CAPITULO 37

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Mi corazón latía muy rápido dentro de mi pecho. Me recosté en mi cama y mire al techo. Estaba entumecida por un momento.

Viaje a cien años luz. Y en cuestión de segundos, me quedé profundamente dormida.

Necesitaba hablar con alguien. Me hacía tanta falta mi mejor amigo, pero la última vez que hablamos fue hace 4 años.

Probablemente Eduardo ya no me recordaría, después de tantos años, aparecer así como si nada, no tenía sentido alguno.

Pero había una mínima posibilidad de que lo encontrará en Instagram. Éramos tan buenos amigos, que me sabía su nombre completo,  y sería muy fácil dar con él.

Al finalizar la tarde, me di un tiempo en dejarle un mensaje. Quería que sea algo corto y breve.

-. Hola Eduardo, no se si aún te acuerdes de mi, pero bueno sólo quería saber como has estado en todos estos años que no supe de ti.

No me juzguen! Estaba muy emocionada y no encontraba las palabras perfectas, me sentía como una niña pequeña, cuando le dan lo que siempre ha querido. Se que no es la mejor comparación, pero mi felicidad se notaba demasiado.

Espere su respuesta, pero nunca llegó. Tal vez este ocupado y bueno por esa razón no me llegaba su mensaje.

Emití un largo suspiro.

Decidí ordenar mis cosas, y para mi sorpresa me llegó una notificación en el Instagram. Al instante me emocioné, por que ya sabía de quien era.

Dos palabras, que alegraban mi corazón.

Eduardo A.....

.- Hola Madison, un gusto volver a saber de ti, te he extrañado demasiado. Como estas?, tenemos mucho de que hablar.

Nuestra conversación se hizo amena, me sentía muy cómoda hablando diferentes tipos de temas desde lo más serio hasta lo más estúpido.

Realidad o no, me había hecho mucha falta.

Procedí a contarle sobre mi vida, lo que me había pasado durante esos cuatro largos años que no supe más de él.

Hasta que llego la parte crítica.

-Perdóname por haberme desaparecido así, pero es que pasaron tantas cosas. Pero bueno cuéntame, ¿ como vas con tu novio?. Porque hasta lo último que supe de ti, es que estabas saliendo con alguien, se te veía tan feliz.

Sonreí a la pantalla con tristeza.

¡Eso no lo vi venir!-. Mi felicidad se desapareció,  en cuestión de segundos.

¿Estás bien?- Eduardo pregunto serio.

-. Estoy bien.- mentí.

-Hemos sido mejores amigos desde el colegio, y estoy bastante seguro de que puedo saber cuando me estas mintiendo. Sabes que puedes decirme lo que sea, yo nunca te juzgaría.

-. Está bien. Te contare toda la historia. Susurre

Eduardo me escucho con atención. Sentí una presión en mi pecho cuando le dije las partes dolorosas. Tuve que hacer una pausa para tragar el nudo en la garganta un par de veces. Era difícil hablar de ello, pero fue bueno dejar salir todos mis sentimientos.

Así que eso es todo- terminé dejando escapar un largo suspiro. Sintiendo mi garganta seca, tome un sorbo de jugo de naranja que me había traído mi mamá.

Eduardo me contestó;

-Lo siento, por no estar allí para ti.

-. Está bien, no sabías nada. Susurre

-Debería de haber sabido que algo estaba mal, cuando me escribiste. No lo sé, pensé que el desamor no podría ser doloroso.

Desamor…..

Enrique……

Todo vino a mi. Mi corazón se encogió en mi pecho al recordar todos los acontecimientos de la noche anterior.

Contuve algunas lágrimas, y fingí reírme, pero mi voz se entrecorto.

-Nada es fácil cuando se trata de ese chico,¿ verdad?

-.No.

-¿Quieres oír mi opinión?

-. No, Eduardo, acabo de pasar media hora de mi vida diciéndote toda la historia sólo por el gusto de hacerlo-dije sarcásticamente.

-No hay necesidad de ser sarcástica, ¿De acuerdo?, Él reprendió antes de continuar,- sólo estoy diciendo que me conoces. Mi opinión va a ser brutalmente honesta-¿Estas lista para eso?

-.Yo sabía lo que quería decir. Eduardo no era el tipo de persona que le gustará pintar las cosas a la hora de decirlas. No le gustaba embellecerlas, la crudeza era lo suyo.

¿Always Together? (Siempre juntos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora