Pocos meses luego de cumplir 17 años, Carolina se sentía inútil para todo lo que se imaginaba que la esperaba en su futuro.
La escuela había terminado. Como se había mudado tantas veces, no había logrado formar amistades duraderas y ahora se encontraba sola. Muchas noches pasó sin dormir o durmiendo mal, porque la ansiedad la aquejaba.
Pensaba en las vidas de las chicas populares. Lloraba al ver que su cuerpo no encajaba con los cuerpos de las chicas hermosas de las publicidades. Esa ropa que tanto le gustaba no era para ella. "No se me va a ver bien", pensaba. Se castigaba una y otra vez con estos pensamientos.
Sus padres no la entendían. Le decían que era una fracasada porque no había aprendido ningún idioma ni oficio. La atormentaban con amenazas. "Si no consigues un trabajo pronto o empiezas a estudiar, ya vas a ver", le dijo un día su padre. Pedro Azcuénaga era un gran abogado y no soportaba que su hija fuera una pobre que se anduviera todo el día en la cama.
Pero un día Carolina lo sorprendió.
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Más alto que el cielo
RomanceEsta es la historia de una chica como cualquiera que, luego de terminar la escuela, se decide a cumplir sus sueños más allá de lo que le imponga el destino. Es la historia de una voluntad que no conoce límites.