Era de mañana. El sol iba saliendo y brillando como cada día. El rey estaba en su habitación, esperando a la rutina de cada día.
Era aburrido ser el dios principal, pensaba que podía ir y venir a su gusto, pero su guardián no lo dejaba salir del castillo. Era estresante, pues teniendo 25 años era impresionante que no lo dejaran salir. Era mayor de edad, por supuesto; era apuesto, obviamente; era valiente, como nadie en la vida; era el dios más amable y el más justo, pero ni con eso te ganabas el permiso de salir de tu castillo... a menos que tengas el recorrido real de cada mes, en donde los dioses salen a ver que el pueblo este funcionando como debe.
Bueno... la rutina no se acababa. A bañarse, vestirse, desayunar e ir al consejo para comenzar las labores de los humanos.
Pobre Jimin, no se abastecía con gobernar el reino de los dioses, pues él quería algo más. Algo que lo mantuviera al límite, sentir la adrenalina, aventuras, pero nada. Solo podía permanecer ahí pues, el recorrido del mes se hace en los primeros días y después de eso no puedes volver a cruzar la línea. Irónico no, otros dioses se han enamorado de mortales, pero él nunca tuvo la oportunidad. Siempre estaba de nube en nube para poder ver que su reino funciona de maravilla.
Él nunca imaginó que las historias de los dioses y mortales fueran reales, pues, su madre siempre sacaba esas historias de libros, cosas irreales, fábulas que solo niño tiene para divertirse. Nunca lo imaginó, hasta que se enamoró de una, pero había algo especial en ella. Algo que lo atraía más hacia ella.
Los dioses tienen un registro de los humanos que día a día se van creando o desarrollando. Reviso cautelosamente cada registro y nada. No había nada sobre, no fotos, no descripción, nada, ni siquiera su nombre. Por más que trate de ocultarlo eso le molestaba, pues al no saber nada de ella le preocupaba el hecho de que al no estar registrada la asesinen o... si no está registrada, no es una mortal.
Se acercó a su guardián y le propuso bajar para ver que todos los mortales estén registrados.
-Taehyung. Necesito ir a los bajos suelos.
-Mi señor, sabe que la visita se realizó hace unos días.
-Sí, lo sé muy bien, pero acabo de darme cuenta de que tenemos pocos mortales en nuestros libros. Los he estado vigilando como cada mañana y estoy seguro de que no están todos. Saben que les dimos la virtud y el goce de procrear, pero no nos están informando de cuantos mortales más han surgido.
-Bueno, no le quitare el hecho de que puede ser cierto, pero es peligroso. Los humanos son seres incontrolables, obtienen todo lo que desean.
-Y nosotros somos dioses, no nos daremos el lujo de perder de vista a estos humanos. Dile a JungKook que prepare una guardia y que Hoseok les avise al resto.
-Si mi señor, enseguida.
-Y Taehyung, deja de llamarme así. Eres mi mejor amigo, solo dime Jimin.
-Y también soy su guardián, pero no dudaré en tratarlo como mi amigo.
YOU ARE READING
Cada 120 años
Fanfiction[ONE SHOT] Los dioses son los seres más poderosos. Su deber es ayudar a los humanos y tenerlos en las condiciones óptimas de vida. El olimpo es su santuraio, el inframundo una perdición. NO COPIAS. DERECHOS DE AUTOR