Excusa (AoKaga R+18)

Excusa R+18

Hola, aclaro para las que leen mi historia ZoSan quédense tranquilas que sí voy a subir lo que prometí, tengo inspiración y todo, solo me falta hacer un borrador y subirlo.

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Ese estúpido Aho, siempre deja su ropa sucia por todos lados pero nunca en donde se debe, si sigue así lo castigaré quitándole sus revistas de esa tal "Mai-chan" o como se llame y las quemaré si es necesario.

-¡Ahomine!

-¿Qué quieres idiota?-me preguntaba algo adormilado.

-Quiero que dejes tu ropa en el cesto de ropa sucia, no en cualquier lado, después no la encuentras, usas la mía y después yo tampoco la encuentro.-Dije molesto mientras que hacía un puchero.

-Sabes que me gusta usar tu ropa bebé.

-No, no sabía.

-Ahora lo sabes.

-¿Tú quieres que te quite tus revistas porno verdad?

-Haz lo que quieras, con tal de que me dejes dormir.

-Bien, tú lo haz dicho.

Terminada la conversación, me puse a buscar, siempre las dejaba en nuestro cuarto en una repisa, era lo único que acomodaba.
Pero en lugar de eso encontré un preservativo.

-¡¿Qué mierda?!

-¿Qué pasa ahora?

-¡¿Me puedes explicar qué es esto?!- exclamé mientras se lo mostraba un poco confundido.

-Un preservativo tonto.

-Sí, lo sé pero ¿Qué hace aquí?

-¿Dónde?¿En tu mano?No sé, tal vez me lo quieras poner para después terminar haciendo "lo que ya sabes".

Como odiaba cuando era así de imbécil y usaba ese tono en su voz.

-¡Tsk!¡Eres un idiota!-sin decir más, me retiré de la habitación.

-Yo también te quiero.

Estúpido, seguramente lo hizo a propósito.
Olvidando el tema, me puse a ordenar todo el departamento, sí que estaba desordenado.
Cuando terminé, me senté agotado en el sofá, me puse a ver televisión buscando algo divertido que ver y se aparece Aomine en el marco de la puerta que daba a nuestra habitación, sonriéndome pícaramente.

-¿Q-qué quieres?-dios, me ponía nervioso.

-Tú sabes muy bien lo que quiero.

-Claro que no idiota, no por nada te estoy preguntando.

Se me acercaba a paso lento.Una vez llegó hasta mí, se sentó a mi lado tomándome rápidamente de los hombros haciéndome dar un pequeño respingo del susto.

-¡¿Qué hiciste con mis revistas de Mai-chan?!-exclamó en un tono dramático.

"¿De qué carajos hablaba? No les hice nada a sus tontas revistas.
De todas formas, es mejor así."

-Las quemé y las tiré a la basura.No sé tú dijiste que haga lo que quiera con ellas y pues, bueno eso hice.-le sonreí de manera tierna y dirigí mi vista al televisor nuevamente.

-¿Seguro que eso hiciste?-su actitud cambió drásticamente y denuevo aparecía esa sonrisa mientras se me acercaba lentamente.

-S-sí.

Rió para luego tomarme del mentón y robarme un beso apasionado.
Intenté apartarme pero se me hacía imposible porque ya se me había tirado encima.
Mientras seguíamos en ese beso, su mano izquierda se posó en mi pecho, bajando hasta mi abdomen y dando leves caricias y la otra no soltaba mi mandíbula.