Marizza:Pablo!!!Marizza corrió al lado de su novio. Pablo estaba echado en la cama de Tomás, o sea la de abajo del camarote, ya que el cuerpo le dolía demasiado como para treparse a la suya. Había un fondo musical de un CD de los Red Hot ChilliPeppers.
Pablo:Marizza, viniste......
Dijo con una voz entrecortada.
Marizza le acarició la cara.
Marizza:Y cómo creés que no voy a venir? El bruto de tu hermano casi te mata!
Pablo sonrió.
La verdad se le veía bastante exhausto. Estaba pálido y llevaba un pañito frío sobre la frente. Casi se había desmayado pero ya se estaba sintiendo mejor. Marizza se sentó en la cama en la que Pablo estaba echado, y le besó los labios.
Pablo:No vas a regresar a gimnasia? Mirá que queda una hora de clase aún
Marizza negó con la cabeza y se reclinó a darle más besos a Pablo.
Marizza:No. De acá no me muevo más yo...
La pareja se empezó a besar apasionadamente. Pablo abrazó a Mariza, la cual se echó encima de Pablo en la cama. Esta vez fue Marizza la que dio el primer paso. Recorrió sus manos un tanto temblorosas por la espalda de Pablo, y cuando llegó al final de su remera, metió sus manos debajo de la misma. Pablo se empezó a quitar la remera de deporte, cuando Marizza se puso de pie.
Pablo:Qué pasa?
Marizza, roja como un tomate, y más o menos nerviosa, retrocedió hasta la puerta de la habitación. Pablo ya se imaginaba que algo se había interpuesto entre ellos nuevamente cuando para su grave sorpresa, lo único que hizo su novia fue ponerle el cerrojo a la puerta de la habitación.
Con una sonrisita traviesa, Marizza regresó a la cama de Pablo.
Marizza:No me gustaría que nadie entrase y me viera en bolas con vos
Murmuró en una voz avergonzada. Pablo se rió por la expresión de Marizza.
Pablo:Vení Para acá!!
Dijo jalando a Marizza de la mano de tal forma que la joven se volvió a echar con él en la cama.
Pablo:Sos increíblemente tierna sabés?
Marizza le retiró el pañito húmedo de la frente y lo dejó en su mesita de noche.
Marizza:Querés estar conmigo?
Preguntó en un susurro, mientras veía como Pablo se quitaba la remera y se acomodaba en la cama de nuevo. Ahora estaba echados los dos en la cama de plza y media, mirándose, muy juntitos.
Pablo le acarició la cara de la manera más tierna que pudo,Pablo:Sólo con vos y con nadie más en el resto de mi vida entera...
Dijo poniendo su cara tan cerca de la de su novia que sus narices rozaban, y sus frentes chocaban la una con la otra.
Marizza:Pablo...
Marizza dijo mientras jugueteaba con una cadenita que tenía Pablo colgando de su cuello. La iba enrollando y desenroscando de sus dedos.
Pablo:Si?
Marizza titubeó antes de hablar. Se metió la crucecita de Pablo entre los labios, y dijo
Marizza:Tenés.. protección?
Pablo le besó los párpados, y con sus propios dientes le quitó la crucecita de entre los labios de Marizza.