16. Malos instintos (1ª parte)

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Jack esquivó por milímetros el brutal codazo de Roca, que le hubiera reventado las tripas, pero no soltó la cadena con la que la sujetaba por el cuello. Nameless se alzó otro palmo más, en sus ojos extra grandes no quedaba claro si comprendía lo que estaba ocurriendo. Y no era la única aturdida.

–Jack, ¿qué demonios haces? –preguntó Zack.

–No voy... a dejar que... la tome... con ella –contestó el chaval, manteniéndose siempre a la espalda de Roca y fuera del alcance de sus puños, codos, pies...

–¿Y eso? ¿Por qué te has ablandado? –quiso saber el vampiro con gravedad.

Jack le mandó una mirada fulminante, antes de tener que saltar lejos de Roca y evitar un rodillazo que le hubiera incrustado el material entrepiernil en la nuca.

–¡Porque tú la tomaste conmigo! –le contestó y echó mano de un látigo, con cara de no querer utilizarlo.

El vampiro resopló como si estuviera harto de que le reprochara aquello, y no parecía que fuera a ayudarlo pese a que Roca avanzara emanando templada y oscura furia asesina.

–Nameless no tiene la culpa –continuó hablando, retrocediendo ante la encarnación de la Muerte por Desmembramiento–. Ella sólo ha sobrevivido, suficiente complicado lo ha tenido ya.

A Roca le daba igual todo, arrancó un potro de tortura atornillado al suelo y lo lanzó contra Jack, que corrió a ponerse a cubierto, aunque anduvo muy justo. Entonces una jaula tamaño persona se balanceó violentamente y le arreó en la nuca a Eisentblut, sin aturdirla lo más mínimo.

–¿No esperas tu turno? –le preguntó gutural a Nameless, que, encaramada a una silla eléctrica, cazó la jaula cuando regresó con ella.

Su mutada Subcapitana no respondió, regresó al suelo sin dejar de mirarla y retrocedió a cuatro patas, con el vientre casi pegado a las baldosas de piedra. El látigo de Jack hizo aparición y se enrolló en torno a una muñeca de Roca para impedir que fuera a por Nameless, que parecía haberse quedado muda y transformada. Eisentblut tiró del brazo sin darle importancia y lanzó a Jack de bruces contra ella; el chico anduvo rápido evitando chocar contra el brazo de hierro, rodó por el suelo y se puso de nuevo en pie de un salto.

–¡Jefe, joder! ¡Para a tu prima!

–No tenías que haberte metido –contestó el vampiro, aunque tal vez dudara meterse él.

Roca usó el látigo para atrapar a Jack por una pierna y arrastrarlo hacia ella con intención de pegarle un pisotón en la cabeza. Nameless corrió a agarrarlo de un antebrazo para detener el avance de Jack hacia su muerte. Entonces una cuchilla cortó el látigo y una sombra se interpuso, derribando al monstruo de acero.

–Yo me encargo –dijo Sica, dispuesta para la pelea.

–Tú... –gruñó Roca incorporándose–. A ti también te voy a matar.

–Párate y escúchame un poco –ordenó Morilec, pero tuvo que esquivar un puñetazo como un ariete–. Nameless ni siquiera te recuerda –aquello no mejoró precisamente el humor de Roca–. Mírala, ¿ves a tu Subcapitana? ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado para ella?

Eisentblut fingió ir a pensárselo, pero le encajó un puñetazo brutal en un pómulo y tiró a Sica de espaldas, yendo inmediatamente después a rematarla con un patadón, pero se encontró con una coraza de dientes y garras afiladas. Nameless había saltado para ponerse sobre Sica para protegerla y había desplegado sus armas en un intento de espantar a la atacante. Roca reculó un poco, pero en cuanto hubo recalculado, asestó la potente patada. Nameless la esquivó con una columna hiper elástica que su Capitana no había tenido en cuenta, y le soltó un zarpazo que le rajó el neopreno en el muslo y hasta la hizo sangrar. Roca no había llegado a asimilar aquello cuando ya tenía a Sica a su espalda, agarrándola con firmeza y con el cuchillo dispuesto contra su fuerte cuello.

Institute of Evil versus Heroes Academy (IEvsHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora