Capítulo 1

14 1 3
                                    

La clavícula ahora es más visible. Mis muñecas son más ligeras y mis dedos más estrechos. Las ojeras se han apoderado de mí y el cansancio no me permite a penas caminar. Pero sé que no se me va a ir de las manos. Siento que ahora lo tengo más bajo control que nunca. Mis muslos han perdido grasa, y al tener las piernas tan estrechas me han parecer más alta. Estoy perdiendo pelo bastante rápido, aunque eso no me importa. Así me siento mejor. Pero entonces me miro al espejo y una luz blanca ilumina mis ojos y me siento inconsciente. Mis ojos captan un techo blanco y oigo algunas voces por debajo. 

-Hija...-oigo la voz de mi madre susurrándome.-Estamos en el hospital. Te ha dado una bajada de tensión y te has desmayado. Tenemos que hablar contigo.

-¿Qué pasa?

-Hola Mónica, ¿cómo te encuentras?-dice el doctor, apoyando su mano sobre mi hombro. Pero no me molesto en contestar. 

-Verás...Tienes un índice de masa corporal de 16,8kg, y actualmente pesas 36,5kg. Por lo tanto...vamos a tener que ingresarte durante un tiempo.

Mis ojos se abren como platos. 

-¿Cómo?-digo, confusa, al borde de llorar.

-Este hospital ya tiene todas las plazas llenas, pero esta noche te trasladaremos a otro. Ahora descansa. un poco.-y se va.

Me quedo a solas con mi madre, pero aún así siento cierta sensación de soledad.

-Mamá...-la digo, con miedo. 

-¿Sí?

-No puedes dejar que me hagan algo así.-mis ojos están cubiertos de lágrimas.

-Cariño...Estás enferma. Lo necesitas.

-¿Qué me harán allí?

-Pues te pesarán, te darán de comer...cosas así.

-Dios...-escondo mi cara entre las palmas de mis manos.-van a cebarme y voy a convertirme en un monstruo...

-Oye, escucha: no van a convertirte en nada, simplemente te alimentarán para que cojas algo de peso y te pongas sana y fuerte.

-No, mamá...-rompo a llorar.

-Duérmete hasta que nos marchemos, te vendrá bien.-dice, y me besa la frente con delicadeza.

Despierto con la mirada fija en la ventana. Ya es de noche. En ese momento, o un poco más tarde, llega un doctor con una silla de ruedas.

-Siéntate. Vamos a trasladarte al otro hospital en ambulancia.

Me siento y el hombre, seguido de mi madre, me lleva a través de varios pasillos realmente largos . Todo está tranquilo, y el silencio que invade las salas incluso me pone algo triste.

Salimos por la puerta que da a la calle, y nada más salir veo una ambulancia y otro doctor al lado de una camilla, esperando.

-Bien, vamos a moverte a la camilla. Agárrate a mi y túmbate.

-Tranquilo, puedo andar sola.

Me suben a la ambulancia y mi madre se sienta a mi lado.

No puedo dejar de llorar.

-Todo saldrá bien...-mamá me coge de la mano y la aprieta suavemente como afecto cariñoso.

Cuando al fin llegamos, volví a sentarme en la silla de ruedas. Cruzamos a la derecha nada más entrar por la puerta, andamos recto hasta el final del pasillo, y ahí se encontraba la sala. Pasamos delante de muchas habitaciones con las puertas cerradas y alguna que otra tiene las luces encendidas.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 15, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

FROZEN BONESWhere stories live. Discover now