Acabo de padecer un dolor tan grande que alejó mi resplandor.
Infame me siento, pobre corazón.
Que ha gozado de varios gustos y se fue desintegrando.El pecho siento liviano, ya no tengo pudor en mis manos.
El regocijo de la venganza solo bastará para calmar las aguas, pero la disfrutaré como si fuese la manzana dorada.
Deseo el más profundo de los regalos, un beso con desgano. Una caricia de satín, un amorío sin fin.
Tengo problemas para saciar mi sed, sed del veneno que provoca tu piel.
Sácame de mi sufrimiento, pon fin a este sentimiento.