La Bella y la Bestia

Yolanda,

Confiaba en poder decirte todo esto en persona pero te escribo esta carta porque he asumido que no encontraré un momento mejor para decirte lo que siento.

Me importas y he pasado gran parte de mi tiempo pensando en ti, soñando despierto, esperando el momento de volver a encontrarnos...

Sin embargo has vuelto a desaparecer y eso me hace preguntarme si te importo de algún modo o si debería ir a por ti cuando tú claramente no quieres volver...

¿Cómo se puede ayudar a alguien que no busca ayuda?

Has tomado una decisión que si bien no apruebo, respeto por encima de todo porque es lo que tú deseas. Lo que más odio de este desenlace es que me has dejado de lado aun cuando yo he intentado mantenerme en tu vida.
Con gusto me declararía tu amante, pero a la hora de la verdad me habría sentido honrado de ser tu amigo y ayudarte a sacar lo mejor de ti.

Sea como sea la vida, nos depara una cantidad inmensurable de posibilidades que mantienen viva la esperanza de que podamos encontrarnos de nuevo.
Suelo decirme a mí mismo que a estas alturas no busco una novia, sino una compañera de viaje, alguien que me empuje y saque lo mejor de mí; alguien que acepte que nuestros caminos pueden separarse pero que sin lugar a dudas moverá cielo y tierra para hacer que nuestros caminos se crucen de nuevo.

Veo la ironía presente en cada odioso detalle de mi vida como si de una burla del destino se tratara.
Recuerdo la primera noche que pasamos juntos. Estábamos tumbados en mi cama mientras te abrazaba, mis manos inquietas se mostraban ansiosas por recorrer tu cuerpo con caricias.
En aquel momento me preguntaste si mañana volvería a hablarte; te dije que sí y me hiciste prometerte que lo haría. En aquel instante no quería soltarte, y ahora soy yo el que se pregunta si mañana volveré a verte...

Echo un vistazo atrás, remontándome al pasado preguntándome ''lo que pudo ser y no fue ''.

Creo que jugamos un papel fundamental a la hora de escribir la historia de nuestra vida.

Yo solía creer en el destino... incluso viendo lo retorcida que era mi vida, quería pensar que todo tenía una razón de ser.
Creo que hay cosas que escapan a nuestro control y otras que simplemente dejamos pasar de largo.

Tengo presente que cada día se nos presenta la oportunidad de cambiarlo todo.
El destino se persigue, las oportunidades se crean y en nuestro día a día nosotros marcamos un antes y un después con cada decisión que tomamos.

A pesar de que tú has decidido alejarte de la gente que te quiere y se preocupa por ti,
yo he elegido formar parte de tu vida y estar ahí cuando me necesites,
y si te caes yo estaré ahí para ayudarte a levantarte.

. Y cuando llores, yo estaré ahí para abrazarte y decirte que todo saldrá bien,
porque nos ocuparemos de que las cosas cambien.

''Si la vida se mide en momentos, no quiero perderme los nuestros''.