Brujería, antigua y moderna. —Conocimiento de las drogas.— Factores
implicados en hacer un ataque psíquico. — Concentración mental.— Invocación
de Fuerza cósmica.— El mago mismo es el canal de evocación.— Método de
contactar con la víctima.— Substitución.— Talismanes.— Objetos magnetizados.
— Motivos para el ataque psíquico. Caso de la cantante de concierto.—Caso del
adepto Oriental.— Transgresión mental.
Cualquiera que lea los viejos libros sobre brujería, compilados usualmente por
los buscadores de brujas profesionales a partir de las confesiones de supuestas
brujas extorsionadas bajo tortura, encontrará que los fenómenos descritos caen en
ciertas categorías amplias que son tan constantes en diferentes edades y en
diferentes partes del mundo que se nos deja con la impresión de que debe haber
algún fuego detrás de tanto humo. Los registros estatales de juicios de brujas en
Escocia, los relatos de un sacerdote encargado con la tarea de extirpar la brujería
en el Norte de Italia, los archivos de Bretaña, los cuentos de magia en la literatura
clásica, y finalmente, los relatos de viajantes de las prácticas de gente primitiva a
todo lo largo del mundo, se corroboran todos uno al otro, coincidiendo en cuanto a
los fenómenos descritos, las explicaciones dadas por las brujas de sus métodos, y
las amplias divisiones en las que caen los fenómenos.
Tenemos que tener en cuenta en primer lugar el uso de drogas, de las que ha
poseído un notable conocimiento en todas las edades la Fraternidad Negra.
Pociones, ungüentos y fumigaciones se usaron extensamente, y entre todos los
preternaturales y maravillosos ingredientes de que estaban compuestos
encontramos de vez en cuando substancias que se sabe que son medicinalmente
potentes. La adormidera que da sueños y ganas de dormir, el cáñamo que da
visiones, datura que produce pérdida de memoria, granos con tizón que producen
aborto, ciertos insectos que son poderosamente afrodisíacos, y, en el Nuevo Mundo,
los cogollos de ciertos cactus —todos ellos y muchos otros juegan su parte en los
preparados brujeriles. Paracelso cobró fama convirtiendo algunos de los brebajes
mágicos tradicionales para fines medicinales. Los Borgias ganaron infamia
empleándolos como venenos sutiles que destruían la mente sin destruir
necesariamente el cuerpo. Se cuenta que el filósofo romano Lucrecio fue vuelto loco
por una pócima que le fue dada por su esposa a fin de restaurar su afecto perdido.
Existen viejas recetas para ungüentos brujeriles que contienen opio y cantáridas.
No es difícil imaginar qué clase de sueños vendrán en el sueño así inducido. C.S.
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AUTODEFENSA PSÍQUICA
EspiritualDION FORTUNE AUTODEFENSA PSÍQUICA PSYCHIC SELF-DEFENCE