seguro pues papá tenía la forma de cuidar y defender a mamá ya que tenía un arma, pero si mi perro "Canelo" seguía con ellos era posible que sus ladridos los delataran fácilmente.
Justo en ese momento escuche su ladrido, era "Canelo" mi pitbull de color café con blanco, detrás de él venían dos personas, mire a Cristopher que estaba junto a Vanessa y sonreí, no podía creerlo, ¿en verdad eran papá y mamá?.
Cuando Canelo estaba por llegar me agache y le extendí los brazos, se balanceo sobre mi y comenzó a lamerme la cara.
–¡Cuidado!–. Grito Cristopher.
Cuando me puse de pie pude ver a las dos personas de cerca, estaban muertos, querían morderme; Cristopher sujeto a uno del cuello y lo empujo sobre el otro, ambos cayeron al río.
Mis lágrimas salieron al instante, mi nudo en la garganta cada vez me calaba más, di un grito de coraje que hizo ladrar a mi perro, no estaba seguro de lo que había visto, todo paso en un segundo.
–¡Esteban!, ¡Tranquilo!, no eran papá y mamá–. Exclamó Cristopher.
Miré hacía los cuerpos que habían caído al río y tenía razón definitivamente ellos no eran mis padres.
Me senté e intente tranquilizarme, eso me había jodido en un segundo, solo de imaginar que ya no tendría a papá y a mamá me devastó por un instante, era más que claro que tenía que buscarlos, no podía dejar pasar más tiempo.
–Tenemos que ir a casá, necesito ver a mis padres–. Le dije a Cristopher.
Canelo se puso en mis pies y comenzó a llorarme, el siempre supo identificar cuando no me sentía bien; me agache y acaricie su cabeza, también sabía como contentarme en segundos, o al menos sacarme una sonrisa.
Me puse de pie y camine en dirección hacia el puente, me sentía decidido, en verdad quería encontrarlos.
–¡Espera!, no puedes ir, es un suicidio ir solo, te acompañáremos–. Dijo Cristopher.
Me detuve, gire la cabeza y le sonreí.
Caminamos unos minutos hasta llegar al puente, estaba lleno de muertos o como en una de mis series favoritas que siempre veía les llamaban, "caminantes"; era una muerte segura pasar por ahí, pero teníamos que cruzarlo para llegar a casá, la parte del río que pasaba por debajo del puente era de 2 metros de profundidad, no era tanto, pero sin contar que si los caminantes nos llegasen a ver se lanzaría del puente para caer sobre nosotros; la única forma era regresar un poco he intentar cruzar los más de 4 metros de profundidad, es un riesgo que se tenía que tomar, solo de esa manera llegaríamos más rápido a casá.
Al caminar de regreso observe un árbol de más de 3 metros, una de sus ramas se entrelazaba con otro árbol del otro lado del río, el árbol era un poco viejo pero se veía resistente.
–¿Ves lo mismo que yo Esteban?, podríamos cruzar fácilmente por ahí, pero y ¿Canelo?–. Dijo Cristopher.
Mire a mi alrededor, Canelo no estaba, no lo había visto desde que llegamos al puente; regrese corriendo a donde nos paramos la ultima vez, no había rastro de él; me sentía nervioso, no podía encontrar algo y perder lo en un instante. Luego de unos segundos escuche sus ladridos del otro lado del río, los muertos lo estaban siguiendo y el puente estaba cada vez más vacío, teníamos que aprovechar esa oportunidad que nos dio.