Es mía, sólo mía (parte 1)

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Royal Woods, es una pequeña ciudad que no es tan diferente a las demás. Es un lugar tranquilo, los crímenes nunca an sido tan graves, ni si quiera en sus partes bajas donde viven las personas menos adineradas de la ciudad, de echó esos lugares eran muy bonitos, eran muy callados y tranquilos. Casi nunca pasaba algo más terrible que un simple choque donde no había heridos o robos menores que a casi nadie le importaba (casi nunca le importaban a los dueños) se podría decir que era una ciudad donde nada terrible puede suceder.... o así era hasta ese día.

-¡¡¡Ayuda!!!~gritaba la chica de ropa oscura mientras corría muy asustada.

La chica corría muy rápidamente por atrás de unas viejas y abandonadas tiendas de aquellos barrios bajos de la ciudad. Ella tenía la esperanza de que alguien la escuchara gritar, pero para su mala suerte nadie estaba cerca.

-Vaya que eres rápida chica, pero no te escaparas de mí~dijo aquel encapuchado que comenzó a caminar tranquilamente.

-¡¡¡Dejame en paz!!!~grito la pobre víctima.

-Qué curioso, yo también te pedí de buena manera que la dejaras en paz. Así que si tu no me hiciste caso, ¿por que tendría que hacerte caso yo?~dijo el asesino mientras seguía caminando tranquilamente.

De pronto la chica subió a unas cajas y saltó una cerca.

-Hora de rockear~dijo el asesino comenzando a correr y apoyándose en una sola caja. saltó sin ningún problema al otro lado de la cerca de malla.

Comenzó aquella persecución donde toda esperanza o pensamiento de vivir se desvaneció en cuestión de segundos, que para ella eran minutos, horribles minutos infernales  infernales.

-Vaya que eres una gran corredora, no por nada tienes ese físico tan completo, pero déjame decirte que a ella prefiere mucho más el mío~dijo el asesino.

De pronto, el encapuchado sintió como su bolsillo comenzó a vibrar gracias a una alarma qué provenía de su celular.

-Sólo queda una hora de juego~dijo sacando el palo de golf que tenía amarrado en su espalda~ L. Loud se prepara, apunta,y...~miró una piedra mientras el seguíacorriendo~ Dispara~golpeó la piedra y le dio justo en la cabeza haciendo que la pobre chica se callera~¡¡¡ANOTACIÓN!!!~fue el grito de triunfo del encapuchado.

La chica estaba media noqueada y desorientada por aquel golpe, pero rápidamente ella se puso de pie y comenzó a correr, desviándose de su camino.

-Ahora porfin verás todo color negro,  jajajaja, ¿entiendes?~dijo el comenzado a correr.

-¿Por que me haces esto?~dijo ella con sangre por un lado de su cabeza y soltando lágrimas a montones~¡¡¡¿Por qué?!!!

-Sabes, en una familia muy grande como la mía. Obtener la atención es muy difícil, pero ella siempre está atenta de mi, siempre me pone atención. Y cuando me enteré lo que tu planeabas. Sentí un gran odio hacia a ti, no voy a permitir que tu me la quites.

La chica visualizó un túnel, al parecer era uno de desagüe, comenzó a sentir esperanzas. Creyó que dentro de ese túnel estaría su oportunidad de salir y porfin librarse del infierno que sentía en esos momentos.

Comenzó a correr aún mas con las  fuerzas que le quedaban y entró al túnel... Lamentablemente sus esperanzas se volvieron a desvanecer cuando a unos metros de la entrada había unas tablas bloqueando la salida.

La chica se derrumbó y quedó de rodillas llorando en frente de aquella pared de tablas.

-Sabes, esto jamás hubiera ocurrido si tan solo hubieras echo caso a las cartas que te mandé.

One shots: Sex Loud.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora