Solo le bastó con despertar para sentir aquel incomparablemente cosquilleo al sentir la respiración de Golden en su cuello. Parecía que a Golden le gustaba hacer eso.
Suspiró, y tras acomodarse un poco, abrazó a Golden con cuidado de no despertarlo.Se sentía tan irremediablemente feliz por lo que había ocurrido al día anterior. Estaba feliz por Golden, por que haya logrado ver a su madre. Pero eso solo lo hacía preguntarse aún más sobre su familia biológica. Había adorado a Sam y lo carismática que era, pero... ¿Y si sus padres también eran así? ¿Y si su madre había sido tan linda como lo era Sam? ¿Y si sus padres habían permanecido juntos? ¿O se habían separado como los padres de Golden? ¿Habrá sido su padre tan firme y rígido como Matthew? ¿O más tranquilo y amable como Joshua? ¿Serán tan altos como lo era él? ¿Tendría una familia grande, con muchos primos y tíos, o habrá sido pequeña? Miles de dudas carcomían su mente, y lo dejaban ahí a su suerte, dificultándole el prestar real atención a su al rededor. Ya no podía quitarse esas dudas de la cabeza, no había manera, él no podía hacer como había hecho Golden, de ir y buscar a su madre, porque sus padres ya estaban muertos, eso le habían asegurado en el orfanato, sabía un poco de la historia. Su padre había muerto, y al no poder mantenerlo, su madre tuvo que dejarlo a su suerte en un orfanato, y no dudaba que su madre también había muerto, pero realmente no era como Springtrap, por ejemplo, que él tenía ciertos recuerdos y fotos de sus padres, pero Foxy no, no tenía ni la más remota idea de lo que había sido de sus padres biológicos.
Pero estaba feliz. Aún con todas esas dudas en su cabeza, estaba satisfecho. Chica le diría que de haber tenido padres desde pequeño, su vida no habría llegado hasta donde se encontraba en ese momento. Seguramente hubiese estudiado en otra escuela, no hubiese conocido a Golden, o a Chica, o a Bonnie, tampoco a Springtrap o Mangle. Las cosas hubiesen sido diferentes, pero... Quizás estaba feliz así, sin haber tenido la presencia de sus padres biológicos.
Estaba feliz así, con la vida que estaba viviendo.—¿Piensas en algo?—La voz de Golden lo sacó de sus cavilaciones, sorprendiéndolo un poco
Foxy volteó a ver a su contrario, que lo observaba con el codo apoyado en la almohada, mientras su rostro reposaba sobre su mano, manteniendo esa característica sonrisa ladina, y sintió como los colores se le subían al rostro
—¿C-Cuánto tiempo llevas mirándome?—Preguntó con tan solo un hilo de voz que lograba salir de su garganta
—Hm...—Miró al techo, como si éste le proporcionara la respuesta que buscaba, para luego volver a dirigir sus ojos claros al pelirrojo, nuevamente con tal sonrisa ladina—Un rato ¿Por qué?
—¿N-No pensabas decir nada? ¿P-Planeabas quedarte ahí mirando?—Preguntó, mientras se cruzaba de brazos como si se encontrara molesto, pero esa situación no le molestaba, si no que más bien, le avergonzaba
—Sí, me gusta mirarte—Respondió—Eres muy lindo...—Estiró su brazo para acariciar con suavidad la rojiza cabellera de Foxy—Además de que eres la persona más adorable del mundo—Sonrió embobado—Y me encantan tus ojitos...—Rió un poco, también de una forma un poco tonta—Y tus mejillas pecosas...—Suspiró—Y tus labios...—La mano de Golden bajó a la mejilla del pelirrojo, y rozó su pulgar con el labio inferior de éste, haciéndolo sonrojar más de lo que ya estaba—Y... Ah, bueno, tú enterito me encantas.
Foxy se quedó en silencio unos segundos, manteniendo uno de sus ya típicos pucheritos. Aquellos preciosos ojos claros que brillaban y destellaban pidiéndole en silencio que nunca lo dejara, que nunca se alejara, que siempre estuvieran ambos juntos, que no le mintiera, que le otorgara aquella vida juntos que siempre le había prometido, que lo quisiera, que lo amara con la misma intensidad que lo había hecho la primera vez, que le pedían y le prometían una infinidad de cosas. Cosas que Golden estaba dispuesto a concederle, cosas que Golden nunca se cansaría de concederle.
C me pasó la mano
AhrePorqué