CAPÍTULO XVI DIAGNÓSTICO DE LA NATURALEZA DE UN ATAQUE

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La condición física puede hacer que se abran los centros psíquicos. -Delirio.—

Problema del diagnóstico.— Método de aproximación.— Uso de la psicometría.—

Cómo tomar un espécimen psicométrico.— Valor de la astrología.— Cómo tomar

un historial del caso.— Cómo detectar a un mentiroso.— Aproximación indirecta.

— Puntos de correlación.— Influencia de los lugares.— Influencia de las

personas.— Necesidad de precaución al proporcionar la acusación.— El

investigador debería hacer un diagnóstico independiente y comprobarlo por el

informe del psíquico.— Limitaciones de la psicometría.

Habiendo considerado los factores puramente físicos en un trastorno psíquico,

podemos venir ahora a la consideración de sus factores genuinamente psíquicos.

Debemos tener siempre presente, sin embargo, que el que se encuentre una

enfermedad física no elimina necesariamente el factor psíquico. Una condición

física, tal como un estado anormal de la sangre, puede causar una forma baja de

psiquismo y poner a su víctima en contacto con condiciones astrales malignas. La

ciencia puede llamarlo delirio o alucinación, pero el ocultista lo llama psiquismo

patológico y puede hacer mucho por aliviarlo, sea cerrando los centros psíquicos, o

excluyendo influencias psíquicas del entorno del paciente de modo que los espíritus

que vea sean angélicos en vez de demoníacos, y le produzcan felicidad en vez de

desazón. Los centros psíquicos abiertos a la fuerza por un torrente sanguíneo

enfermo percibirán cualquier cosa que venga adentro de su campo de visión. Por

consiguiente, asegurémonos de que nada salvo lo que es agradable vendrá cerca de

ellos. Podemos no ser enteramente capaces de mantenerle fuera del Astral, pero al

menos podemos asegurarle que sus vagabundeos sean en una parte segura y

agradable del Astral. La gente no realiza la extensión hasta la que pueden ser

dirigidos y controlados los vagabundeos del delirio por sugestiones musitadas en el

oído de una persona enferma. Podemos acompañar al hombre enfermo en sus

vagabundeos astrales y hacer que se oiga nuestra voz entre sus visiones, alejando

las presencias del mal que la amenazan por nuestro conocimiento y guiando sus

sueños al camino de la paz.

Al comienzo de nuestro diagnóstico debemos distinguir entre tres amplias clases

de trastorno psíquico: los que son un resultado colateral de una enfermedad física,

los que son debidos a una acción humana maliciosa, y los que son debidos a una

interferencia no-humana. El primer tipo debería ser pronto distinguido por el doctor

si, como ya se ha aconsejado, se ha recurrido a él como un preliminar esencial. Más

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