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Me despedí de mi padre, quien me había venido a dejar a mi nuevo colegio. Le sonreí y caminé hacía la entrada tranquila.

Sabía que no me iba a ir mal. Nunca fuí de esas chicas que sufrían de bullying o cosas parecidas así que confiaba en que este no sería el caso. Tampoco fuí de las que reinaban el colegio, simplemente no se me daba. Intentaba ser lo más amable con la gente.

Camine por los pasillos tarareando una canción de Simple Plan. Sentí un cuerpo chocar contra el mío y me queje.

– Auch –Dije mirando a la persona que me golpeo.

Él chico que me había tirado al piso traía ropa en la mano, era bastante alto, y tenía un piercing en el labio. Me miró nervioso y después me sonrió de lado. 

– Lo siento mucho –Me estiró su mano. Pero antes de tomarla llegaron otros tres tipos corriendo.

– Mierda Luke, muévete –Grito el de pelo teñido, lo miré bien y era el chico que conocí en el restaurante de comida rápida. Lo miré y parpadee varias veces. Fruncí el ceño intentando razonar todo esto. 

– Joder, ahí viene, Lukeeee, apúrate –Gruño el moreno mientras volteaba hacia atrás y tocaba la espalda del chico que me había tirado anteriormente. El también traía una pila de ropa. 

Tome su mano rápidamente, me levante. Soltó mi mano, me sonrió por última vez y salió corriendo con sus otros 3 amigos detrás.

Segundos después un chico en toalla salió corriendo detrás de ellos.

– ¡Son unos imbeciles! –Gritó corriendo– ¡Vuelve aquí Irwin!

Pude escuchar sus risas, junto con todo el mundo riendo viendo a escena.

Miré por ultima vez hacía donde ellos habían salido, y dudosa camine a intendencia donde me deberían de dar mi horario y la clave de mi casillero. Al terminar salí y camine por los pasillos completamente vacíos.

Escuché gritos y voltee a ver de donde provenían, ya que según yo, era la única persona en los pasillos.

– Eres un idiota, Hemmings –Gritó el chico de antes mientras le metía un puñetazo al chico que me golpeo. El tal Hemmings gruñó tocando su nariz.

Abrí los ojos sorprendida. ¿Donde estaban sus amigos para defenderlo? 

De pronto los otros tres chicos llegaron corriendo. Uno tomó la mano del chico que me golpeo y lo levanto del piso. Otro lanzo la ropa que tenían en las manos hacía el chico de la toalla. Y el último le aventó unos zapatos.

Miré hacía otro lado intentando huir de esa escena. 

Miré a los chicos volver a correr. Vaya, corren bastante...

Camine hacía mi primera clase, estaba un poco perdida. Al mirar el número de mi horario y volver a mirar el de la puerta me encogí de hombros. 

Aquí debía ser. Se supone. 

Toqué la puerta dudosa, y de esta salió un profesor alto, nada mal para ser maestro. Las palabras no salían de mi boca así que le extendí mi horario.

– ¿Eres de nuevo ingreso? –Pregunto mirando el horario y asentí. Él me sonrió y se hizo a un lado– Pasa.

Asentí apenada, me regreso mi horario y me senté en el único lugar vacío.

Las clases pasaron hasta que dio el descanso. Había conocido a varias personas en el transcurso de clases. Todos eran muy amables, tanto que daban miedo. Camine hacía la cafetería, y me formé en la fila de la comida.

– Asqueroso–Murmuró un chico delante mío.

– Calum, cállate–Habló la otra persona enfrente de él–. Robertha te escuchará y no nos dará postre.

– El postre es asqueroso también–Dijo haciendo una mueca de asco.

Comencé a mirar la comida que había ahí, y la verdad es que no se veía del todo mal. Tomé una hamburguesa que estaba ahí. Seguí caminando y después tome unos aros de cebolla que lucían un poco raros.

– ¡No comas eso!–Gritó el chico al lado mío y me quitó las pinzas de la mano. Fruncí el ceño confundida e hice un puchero, como si a un niño pequeño le hubieran quitado su dulce favorito. Era el chico de la mañana, uno moreno, con unas mejillas completamente adorables.– Te vas a enfermar, créeme.

Lo miré y tome papas fritas ahora. Esperando su aprobación lo mire, él hizo lo mismo y asintió al verme tomarlas, seguimos caminando por la fila. Llegamos al punto de los postres. El y su amigo discutían acerca de cuál deberían de comer. Rodee los ojos y tomé rápidamente el mío, que parecía ser un pay de manzana. 

– Hey, yo te conozco–Dijo el chico de pelo teñido. Lo miré a los ojos y asentí lentamente–. ¡Eres la chica de Wolfies! Mira, es ella Calum. Se llama Cassie, creo, algo así dijo su hermano.

Lo miré confundida y apenada. Habían escuchado a mi hermano gritar "Cassie tiene novio". Me sonroje.

– ¿Quieres comer con nosotros?–Preguntó tomando mi brazo y arrastrándome con ellos.

Llegamos a una mesa donde estaban otros dos chicos, el que me había tirado en la mañana y el que le había aventado los zapatos al musculoso.

– Miren chicos, ella es Cassie, ¿verdad?–Dijo presentándome a sus amigos. Era muy raro, no me sabía sus nombres y no sabía como demonios había terminado aquí.– Él que te tiro en la mañana se llama Luke, es bastante idiota –Dijo y reí–. Él es Ashton, el chino que no es chino es Calum, y yo soy Michael.

– Soy Cassie–Dije sentándome al igual que ellos.

– ¿Eres nueva? –Dijo Michael mirándome.      

– Esto es muy raro –Dije mirando mi plato mientras parpadeaba sin creer lo rápido que había ocurrido todo, sin saber cómo demonios había terminado sentada con 4 chicos que parecen todo menos normales.

– Robertha hace todo lo que puede –Dijo refiriéndose a la comida y fruncí mi ceño divertida. 

– Hablaba de otra cosa... –Respondí riendo.

     

     

Losers Club «5sos»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora