Jm;
Mi cabeza amenaza con volver a doler y el constante recuerdo frustrante se vuelve repetitivo. Yo puedo jurar que entre todo ese bullicio, entre todos los colores que mantenían viva aquella fiesta podía verlo, lo pude sentir... Me dejé llevar por sus facciones y su aroma embriagador que me arrastraba hacía él y caí. Caí en sus brazos, como un tonto.
Le fui infiel a Jungkook, y ya no era sólo una, sino que había intentado hacerlo otra vez. Esta vez no estaba tomado.
¿Razón?
Simple, me dolía mucho el corazón. Esperaba y esperaba día tras día con parsimonia y mucha, pero mucha esperanza a que volviera, a ver su figura fuerte relucir ante la luz imponente del sol a traves de aquel horizonte por el cuál lo vi partir. Le necesitaba en todos los sentidos y a cada instante porque aunque me cegué con la idea de que sería fácil, no lo es. Estuve con la mentalidad de que Jungkook volvería algún día, de que mi deber como su pareja era esperarle pacientemente y que cuando más pronto volviera, más pronto podríamos amarnos.
Dijo que tardaría unos meses, no 3 años.
Sin embargo me esforcé para perdonarlo, porque después de todo no era su culpa el ser tan hábil en todo lo que hace, porque Jungkook es una persona tan talentosa que no podía molestarme por el hecho de que lo reclutaran como parte del ejército.
Me dolió dejarlo ir, eso sí dolió.
Quizás fue porque yo no estaba bien informado sobre esas cosas, porque no leo demasiado, porque nunca fue un tema a debatir en la mesa o algo de lo que tuviera curiosidad, quizás fue por eso que cuando Jungkook se fue, me tomó totalmente desprevenido saber la cantidad de tiempo que llevaba el castaño fuera de casa. Hubieron noches en las que ni siquiera podía conciliar el sueño. Yo en verdad lo quiero demasiado.
Decidí que esperaría, tal y como me pidió antes de marcharse con ese uniforme puesto. Su cabello olía tan fresco esa mañana que aún puedo recordarlo con claridad, recordé también nuestras lágrimas y nuestro beso de despedida. Oh, Dios... Necesitaba un beso de esos labios, los extrañaba tanto que mi pecho se estrujaba de nostalgia.
Esperé y esperé, los días pasaban, nuestros amigos cercanos estaban graduándose profesionalmente, tenían pareja y andaban muy contentos. En cambio yo estaba allí esperando; pero ¿Qué más podría hacer si se trataba de él?, lo amaba como nada y rechazaba cualquier crítica o consejo que implicara el salir a por una cita o algo parecido. No me agradaba la idea, No sabía cuando volvería ni que podía encontrar la banca ocupadas si me descuidaba. Así que me aguanté.
Los rechacé, sólo estaba en mi casa y de allí seguía el camino hacía la banca de madera fría por las temperaturas de invierno. Me sentaba y, casi que volviéndose un hábito, lo esperaba. Era muy persistente, tenía que esperarle, así derramara lágrimas en el proceso, porque si, yo daba todo por él y sé que valía la pena. Aunque no recibiera ni una sola señal de su parte.
Pero no se qué me pasó, no sé porqué me siento tan culpable de haber hecho lo que hice, de disfrutarlo todo imaginándolo a él, de abrazarlo y de besarlo mientras soñaba despierto. Puede que ese ni siquiera fuese yo, me hubiera gustado que todo hubiese sido un sueño, pero sí lo hice, porque los rayos de sol en ese día al despertar me hicieron reaccionar sobre lo que ocurrió y en mi corazón se formó un hueco.
Y creo que profundizó más el miércoles, al volver a recibir a Jaebeom. Él en serio creía que yo no amaba a Jungkook, que yo podía hacer muchas cosas más despegándome de él y de nuestra promesa pero no exageraba si decía que Jeon Jungkook era lo más importante para mí. La primera persona excluyendo a mis padres. Jaebeom volvió a besarme, se atrevió a tocar mi muslo y cuando estuve a punto de cerrar los ojos lo imaginé a él en su lugar, imaginé sus finos labios semi abiertos frente a mí pidiendo un beso.
Y lo alejé.
Alejé a Jaebeom de mí y con mis ojos llorosos me fui a nuestro hogar... Me siento tan culpable de haber hecho lo que hice, no quería hacerlo.
Él era mi razón de estar, esperaría por el.
Porque quizás yo no era el mejor, pero... Lo amaba con locura.
Y porque lo amaba con locura me sentí tan sucio al darme cuenta de que le había sido infiel con la cadena de oro que me envió puesta en mi cuello.
Estaba tan desanimado que la humedad en mis párpados a punto de gotear nuevamente no me dejaba visualizar bien el paisaje el cuál me encontraba contemplando, tampoco me permitió ver cuando el nuevo muchacho de las entregas se acercó hasta mi buzón y dejó un pequeño sobre.
Limpié las lágrimas que corrían por mis mejillas y resoplando mi nariz me levanté de la banca y me acerqué hasta el buzón donde anteriormente había pasado el cartero. Me asome y quedé sin respiración al leer el nombre del emisor que me escribía... El nombre escrito en esa carta.
Jeon Jungkook.
ESTÁS LEYENDO
Waiting for love • Kookmin국민
Hayran KurguEl Lunes me dejó roto El Martes me llenó de esperanza El Miércoles mis brazos vacíos estaban abiertos El Jueves esperando al amor. Esperando tú amor. La constelación agradece al Viernes El Sábado mi cuerpo arde como fuego El Domingo no iré a la igl...