El lado mental de la naturaleza.— El Invisible no es necesariamente malo.—
Causas de la hendidura del velo.— Signos del ataque psíquico.— Miedo y
opresión.— Pesadillas.— Visiones hipnagógicas entre el sueño y la vigilia.—
Exhaustión nerviosa.— Gasto y pérdida de fuerza.— Cambios de temperamento.
— Proyección de formas de pensamiento. Materializaciones.— Encantamientos.—
Vampirismo.— Repercusión.— Malos olores.— Precipitación de cieno.— Huellas
de pies de fantasma.— La campana astral.— Fenómenos de poltergeist.—
Estallidos de fuego.— Es necesario considerar: (a) Posibilidad de una explicación
natural, (b) Fraude deliberado.— Una mente abierta es esencial.
Si miramos al universo alrededor nuestro no podemos dejar de realizar que debe
haber algún plan rector que coordine su infinita complejidad. Si tomamos en
nuestras manos y examinamos minuciosamente cualquier cosa viviente, pese a lo
simple que sea, debemos realizar igualmente que la ordenada diversidad de sus
partes se construye sobre un armazón determinante. La ciencia ha buscado en vano
este principio organizador; nunca lo encontrará en el plano físico, pues no es físico.
No es la naturaleza inherente de los átomos lo que hace que se dispongan en
complejos patrones de tejidos vivientes. Las fuerzas conductoras del universo, el
armazón sobre el que está construido en todas sus partes, pertenece a otra fase de
manifestación distinta de nuestro plano físico, teniendo otras dimensiones que las
tres a las que estamos habituados, y siendo percibida por otros modos de
conciencia que aquellos a los que estamos acostumbrados.
Vivimos en medio de fuerzas invisibles de las que percibimos únicamente sus
efectos. Nos movemos entre formas invisibles cuyas acciones muy a menudo no
percibimos en absoluto, aunque podamos ser afectados muy profundamente por
ellas.
En este lado mental de la naturaleza, invisible a nuestros sentidos, intangible a
nuestros instrumentos de precisión, pueden ocurrir muchas cosas que no están sin
su eco en el plano físico. Hay seres que viven en este mundo invisible como peces
en el agua. Hay hombres y mujeres con mentes entrenadas, o aptitudes especiales,
que pueden entrar en este mundo invisible como un buzo desciende al lecho del
océano. Hay también tiempos en los que, como le ocurre a una tierra cuando los
diques marinos se rompen, las fuerzas invisibles fluyen sobre nosotros y
empantanan nuestras vidas.
Normalmente esto no ocurre. Estamos protegidos por nuestra misma
incapacidad para percibir estas fuerzas invisibles. Hay cuatro condiciones, sin
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AUTODEFENSA PSÍQUICA
EspiritualDION FORTUNE AUTODEFENSA PSÍQUICA PSYCHIC SELF-DEFENCE