-¡Tú, mamá y la abuela, adentro! Esperen aquí, no salgan hasta que lo avisemos ¡Ya! -Le hablo decidida.
Me separo de Franco y me dirijo en busca de un revólver Magnum que tenía guardado en el primer cajón de la cómoda.
Mi hermana asiente con la cabeza y, aún nerviosa, sale de mi habitación a paso rápido. Yo me dirijo a las corridas, todavía en pijama, a la entrada del hotel; Escucho a Franco moviéndose detrás de mí.
Mierda.
La escena que veo es horrible: Todos los hombres están disparándole a una enorme horda de zombies que se acercan velozmente hacia el hotel. Tampoco es que sean un millón, pero nos va a llevar un largo tiempo ocuparnos de todos.
Me hago un hueco entre dos personas y me dispongo a disparar con el resto del grupo. Noto que a quien tengo a mi derecha es Arian, y a mi izquierda, Nahuel: Ambos intentan recargar munición en tiempo récord. Yo, por otro lado, siento que los tímpanos me van a explotar con el sonido de tantas balas viajando juntas.
-¿Cómo no los vimos llegar? -Pregunta Arian.
-Porque los envió la malnacida de Mirage, no han venido de la nada -Responde Nahuel.
El chico tenía razón: Esta era otra de sus tantas "bromas pesadas" ¿Cuándo se va a cansar de molestar? Bueno, si es que se cansa alguna vez...
¡¿Qué mierda es lo que quiere?! Es ridículo que a estas alturas del partido no lo sepamos todavía.
Cuando por fin ya queda una cantidad considerablemente menor de zombies, quizás unos veinte, grito para que todos puedan escucharme.
-¡Dejen de desperdiciar munición! -En el instante que termino de hablar, suelto mi revólver y dejo que caiga al suelo, a la vez que me acerco a las criaturas. Todos me observan, perplejos, esperando mi reacción.
Mezclada entre los zombies comienzo a pelear: Muchos de ellos reciben mis potentes patadas. Cuando siento las piernas cansadas, continúo con puñetazos, y los monstruos siguen cayendo delante de mí.
Luego de los golpes con piernas y brazos, comienzo a sujetar a los zombies del cuello para partírselos, teniendo cuidado de evadir sus mordiscos.
Veo como una pequeña cantidad continúa andando detrás de uno de los autos, un poco alejados de la entrada. Entonces se me ocurre una idea; Observo a Franco y éste me devuelve la sonrisa cómplice como si me hubiera leído la mente.
Corro rápidamente hacia la parte trasera del vehículo y, dando un salto que creía incapaz de hacer, me subo a él. Me muevo sobre el techo del coche con habilidad y, al llegar al otro extremo, repito el gran salto pero esta vez dirigiéndole una patada a varias de las criaturas que se encontraban cerca. Ninguna resiste el impacto. Para mi sorpresa, y suerte, caigo de pie en el suelo y en perfecto estado.
Enemigos eliminados.
Suspiro profundamente, no sé muy bien si por la alegría o el cansancio, pero le sonrío al resto del grupo que se encuentra mirándome y aplaudiéndome a modo de felicitación.
Me acerco hacia Franco.
-Vaya, sí que eres valiente. Comprendí que querías realizar esos movimientos, pero realmente me sorprendiste al hacerlo
-Te lo dije, Trauls. Tu novia no es del tipo damisela en apuros
Ambos intercambiamos sonrisas y lo veo ruborizarse, aunque sé que yo también lo estoy, debido al calor en mis mejillas.
-¡Eso que hiciste fue increíble! -Nos interrumpe Victoria, saliendo por la puerta principal del hotel, lo que hace que me separe inconscientemente de Franco -Lo vimos todo por la ventana. La verdad pensé que ibas a terminar mal ¡Pero eres como la Mujer Maravilla!
Mi novio y yo reímos ante el comentario.
-No soy la Mujer Maravilla, y estoy muy lejos de serlo, pero muchas gracias
Vicky me sonríe y luego se va.
Noto que Franco intenta sujetarme de la cintura, pero le aparto el brazo con disimulo.
-¿Qué ocurre? -Me susurra.
-Recuerda que, por el momento, sólo yo sé que eres mi novio -El chico ríe por lo bajo -Además, tenemos que hablar
-¿No llevamos ni siquiera una hora de relación y ya quieres quejarte?
-No seas estúpido. Es sobre Mirage
Franco y yo comenzamos a caminar alrededor del hotel mientras hablamos.
Le resumo mínimamente el propósito de Julián de encontrar a la mujer y, además de contarle que parece que mi mejor amigo conoce su ubicación, le pregunto si quiere estar en el grupo de búsqueda y qué opina sobre el tema.
Luego de darle una vuelta completa al exterior del hotel, volvemos a estar en la zona frontal, donde vemos a cierta parte del grupo preparando la quema de cadáveres para quitárnoslos de encima.
Franco y yo recostamos nuestras espaldas, uno junto al otro, en la pared del hotel.
-Yo voy -Dice sencillamente mi novio.
Lo veo sacar del bolsillo de su pantalón un paquete de cigarrillos.
Se los quito de la mano antes de que pueda hacer demasiado con ellos.
-¡¿Qué mierda haces?!
-Pues... Iba a fumar ¿No te parece? Se los quité a tu papá. Sólo quiero calmarme un poco
-¡¿Pero qué estupideces dices?! Tú no has fumado en tu vida y no vas a empezar ahora. Entiendo que estés nervioso pero esta no es la solución
-Está bien, mamá -Franco pone los ojos en blanco.
-Es por tu propio bien. A ti no te gustaría que yo fumara
-A ti tampoco te gustaría que yo arriesgue mi vida constantemente y es lo que tú haces
-Oh vamos, Franco, hasta tú sabes que no es comparable
-Claro que sí. Yo no estoy diciéndote que no vayas en busca de Mirage
-No es algo tan arriesgado, volveré viva, Franco. Estos idiotas te asesinan poco a poco -Hablo mientras guardo el paquete de cigarrillos que, con sigilo, tendré que volver a colocar entre las cosas de mi padre -Además te pedí que me acompañaras precisamente por eso. Yo puedo cuidarme pero sé que quizás así te sentirás más seguro. Y en realidad necesitamos refuerzos... Dudo que haya muchos que quieran dejar este hotel ahora. Es un paraíso en medio de esta mierda
-Por eso iré, por ambas razones. Y por Julián, tengo que vigilarlo de cerca después de lo de esta mañana
-¡Yo no pienso tener este tipo de relación posesiva contigo, Franco!
De forma inconsciente me cruzo de brazos como una niña enfadada. Mi novio me sujeta de la cintura y, mientras ríe, me mira a los ojos.
-Sólo bromeaba preciosa. Pero cuantos más estemos dispuestos a ir, será mejor. Tenemos que acabar con Mirage, de lo contrario jamás estaremos a salvo
-No lo sé... La verdad es que no me entusiasma mucho pensar qué vamos a hacer con ella. Pero estuve pensando... Que quizás debería decírselo a mi familia
-¿Qué? ¿Sobre todo este asunto?
-Pues, sí...
-Se volverán locos, Íngrid
-No podemos ocultarlo toda la vida. Si no lo saben por nosotros lo harán por Mirage, y dime tú cuál es la mejor manera
-Sí... Supongo que tienes razón ¿Quieres que les avise a los demás sobre eso? ¿Y que encuentre voluntarios para el viaje?
-Te lo agradecería. Yo voy a reunir a mi familia y les contaré todo después de cambiarme
-¿Cómo crees que se lo tomarán?
-Se van a espantar. Pero sé como tratar con ellos... Al fin y al cabo, no los conozco desde que nací para nada
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Cuando El Apocalipsis Empieza (Masacre Mundial 1)
Aksi"¿Por qué tengo que convivir con once chicos que, además, me tratan mal? Me frustra que crean que por ver una maratón de Zombies Al Amanecer sabrán utilizar los cuchillos. He matado a casi media escuela convertida en esas cosas, he conducido de aquí...