-Adelante Elena, ¿puedo saber que se te ofrece? – en la sala se encontraban algunos caballeros incluido su padre y el cisne.
-Solo quería saber cuándo poder regresar a la villa o cuánto tiempo más es necesaria mi presencia – su padre se tensó al escuchar eso, recién se volvían a ver y ya se quería alejar nuevamente y esta vez no era seguro volver a verla.
-¿Acaso ya deseas marcharte?
-Si – su respuesta tan directa desconcertó a varios de los presentes.
-¿Puedo saber el porqué de esto? – Shion noto lo que comenzaba a sentir su compañero.
-Porque mi presencia ya no es necesaria, cuando el antiguo patriarca Kanon me mandó llamar me mantenía en la condición de guardiana de acuario, como podrá ver el antiguo guardián ya regreso y tiene un discípulo más que capaz para sustituirlo, sin mencionar que mi presencia es más requerida en la villa del sur donde sus habitantes necesitan de mi poder para no perecer ¿es necesario algún otro motivo? – Shion suspiro, tratar con los acuario era difícil en verdad.
-Tiempo indefinido Elena, aun no se resuelve el asunto de los santos dorados, en dado caso que lo crea conveniente podría dejar a cualquiera de ustedes a cargo de los templos, sus padres necesitan un descanso.
-Me parece un pretexto absurdo y no me convence su explicación, si de verdad fuésemos candidatos para seguir como guardianes no hubiesen regresado a la vida – todos los presentes escucharon atónitos a la hija de acuario, pese a ser la menor era la que más comprensión tenía al respecto.
-Elena cuida como te diriges al patriarca – Camus intervino para que no supiera de más.
Se reverencio y les dio la espalda dispuesta a abandonar aquella sala, se giró y antes de marcharse les dedico unas últimas palabras – creo que comprende la situación patriarca, me debato entre cuidar de unas buenas personas o permanecer aquí donde no hago nada.
El patriarca medito un momento y suspiro pesadamente, Elena tenía razón, su lugar ya no estaba con ellos en el santuario.
-No lo estará pensando ¿o sí? – un ligero temblor en la voz de Camus se hizo presente.
-Cinco meses, es lo único que podemos tenerla aquí sin justificación.
-Comprendo – suspiro - ¿cree que exista la manera de retenerla otros tres más?
-Lo dudo ¿Qué interés tienes en que sea ocho meses?
-Solo era curiosidad, permiso – se retiró de la habitación seguido de los santos de bronce, cuando llego a la entrada de piscis vio a Elena hablando con Aurora.
-Te dije que mantuvieras tus flores lejos del templo.
-Quería ayudarte a cuidarlo, no creí que te molestaría.
-Era algo innecesario, ese templo no necesita protección, la primera casa es la barrera base, sin mencionar que cualquiera que lograse burlar a los primeros dos guardianes no burlaría la casa de géminis, solo gastaste tiempo y energía.
-No hay problema con eso, considéralo como un regalo de mi parte.
-Sabes que no debes tener esos detalles conmigo.
-¿No crees que es muy grosero y malagradecido de tu parte despreciar los regaos de tu amiga? – Seiya se acercó a ambas guerreras molesto por las actitudes de Elena.
-Esto no te incumbe – se fue sin decir nada más.
-¿Qué le pasa? – Pegaso no entendía como alguien podía ser tan ingrato con sus amigos.
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Los caballeros dorados: la generación sin armadura
FanficDiez años han transcurrido desde la última batalla en el inframundo, diez años en los cuales la paz a reinado y los caballeros de bronce protegen el mundo por el cuál los antiguos caballeros dorados pelearon. Pero ¿que hacer con la calma que viene d...