Capítulo 27

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MARTES POR LA NOCHE

Las notas que Christina escribió eran concisas pero directas, con éstas los demás ya estaban enterados de la situación. Después de que Isaac encontrara la libreta debajo del colchón de Ana, la Capitana comenzó a escribir mientras hablaba de cosas sin importancia. La primera nota decía:

<<Ellos escuchan. Intercomunicador oculto dentro de mi oreja. Mucho más pequeño que un audífono, ellos lo controlan, deciden cuándo encenderlo y apagarlo.>>

Lo siguiente que escribió fue:

<<Ayúdenme a ayudarlos. Pretendan mi muerte. Tiene que parecer real, tengo un lector de vida en el tobillo. Finjan que no saben del intercomunicador.>>

La tercera nota parecía más como el plan a seguir:

<<Discutan, mírenme, enójense, peleen, mientan, murmuren entre ustedes, callen, planeen, finjan mi muerte: Mi arma está en el jeep, puede ayudar.>>

Y lo último que escribió:

<<NO deben saber en dónde están, nada de direcciones mientras el auricular esté aquí.>>

<<P.D: actúen como lo han estado haciendo o ellos sospecharán.>>

El primero en leer las notas fue Isaac, que sorprendido por las palabras tan precisas de la Capitana pasó la libreta a Iván que parecía desesperado por las respuestas. El primero miró a Christina asintiendo. Miró su pie y lo señaló, quería ver el lector y averiguar cómo quitárselo. 

Chris se levantó el pantalón para dejar a la vista el aparato, era una pulsera que abrazaba su tobillo, parecía ser metálica y tenía una pantalla azul a un costado donde pasaban unas palabras de un extremo a otro mientras que desaparecían las anteriores: <<presión: normal>> <<respiración: normal>> <<temperatura: normal>> <<Rad en sangre: 1%>> <<exposición a Rad: 75 rads>>

Interesante- pensó Isaac y después de que él mirara, el resto también se asombró con la tecnología que llevaba la Capitana.

-Creo que va siendo hora de dormir- soltó de repente el muchacho- mañana veremos qué hacer para alcanzar al resto. Seguro están perdidos- inteligente, pensó la Capitana sonriendo.

-Sí, claro. Aunque tengo el presentimiento de que los encontraremos- se aventuró a decir Christina.

-Pues vamos entonces- sugirió Fer que después de leer las notas quedó tan atónito como Isaac.- hay espacio para tres del otro lado.

-Gracias, creo que yo me quedaré aquí. Quiero estar al pendiente de Isaac, parece que ya perdió mucha sangre.-explicó la soldado.

-Así es, pero ya...- Iván fue interrumpido por un golpe en el estomago que Fer le encajó- ya está despierto al menos- corrigió su frase inicial casi tosiendo por el golpe repentino.

-De hecho- Christina retomó la palabra- me gustaría hablar con Silvia, si es posible.- Pidió amable.

-No. Si vas a hablar, que lo escuchen todos- se negó la aludida. Estaba empezando la pelea.

-Si, Capitana... ¿Por qué mejor no nos cuentas a todos de dónde vienes, ah?- propuso Iván, emocionado.

Silvia ordenó a Iván, en secreto, que fuera al jeep y trajera el arma de Christina, no tardó nada en volver y se la tendió a Fernando que creyó era el más apto para ello. El mayor la tomó sin preguntar, ya habían ideado un plan.

Si tú vas, yo tambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora