La tranquilidad de mi hogar, al fin estoy de regreso después de tantos años. Todo parece estar tal cual lo dejé aquel 23 de abril, excepto las personas, todas ellas han envejecido. En la mesa de centro se ha marchitado aquella planta que me obsequió una señora en el parque, los muebles están polvorientos, pero todo está bien; o al menos eso creía.
En aquella cena que tuvimos hablamos acerca de como me había ido en mi ultimo verano, pero todos parecían estar de manera temerosa como si algo hubiera pasado durante el tiempo que no estuve. Cuando todos terminamos con la cena que nos preparó mamá, West se levantó de la mesa y se retiró a su habitación así como mis padres también lo hicieron con el fin de evitar que les hiciera preguntas de aquel comportamiento extraño que había notado en ellos desde que regresé.
Esa noche no dormí bien pensando en que sería lo que estaba sucediendo ¿Qué me estaban ocultando? ¿Eran los mismos de antes? No lo sabia, pero me parecía que todo esto había ocurrido durante el tiempo que estuve ausente. Aquella mañana pensé a quien y como preguntar sobre lo que sucedía; no sabia a quien recurrir más que a mi único hermano, West. Fui corriendo hasta su habitación y al no haberlo visto allí se me hizo extraño ya que también me había dejado una nota.
“Megan. Te espero en el lugar de siempre; debemos hablar”
Att: West.
Corrí inmediatamente hacia aquella casita del árbol donde solíamos jugar cuando éramos niños y ahí estaba él esperando que yo llegara; al verme vi que una lagrima bajó por su perfecto rostro y corrió hacia mí para abrazarme. Pude darme cuenta que algo malo había pasado.
Sin haber dicho una palabra West dejó sus sentimientos atrás y volvió al tema que me había querido contar desde un principio.
- Megan hay algo que debo contarte. Dijo
- Primero que todo quiero saber la razón por la cual se comportan de una manera tan extraña. Lo interrumpí
Él enarcó una ceja algo confundido al ver la pregunta que le había hecho.
- Eso es lo que trato de explicar pero no he podido hacerlo a causa de que él no quiere que lo sepas.
- ¿Quien es ese él? Pregunté
West giró la cabeza lentamente y se dio cuenta de que aquella persona los estaba observando.
- Mira Megan dejemos las cosas como están si no quieres que él te haga daño a causa mía.
Y como vi que él se alejaba en ese momento pensé que tenía que hacer algo al respecto porque lo que hablamos no debía quedarse como él me lo había dejado.
Llegué a la casa y vi que todo estaba normal, sin embargo comencé a indagar lo que había pasado durante el tiempo que me fui con mi hermano. Estuve horas y horas buscando pero al fin y al cabo me pareció muy raro no encontrar nada, ningún rastro sospechoso que me guiara a tal respuesta del secreto.
En ese mismo momento llegó West.
- Megan tengo que terminar de decirte el secreto antes de que él impida que esto ocurra.
- Haber dime.
- Cuando te fuiste sucedió algo
- ¿Que es?
- recuerdas a Ryan
- ¿Cual Ryan?
- Ryan collins
- Si, que pasa con él, West
- Bueno, él apostó tu alma a cambio de su libertad. Él tiempo después se arrepintió de haberlo hecho; desde entonces estuvo buscando solucionar aquella apuesta pero por el contrario logró que con quien apostó, enojarlo y causó que las ordenes de él fueran que Ryan te matara por sí mismo y ahora está buscándote para poder hacer aquel mandato.
Megan al haber escuchado semejante noticia entró en pánico. Mientras West estaba tratando de calmarla apareció Ryan detrás de él y lo dejó inconsciente. Cuando él despertó del trance que le había ocasionado Ryan, corrió desesperadamente por toda la casa buscando respuestas de ella pero no la encontró; en un momento le entró el presentimiento de que ellos se encontraban en su lugar favorito y habiéndolo dicho fue hasta allá.
Cuando West llegó, encontró a Megan tirada en el suelo con un cuchillo enterrado en su corazón y en ese instante se asomó un rostro de la nada con una cara de satisfaccion porque Ryan habia cumplido con lo dicho.
FIN
