♡Un Iceberg De Amor♡ [DAVIC]

-Capitulo 1

Era una tarde cualquiera en la vocacional 6, el frío de la mañana había dado paso al intenso calor de la tarde.
El grupo 1IM8, cambiaba de salón ya hacia la ultima clase, Inglés.
-Que calor tan horrible.. -Dijo Víctor mientras se abanicaba el rostro con la mano
-Claro, como en tu iceberg hace frío, no estás acostumbrado! - Exclamó Jasmin en voz alta para que todos la oyeran, efectivamente, la oyeron y las carcajadas no se dieron a esperar.
-Jaja, compañera... -Exclamo Víctor, sarcástico.
Realmente a el no le afectaban este tipo de bromas, pero había alguien a quien sí; Laura. La ya famosa "Ama, dueña y señora" de Víctor nunca fue afable al resto del grupo, jamás ganaron afecto mutuo, ella no toleraba el trato que recibiera su chico de cualquier otra persona. Así que lo tomó del brazo y camino más rápido.

-Veeeerga, esa chica está loca... -Exclamó David, al verla arrastrar a Su compañero como un perro.
-Por eso mismo te gustaba, no? -Replicó Barcenas, en busca de irritar al joven.
-Aghh... Ya cállate mejor. -Le contestó el, apretando el paso, tratando de alejarse del grupo como de sus recuerdos.

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Al termino de la clase, Los chicos desalojaron el salón, disponiéndose a dirigirse a sus respectivas casas.
-Seguros que nadie va para Metro Normal..? -Insistió Barcenas una vez más
-Segurísimos, compañera... -Contestó Juan, hastiado

-No, hoy me quedo a clase de guitarra... -Se escuchaba decir a Víctor a lo lejos, mientras el resto del grupo simulaba hablar, realmente escuchaban atentamente el chisme entre "El pingüino" y su pareja.
-Bueno, me llamas cuando vuelvas -Replicó Laura, sin mucho interés

-Que drama, ellos dos si que están rompiendo el hielo -Bromeo Jazmín
-La quita vez que dices eso ya no es gracioso...
-Bueno, se mueven o que? Que nos va a hacer tarde para Basquet! -Regañó Paulina, la gefecita, al resto de sus compañeros

Así pues, los chicos se dirigieron al gimnasio y partieron a sus rumbos, Juan, Paulina y Nelly se encaminaron al gimnasio -Esperen! - Víctor gritó mientras los alcanzaba a paso veloz - Me quede de ver con los chicos de guitarra en el gym, vamos a pasar por los atriles. Me les voa pegar.
Nadie le tomó mucha importancia al suceso y llegarón a su destino. Los chicos se dividieron a sus distintas actividades, mientras Víctor observaba el escenario, buscando los atriles musicales sobre el auditorio.

-Me lleva... y ahora? -Se quejó por lo bajó. Bajó del auditorio y decidió buscar abajo de las gradas, tal vez las movieron para limpiar un poco. Mientras rebuscaba atrás de las bancas y las colchonetas, escuchó a alguien toser, toser como si su garganta no diera más, tal vez ningún otro, perdido en sus actividades, se había percatado. Mientras el ruido y los quejidos aumentaban en el baño de varones, Vic reconoció una voz familiar en su dolor, David.
Que hacía su compañero allí dentro?

-"Deibid"? Eres tú..? -Dijo en voz suave, como solo el puede hablar, mientras entraba al sanitario y lo inspeccionaba; el ruido se detuvo inmediatamente. En poco tiempo se dirigió a el único cubiculo entrecerrado, dejando a la vista propia a su compañero. David, arrodillado contra el inodoro, estaba haciendo su mayor esmero por vomitar. Volteo a ver a Vicyor con los ojos llorosos, el rostro pálido y descepcion en la mirada... Víctor no podía ver lo que creía.
Con pocas fuerzas, David empujó la puerta del cubiculo, pero su contrario se negó y la detuvo.

-Qué.. Hace... Compañero? -Dijo el, con cierta pena en la voz.

David se levanto, tembloroso, y tiró la palanca. Salió del cubiculo, haciendo a Víctor retroceder. Lo vio a los ojos unos segundos... Antes de dar la vuelta y marcharse.
Victoria lo detuvo, tomando su mano con fuerza - Vuelve aquí... -Musitó el menor.
Esas fracciones de segundo, que Víctor miro a su compañero a los ojos, devastado... Lo hicieron sentir algo por él que jamás llegó a hacer antes: Empatía. Los deseos de apoyar a su compañero se apoderaron de él, de protegerlo...

-Se lo que te pasa... -Insistió Vic, haciendo que si contrario levantase la mirada hacia él- Pero.. Por qué?
-...Tú no lo entenderías - Murmuro por fín su mayor
-Créeme que lo hago. -Contestó firmemente, soltando la mano de David. Sabia que no se iría...
-Es solo que.. Que... -David se detuvo, suspirando. Su respiración estaba agitada, sabía que en cualquier momento las lagrimas abandonarían sus ojos marrones.

Son previo aviso, Víctor se abalanzó contra David, en un abrazo inmenso, un contacto tan puro y cálido, que el mayor, sorprendido, creyó se derretiría en los brazos de su amigo. Porfín, David correspondió el gesto y sin más remedio, rompió en voz temblorosa y quebrada -Ya no lo soporto. Todos los días, a cada momento, miro a los demás chicos y se que no soy como ellos, qué yo no soy atractivo! Todo mundo siente mis huesos bajo la ropa, pero no importa cuanto peso pierda, ese espejo me sigue recordando que estoy gordo! Que no soy nadie!

La voz del chico pronto no daría para más
-Que me quedaré solo...

Las manos de Víctor se posicionaron en los hombros de su mayor y, alzando la mirada, le vió a los ojos

-Escúchame, David. Tú eres más que eso.. No se quien te haya hecho creer lo contrario y no me importa, pero eres un sujeto valioso y la única persona que debe quererte eres tú mismo! No eres lo que la gente dice, eres lo que tú quieres ser. -Exclamó firmemente, limpiando una lagrima que corría por el mentón de David.
Acaso yo tengo aletas y piquito...? -Bromeó Victor, buscando una sonrisa en el rostro del chico.

David rió, y talló su rostro con el dorso de sus manos, tratando de limpiar las lagrimas que le causaban tanta vergüenza. En ese momento algo cambió dentro de David; El chico que le había arrebatado a su chica de las manos, era la única persona que lo había encontrado, y que le apoyaba, que sabía que ya nunca mas iba a dejarlo solo