Todos estan al pendiente de cualquier cosa extraña afuera del departamento de Pamela, Diego y Luisa cada un minuto observan por las ventas, pero no ven a nadie. A pesar de que están adentro del departamento el peligro y la tensión en ellos se siente cada hora, cada minuto, cada segundo que transcurre, puesto que saben que un departamento no es algo que los mantendrá a salvo de todos los males, Ojalá así fuera, pero no lo es.
Fernanda rompe el silencio preguntando sobre algo curioso que notaron al llegar al departamento de Pamela
-Oye Pamela ¿Te visitó el squad?
-¿El squad?, No ¿Porque lo dices?
-Es que cuando veníamos para acá vimos al squad entrar a este edificio, y supusimos que las habías invitado o algo así
-ahhh ya, no, Daniela vive un piso abajo de mi, entonces supongo que las demás del squad se vinieron refugiarse en el departamento de Daniela
-ohh ahora entiendo...
Fernanda se dirige a la cocina y empieza a ver lo que tiene Pamela, para ver si podian durar un día encerrados sin salir, pero para su desgracia no va a ser posible eso...
-Pamela, ¿Tienes suficiente comida para que estemos aquí un día?
Pamela se dirige a la cocina y abre el refrigerador, para encontrarse con unos cuantos vegetales que ya no sirven y unos cuantos hielos.
-Lamento decirte que no tengo nada que comer, tenemos que conseguir comida
-No mames. Dice Zazil preocupada, puesto que todos saben que tendrían que hacer si no hay comida...
-Es enserio, no tengo nada de comida
A Diego se le ocurre una idea y rápidamente lo dice
-¿Que el squad no está abajo?, Podemos ir a pedirles algo de comida ¿No?
-pero no sabemos si el squad tenga suficiente comida, aparte ¿Qué tal si no nos quieren dar?
-hay, son el squad, son las chicas más buena onda del salón, las que no son mamonas, estoy casi seguro de que nos ayudarían, aparte de que no perdemos nada con intentarlo.
-Diego tiene razón. Dice Ximena
-okay, ¿Y quien va? Preguntó Pamela
-yo voy...acompáñame, Diego lo dijo con un tono de seguridad y le pidió a Alan que lo acompañará, y este accedió.
Ambos empezaron a bajar las escaleras y al estar frente a la puerta donde se encontraba el squad tocaron la puerta, mientras Diego decía
-¡Hola!, ¿Mafer?, ¿Andrea?, ¿Lariza?, ¿Están ahí? Soy yo, Diego
Pero no obtuvo respuesta de nadie.
Esta vez intentó Alan, haciendo lo mismo que hizo Diego, pero al igual que el, tampoco tuvo respuesta. Luisa al ver que se estaban tardando mucho, decidió bajar con Diego y Alan y cuando los vió les preguntó:
-¿Qué pedo weyes?
-nadie nos contesta, creo que no están. Responde Diego
-o a lo mejor no confían, ¿Ya les dijeron que son ustedes?
-ya, pero no responden. Contesta Alan. Luisa se atreve a hacer el intento...
-a ver...¡Hola!, Oigan, somos nosotros, el crew, solo queríamos saber si nos pueden dar algo de comida, nosotros no tenemos nada y no queremos salir, ¿Nos pueden ayudar? Enserio se los agradecería muchísimo
La puerta se abre muy poco, donde apenas y sé pude ver la cara de la persona que está dentro, pero a pesar de que no abrió la puerta tanto, se podía distinguir que era Daniela quien abrió la puerta
-No tenemos comida. Dijo Daniela muy seria y demasiado cortante.
-Dany, porfavor ayudanos, aún que sea un poco, no les pedimos mucho. Dice Diego
-ya les dije que no tenemos, y no me digas "Dany", solo mis amigos me llaman así. Lo dice un poco molesta
-oye, pero pensé que nos llevábamos bien....
Se escucha de fondo que alguien dice con voz baja "guarda eso, aún no es hora de usarlo", y a pesar de que lo intentaron disimular Alan y Luisa lo pudieron escuchar
....digo, no he hecho nada para que me odies. Dice Diego
-¡si!, ¡si lo has hecho y es existir!, Daniela cierra la puerta muy agresivamente.
Diego, Luisa y Alan se quedaron sin palabras, no se esperaban que Daniela reaccionara de esa forma tan agresiva, puesto que esa no es la forma en la que actúa, ella nunca fué agresiva con nadie.
Al ver que el squad no les darían nada, decidieron volver al departamento de Pamela, y una vez dentro les explicaron lo sucedido a los demás
-¿Que pasó?. Preguntó Manuel
-pues...Daniela enloqueció, y se puso muy agresiva conmigo. Contestó Diego
-si, muy, muy agresiva. Dijo Luisa y
Manuel, Ximena, Fernanda y Zazil fruncieron el ceño, por lo que Fernanda preguntó:
-¿Porque? ¿Que les dijo?, Pinche vieja
-pues Diego y yo preguntamos si tenían algo de comida, pero no contestó nadie, después de que Luisa bajará y preguntará, Daniela abrió la puerta pero estaba actuando muy rara, abrió la puerta muy poco, como si estuviera ocultando algo, quiero pensar que es solo por todo esto de la purga, pero hay algo que no me termina de convencer, juro que escuché que alguien decia en voz, baja "guarda eso, no es hora de usarlo aún"
Luisa interrumpe a Alan
-¡¿También lo escuchaste tu?!, ¡Pensé que había sido mi imaginación!
-pues ahora ambos acabamos de confirmar que no era nuestra imaginación, pero bueno, como decía: entonces Diego intentó convencer a Daniela otra vez, pero ella reaccionó muy agresiva y al intentar razonar con Daniela, ella se puso aún más agresiva y literalmente le dijo a Diego que le caga su existencia
-¡ah no mames!. Dijo Manuel
-¿Tons qué pedo?. Dijo Fernanda
-Podemos ir al centro comercial. Dijo Ximena
-¡Ah sí! ¿Y también ir por armas?. Preguntó Manuel
-Pues sí wey no mames. Contestó Ximena.
-Las armas dejenmelas a mi, tengo contactos, chavos.
Cuando Luisa dijo eso último todos se pusieron en plan "UUOOO"
-Bueno, ¿quiénes vamos a ir al centro comercial?
-¡Ay no!, yo no quiero salir, amigos. contestó Pamela
-Yo me voy a quedar con ella para conseguir armas. Siguió Luisa
-Vamos todos los demás entonces. Dijo Diego.
-¿Pero en que vamos a ir? Si el carro ya casi no tiene gasolina. Dijo Alan
-pues hay una "comercial mexicana" relativamente cerca de acá, pero tienen que pasar por la plaza de las tres culturas
-¡verga!, es arriesgarnos mucho ir a pie. Dijo Ximena
-pues es eso o morirnos de hambre. Respondió Manuel
-¡pues vamos antes de que se haga más tarde!. Dijo Zazil
-okay, pero no podemos ir sin algo para defendernos, busquen algo que sirva. Dijo Fernanda
-busquen algo que nos sirva, que sean armas o cosas para fabricar las armas. Dijo Diego.
Todos empezaron a buscar por toda la casa cosas que sirvan
Ximena encontró una escoba, le quitó el palo y después fue a la cocina, para sacar un cuchillo, para después buscar cinta y pegarle el cuchillo al palo de escoba
Fernanda encontró un bate de béisbol, después busco herramientas y unos clavos, y empezó a martillar hasta que los clavos atravesaran el bate de béisbol
Diego al ver lo que estaba usando Fernanda para crear su arma, le pidió a Fernanda el martillo y decidió que lo utilizaría como arma
Alan fue a la cocina y agarró un cuchillo, para después amarrarlo a un cordón, así podría girar el cordón y hacer daño con el cuchillo, que al tomar mucha velocidad al ser girado, podria ser muy letal
Zazil agarró un zapato con tacón de aguja
Y Manuel agarro un cinturón.
Ya todos con las armas improvisadas estaban listos para salir, pero para estar seguros Diego preguntó a lo demás:
-¿estan listos todos?
Todos respondieron que si, y Diego dijo:
-vale, solo quiero que sepan esto: no hablen demasiado fuerte a menos que sea una emergencia, todos vayan viendo por todos lados para ver si no hay nadie a nuestro alrededor, en caso de que vean a alguien y esa persona no los hayan visto aún, sólo digan un "shhhh" para que quien lo vio nos diga dónde está ese wey. Luisa, en caso de que en dos hora, o máximo tres, no estemos aquí de vuelta, no nos esperes más. ¿Okay?
-Okay. Contestó Luisa
y creo que no hace falta decir que todos nos vamos a ayudar en caso de peligro, ¿Verdad?
-si, eso lo tenemos muy claro. Contestó Alan
-vale, entonces hay que salir.
Luisa antes de que te fueran dijo:
-¡Esperen!
Todos miraron a Luisa, y Luisa miro a todos y dijo:
-vayan con mucho cuidado ¿Si?
Diego respondió:
-si Luisa, lo haremos, pero ya sabes que hacer si en tres horas máximo no estamos aquí. Bueno, ahora sí, ¿Todos listos?
-listos
Diego abrió la puerta y uno por uno fueron saliendo, una vez todos fuera Diego cerró la puerta y todos empezaron a bajar hasta la planta baja, para posteriormente salir a la calle.
Ximena
Una vez más estamos afuera, no voy a mentir, realmente estoy bastante nerviosa, ya fuí testiga de lo que nos puede pasar, lo que la gente nos puede hacer sin sentir culpa alguna, ¿A caso también me clavaran un machete y moriré de una forma lenta y dolorosa? ¿O algo peor?, Esos pensamientos son los que más me aterran, no se que nos espera en todo este trayecto, pero creo que todos sabemos que al menos alguien tratará de matarnos cueste lo que cueste, solo queda estar alerta por si se presenta algo....¡Mierda!, No creo poder con todo esto....
A penas están llegando a la avenida principal, pero no tienen ni un minuto ahí cuando Fernanda dice:
-¡shhhh!
-¿Que pasa Fer?
-miren ahí en ese cruce
Todos miran y no hay más que cadáveres, está claro que hubo un enfrentamiento ahí, puesto que se ven casquillos de bala, autos consumiéndose por el fuego y los cadáveres están llenos de agujeros causados por armas de fuego.
-antes de ir a ver qué pedo, chequen si no hay nadie a nuestro al rededor. Dijo Diego
Todos empezaron a ver a todos lados en busca de señales de vida ajena a ellos, y al no ver nada procedieron a avanzar a donde estaban los cadáveres.
-¡Miren!, Junto a esos cuerpos hay pistolas. Dijo Zazil
-¡Rápido! ¡Tomenlas!, Mientras más cosas tengamos para defendernos, mejor
-no mames, que astuto, ¿Cómo no lo pensé antes?. Responde Alan sarcásticamente
-¡callate puñetas!
-jajaja perdón, ¿te lastime la vagina?
-¡Oigan weyes!, Callense, recuerden que no debemos de hacer ruido. Dice Fernanda interrumpiendo a Diego y a Alan
-vale ya. Responde Alan
Mientras estaban checando las armas notan que casi ninguna tiene balas, pero Manuel encuentra una que tiene solo cinco balas
-¡Oigan!, Encontré un arma que tiene cinco balas
Todos van a donde está Manuel, y Alan dice:
-dejame verla
Manuel le da el arma a Alan, y este comienza a verla
-¿Sabes cómo utilizar un arma? Le Pregunta Zazil
-no, la verdad no, pero creo que podemos aprender
-no, no, hay que aprovechar las balas, es decir solo hay que usarlas cuando sea una emergencia. Dice Ximena
-si, es mejor. Dice Diego
Derrepente cae una bomba Molotov muy cerca de donde están todos, y todos se tiraron al suelo
-¡Verga!. Grito Alan
-¡¿Que chingados fue eso?! Preguntó Zazil muy alterada mientras trataba de buscar de dónde había venido eso
-¡No lo sé!, ¡Pero busquen de dónde nos están atacando!
Fernanda empieza a ver a todos lados, y visualiza que hay dos personas con esos sombreros que la gente se pone en la fiestas patrias, (un sombrero de charro) en un balcón del edificio a la derecha de dónde se encuentran, y rápidamente grita:
-¡Wey, ¡están arriba en el edificio de la derecha!
-¡¿Dónde?!. Pregunta Alan
-¡Ahí arriba!, ¡Esos pendejos que tienen sombrero!
En eso tiran 7 bombas molotovs de un golpe
-¡Tenemos que irnos antes de que nos logren dar!. Dice Ximena
Todos empezaron a pararse mientras bomba, tras bomba Molotov caían como si fueran Infinitas, y una vez que se levantan comienzan a correr lo más rápido que pueden hasta que todos se cansan y no pueden más, entonces es cuando todos se paran para descansar, y recuperar el aliento.
-¿Todos.....¿Todos estan bien? Preguntó Diego con el poco aliento que tiene
-si. Contesta Manuel
-yo estoy...bien. dice Fernanda
-y yo. Dice zazil
-yo....yo igual. Dice Ximena
-¡mierda!. Dice Alan que igual está recobrando el aliento
¿Que....¿que pasa?. Pregunta Fernanda
Alan pausa un rato para recobrar el aliento y poder hablar con más claridad...
-eso hijos de la chingada lograron quemarme un poco el bra...
Hace otra pausa para recobrar aliento
....el brazo
-¡No mames!....a ver. Dice Zazil entre alterada y cansada
Todos empezaron a ver el brazo de Alan, para ver qué tan grave era
-no veo que sea tan grave, ¡pero me arde un putero! Dice Alan
-pues no es grave, pero llegando al departamento de Pamela hay que tratar tú quemadura. Dice Diego
-¡¿Que chingados te hace pensar que todos vamos a llegar al departamento de Pamela?!. Dijo Ximena muy molesta, y al hablar de tal forma todos la volteamos a ver con cara de preocupación y sorpresa, ya que Ximena era la más tranquila de todos nosotros, y ella al reaccionar sobre lo que había dicho, empezó a hablar de nuevo:
-perdon chicos, todo esto es de muchísimo estrés para mí, y mierda, me está dando ansiedad... necesito mis pastillas...
-No te preocupes Xime, cuando lleguemos al centro comercial buscamos tus pastillas. Responde Diego
-si, será mejor que avancemos para llegar más rápido. Dijo Manuel
-si, ¿Aún tienes la pistola Alan?. Preguntó Fernanda mientras todos empezaban a caminar
-si, aquí la tengo
-vale, vale, guárdala
-ya sabes que solo es en caso de emergencia. Dijo Diego a Alan
-si, no te preocupes por eso
-okay
-nunca había corrido tanto en mi vida añadió el comentario Fernanda
-ni yo. Dijeron Ximena, Zazil y Diego casi al mismo tiempo
-no, ni yo. Respondió Manuel
Y Alan dijo:
-Tu si has corrido bien vergas otras veces Manuel
Y Manuel frunciendo el ceño preguntó:
-¿Cuando?
-pues cuando corriste como Naruto está mañana jajaj
Cuando escucharon eso, y todos empezaron a reírse, y ese sentimiento de preocupación y de ansiedad se fue por unos instantes, pero lamentablemente, no tardó en volver..
-¡Miren!, ¡Ahí está la plaza de las tres culturas!. Dijo Zazil
-si, pero ¿Ven a alguien?. Preguntó Diego
-si, hay muchos participantes de la purga. Dijo Manuel
-jajajajaja ¡no mames wey!. Dijo Fernanda riéndose
-¿Qué pedo?. Preguntó Ximena
-hay una botarga del Dr. Simi ahí en medio de esa multitud jajajaj
-jajajaj no mames, es cierto. Dijo Manuel
-oigan, callense, que nos van a escuchar. Dijo Zazil a todos
-¡Corran! ¡Ahí vienen los weyes que nos aventaron bombas Molotov!. Gritó Alan muy alterado, mientras miraban para atrás
Todos miraron atrás y si, efectivamente estaban esos mismos que intentaron quemarlos, pero el problema es que ya no eran dos, ahora eran 8, y todos iban vestidos de la misma manera, con el estereotipo del mexicano: sombrero grande, horongo, carrilleras revolucionarias, y cinturón junto con una bandera de México grande pero en vez del águila tenía una calavera humana, y tenía letras negras que decía "revolucionarios", quienes estaban listos para atacar a quien sea que se les pusiera enfrente. Dos tenían las bombas Molotov, otros dos tenían ballestas caceras, y los cuatro restantes armas blancas.
Todos empezamos a correr, sin importar que adelante estaba una multitud, y claro un Dr. Simi.
La multitud nos vió, y también corrieron hacia nosotros
Mierdaaaa, pensaron algunos
Doblamos un poco hacia la izquierda, tratando de alejarse de los dos grupos, pero solo estábamos retardando lo inevitable, pronto estaríamos en medio de una matanza.
Una bomba Molotov cayó en medio de la multitud, algunos gritos se escucharon, un olor a carne quemada inundó las fosas nasales de todos.
Entonces pasó, los tres grupos colisionaron.
Se veía la sangre siendo derramada, el suelo pintandose de rojo como hace tanto tiempo en 1968.
Todos se defendían como podían, Diego sentía sangre escurriendo desde algún punto en su frente, Fernanda sentía un dolor agudo en la pierna, como si tuviera algo enterrado, y así los demás, con golpes y quemaduras, pero la adrenalina era tanta y también la urgencia de sobrevivir, ahora eso no importaba.
-¡No mames!
Era la voz de Manuel, había gritado con ganas, haciendo que todos, o por lo menos la mayoría, volteara a verlo, estaba en el suelo, con su cinturón en una mano, pero le era inservible, se estaba enfrentando a la botarga, quién tenía una palanca en la mano, y estaba a punto de asestar el golpe final.
Alan sacó la pistola, estaba nervioso, le temblaban las manos, pero la adrenalina hizo que viera todo en cámara lenta, le quitó lo que supuso era el seguro, apuntó al Dr. Simi y disparó apuntando donde supuso estaría la cabeza del sujeto.
Estuvo en lo correcto.
Cayó al suelo, inerte, la palanca salió de sus manos.
Zazil fue a ayudar a Manuel a levantarse, mientras los demás se ponían en movimiento otra vez, atacando, Fernanda se veía más nerviosa que antes, y no dejaba de mirar a un revolucionario con una mirada confusa y una sonrisa bailando en sus labios.
Alan observó el arma que tenía en la mano y después la botarga, que se estaba tornando roja de un lado, después a su grupo, y descubrió que los revolucionarios ahora estaban atacando hombro con hombro con sus amigos, no quiso pensarlo mucho y se lanzó a la acción para ayudar a sus amigos, guardó la pistola y sacó su arma anterior.
Alan comenzó a girar su cuerda con el cuchillo y fácil logró herir a 5 personas que estaban a su alrededor, pero esto al parecer solo empeoró la cosas, ya que los que resultaron heridos se enfurecieron y fueron contra Alan.
Diego al ver esto fue corriendo donde estaba Alan, (quién estaba tratando de alejar a aquellas personas las cuales acababa de herir), y Diego al tener a una persona enfrente de el tratando de atacar a Alan, le pegó en la nuca con el martillo, quien al sentir el golpe solo cayó desmayado. Eso fue también un error muy grande por parte de Diego, ya que, de los 4 que seguían atacando a Alan, 2 se percataron de que Diego lo estaba ayudando y esos dos empezaron a perseguir a Diego.
Zazil y Manuel se estaban ayudando mutuamente, y al ver que Fernanda estaba pérdida en sus pensamientos en medio de la batalla campal, fueron con ella y la movieron bruscamente
-¡Fernanda no mames!, ¡Ayudanos!. Dijo Zazil
Y Fernanda reaccionó
-¡Perdón!, ¡Perdón!, ¡Perdón!
-¡Miren!, ¡Ximena está en peligro!. Dijo Manuel
Los tres voltearon a ver a Ximena y ella estaba en el suelo con una persona encima de ella, que trataba de clavarle un cuchillo en el estómago, pero a la vez Ximena ponía fuerza para que el cuchillo no llegara a su estómago, el cual poco a poco se iba acercando más y más a pesar de los esfuerzos de Ximena, ya que su atacante era más fuerte que ella. Rápidamente Manuel fué corriendo a ayudar a Ximena y cuando llegó a donde estaban ellos, Manuel agarro el cinturón y rápidamente lo puso en el cuello del atacante, para después jalarlo, y empezar a ahorcarlo, pero cuando Manuel hizo dicho acto, el atacante se enfureció, y separó el cinturón de su cuello, lo suficiente para que metiera el cuchillo entré el cuello y el cinturón y que con su cunchillo pudiera cortar el cinturón de Manuel, y rápidamente intentar abalanzarse de nuevo contra Ximena, pero Ximena rápidamente comenzó a arrastrarse, y al ver que su atacante era muy rápido y estaba apunto de alcanzarla, Ximena le dio una patada en la entrepierna, y al hacer dicho acto su atacante empezó a retorcerse del dolor, y esto le dió tiempo a Ximena para poder pararse y salir corriendo, a recoger su arma.
Manuel fué tras el atacante de Ximena que aún estaba retorciéndose del dolor, y al ver que el cuchillo que tenía estaba en el suelo, Manuel rápidamente lo agarró y se lo clavó repetidas veces en la espalda.
Ximena al ver que estaban Zazil y Fernanda defendiendose de otros agresores, rápidamente levantó su arma del suelo y comenzó a ayudarlas.
Zazil están luchando contra un revolucionario y Ximena llegó por de tras del revolucionario y le clavó su lanza en la espalda, y a su vez Zazil aprovechó que el revolucionario bajó la guardia del dolor, para empezar a pegarle en la cara en repetidas ocasiones.
Fernanda por su parte estaba peleando contra dos atacantes, pero fácilmente los pudo abatir, ya que ella era muy buena usando el bate de béisbol como arma, por lo que rápidamente se los quitó de encima al derribarlos con un golpe en la cara, y rematarlos en el suelo.
Manuel fué a donde estaban Ximena, Zazil y Fernanda y les dijo:
-¡tenemos que irnos!, ¡Pero ya!
-¡Si!, Pero ¡¿Diego y Alan?!. Preguntó Ximena
-¡No los veo! ¡Hay que buscarlos!, ¡Puede que necesiten ayuda!. Dijo Fernanda
-¡Ahí están!. Gritó Zazil señalando a donde estaban Diego y Alan, viendo que ambos necesitaban ayuda.
-¡Hay que ayudarlos!, ¡Ximena y yo ayudamos a Alan, ustedes vayan a ayudar a Diego!. Les dijo Manuel a Zazil y a Fernanda y rápidamente fueron a ayudarlos.
Alan ahora solo tenía un atacante, ya antes de que fueran a ayudarlo, logró herir gravemente en el ojo a uno de los 2 atacantes, por lo que a Manuel y a Ximena se les hizo muy fácil ayudar a Alan. Ximena corrió y le clavó su lanza en el brazo derecho al atacante, el bajó la guardia por el dolor y Alan al estar girando la cuerda con el cuchillo le logró cortar el cuello y este callo al piso derramando mucha sangre y tratando de quejarse sin poder hacerlo.
Diego al solo tener un martillo aún no lograba quitarse a sus dos atacantes, los logró herir, pero no lo suficiente para dejarlos fuera de combate, por lo que Fernanda tomó impulso y le dió un golpe a uno de los dos atacantes en la derecha de la cara, fue tanta la fuerza con la que Fernanda le pegó, que lo mató de un golpe (a parte de que los clavos que tiene su bate de béisbol lo hace aún más mortal). Ahora sólo quedaba un atacante y Zazil le empezó a pegar repetidas veces, pero al ser solo un zapato lo que llevaba como arma no logró hacer gran cosa, más que hacer que bajara la guardia, pero fué tanto tiempo que bajó la guardia que Diego le dió un golpe a su atacante con su martillo en la mano, logrando romper su muñeca, y logrando que soltara su arma, Manuel clavó su cuchillo (que había obtenido momentos atrás) en el brazo izquierdo, del atacante, Ximena le clavó su lanza en la pierna derecha y Alan logró herirle el ojo con su arma. El atacante ya estaba muy mal en el suelo, viendo a cada uno de las personas que lo habían herido, pero faltaba una persona, esa persona era Fernanda quien al ver que el atacante de Diego estaba en el suelo sin poder hacer nada ella con mucha fuerza le dio un golpe con su bate en toda la cara, acabando así con su vida, y a su vez manchando de sangre a todos que estaban viendo semejante acto.
Todos por un momento se quedaron sin palabras y congelados, a pesar de que a su alrededor seguía siendo una batalla campal. No sabían que decir ni mucho menos como actuar por todo lo que ya habían pasado, así que las únicas palabras que salieron de la boca de Zazil fueron:
-chicos, pues hay que avanzar
Todos reaccionaron de golpe casi al mismo tiempo y Manuel dijo:
-si, si, hay que avanzar
Todos salieron corriendo de ese lugar para al menos estar más seguros, pero todavía tenían que pasar por un pequeño tramo donde aún se estaba dando una batalla campal entonces Alan dijo:
-voy a abrir pasó, pero necesito que alguien me ayude
-yo te ayudo. Dijo Fernanda
-ahre, todos vayan detrás de nosotros y si alguien los ataca apoyen al que está siendo atacado
-no mames, que astuto ¿Como no lo pensé antes?. Contestó Diego sarcásticamente
-¡Ahorita no es momento de bromas cabrón!. Dijo Manuel
-vale, entonces todos detras de Fer y yo. Dijo Alan
-vale
Entonces empezaron a ponerse en fila y Alan comenzó a girar su arma lo más rápido que pudo y así vez Fernanda lo cubria, por si es que alguien quería atacar a Alan. El arma de Alan no mató más de 2 personas, pero al menos si pudo dejar a varias personas heridas y unas que otras fuera de combate, y así vez se estaba abriendo paso entre toda la batalla campal, a la par de que Fernanda estaba ayudándolo abatiendo a todo que quisiera atacar a Alan.
Estaban avanzando bien, pero uno de los revolucionarios había disparado su ballesta y le dió en la pierna derecha a Manuel. Este al sentir que le habían disparado, cayó al piso casi de inmediato, Diego y Ximena levantaron del torso a Manuel y lo empezaron a arrastrar para no dejarlo atrás, Fernanda vio que una persona que se aproximaba corriendo hacia Diego y Ximena a querer golpearlos, pero Fernanda rápidamente fue a la parte de atrás de la fila, y le dió un golpe muy fuerte en la cara a la persona que intentó agredir a Diego y a Ximena. Ahora no hay nadie que cubra a Alan, el va a tener que arreglárselas solo, ya que Fernanda está cubriendo a Diego y Ximena en la parte trasera de la fila, Alan empieza a girar más fuerte su arma y de alguna manera estaba logrando abrirse paso poco a poco, hasta que por fin salen de la plaza de las tres culturas y por consecuencia salen de aquella batalla campal, el único problema era que siete personas los seguían persiguiendo (ya que al abrirse paso llamaron un poco la atención de muchas personas), por lo que rápidamente Fernanda fue a pelear como pudo contra esos siete, y al ver que eran superiores en número, Alan también fue a ayudar a Fernanda, Ximena y Diego rápido dejan a Manuel con Zazil y fueron a ayudar Fernanda y a Alan, mientras que Zazil está viendo que tan grave fue la herida de Manuel:
-¡No mames Manuel!, Tienes un palo enterrado en la pierna!
-¡No me digas Zazil!. Contesta Manuel siendo sarcástico
-¡tengo que sacarla!
-¡No, no, no, no, no, no, no, no! Contesta Manuel muy espantado, ya que siente que va a ser algo muy doloroso, y para su mala suerte Manuel está en lo correcto, lo va a doler mucho, pero es algo necesario, ya que no puede andar por la purga con un palo clavado a su pierna como si nada.
-¡Manuel, tengo que sacar el palo!, ¡No puedes estar así para siempre!
-pero luego, ahorita no. Contesta Manuel
-¡¿Entonces cuando?!
-pues no se, deja que pase... ¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!. Zazil había aprovechado que estaba diciendo algo para sacarle el palo de la pierna, pero de igual manera a Manuel le dolió muchísimo
-¡Ya está! Dijo Zazil
-¡No mames pinche Zazil! ¡Eres una hija de la chingada! Gritó Manuel muy enojado para después empezar a retorcerse del dolor. Zazil empezó a subir la parte del pantalón de la pierna herida de Manuel para ver qué tan grave era. Zazil, al ver la herida vió que estaba un poco profunda, y que tenía que desinfectar rápido su herida, ya que lo que le dispararon fue un fierro y no un palo como había dicho Zazil.
-¡Ya Zazil!, no hagas nada porfavor suplicó Manuel
-¡tranquilo!, Ya no voy a hacer nada, pero si tenemos que limpiar tu herida rápido
-¡Pues hay que movernos!, ¡¿Porque seguimos aquí todavía?!
-es que nos estaban persiguendo, pero ya se encargaron de ellos, mira, ya vienen para acá
Diego, Fernanda, Alan y Ximena llegan a donde están Manuel y Zazil, y alterada pregunta Fernanda:
-¿Esta bien Manuel?
-¡¿Parezco estar bien?! Responde Manuel muy agresivo. ¡Y todavía ustedes pendejos se tardan un putero!
-¡Wey!, ¡Te salvamos la vida!, ¡Y encima todavía te defendiemos de otros 7 weyes más!...Perdón, ¡pero eres un mal agradecido! Contestó Diego
-solo vámonos.... Dijo Alan interrumpiendo la pelea.
....o se nos va hacer tarde..
Todos empezaron a caminar, Ximena Zazil y Fernanda ayudaron a Manuel a ponerse de pie, solo que el solo podía apoyar una pierna, así que Fernanda y Zazil lo tomaron y dejaron que Manuel se apoyará en su hombros.
Cambiaron unos minutos y después se pararon a descansar un poco, buscaron un lugar el cual se veía solitario y se sentaron sin decir una palabra.
El ambiente entre ellos era algo extraño, nadie podia creer que se habían convertido en asesinos de un día para el otro, nadie podía creer que las personas con las que conviven día a día, y las cuales están mirando en ese momento, sean personas muy sangrientas, y sádicas, las cuales tampoco sentían culpa de haber acabado con una vida, al parecer en la purga sacas tus secretos más obscuros a la luz, de una o de otra manera estás obligado a sacar ese instinto mounstroso que llevas dentro, ya sea porque te hacía mucha falta sacar todo el odio guardado, o por sobrevivir, y ¿porque no decirlo?... Aveces las dos cosas.
Todos estaban callados y tenían una mirada pérdida, habían quedado en shock por lo que habían pasado, al parecer ellos aún no les quedaba claro qué fue lo que pasó unos minutos atrás, todos estan pensando si esto es un sueño, pero después comprueban que no lo es, esto es la realidad, la cual todos estan pasando.
-¿Que mierda paso? Preguntó Ximena
-ehhh...ni yo me lo creo...es decir ¿Enserio asesiné a una persona? Dijo Fernanda
-no fue una, fueron varias...pero ellos hubieran hecho lo mismo y no se hubieran sentido mal si nos mataban, como nosotros que por alguna razón nos sentimos mal, a pesar de que solo fué por defensa propia. Dijo Alan
-si...pero al menos todos estamos vivos ¿No es así? Dijo Zazil
-si, pero wow, todos si que resultamos heridos. Dijo Diego
-bueno, estuvimos en medio de una batalla campal entre dos multitudes, creo que no nos fué tan mal. Dijo Alan
-pues..... Ximena dijo eso, mientras miraba la pierna de Manuel
-bueno, algunos sí y a otros no tanto. Contestó Alan
-mejor hay que ir por las cosas o se nos hará tarde y Luisa y Pamela pensarán que estamos muertos. Dijo Manuel
-eso si tienes razón, aparte de que deben de estar hambrientas. Dijo Fernanda
Todos empezaron a pararse de nuevo, y a ir más rápido hacia su destino.
Todos empezaron a camibar lo más rápido que podían hasta que por fin llegaron a las afueras del centro comercial.
-bueno, pues...llegamos...parece que todo está saqueado, vale verga. Dice Diego
-creo que eso ya era algo predecible... dijo Fernanda
-pues hay que ver al menos si hay algo que podamos agarrar, al menos para sobrevivir hoy, ¿No? Dijo Alan
-pues si...dijo Ximena
-oigan, pero no sabemos que habrá dentro y si hay otro enfrentamiento como el de la plaza de las tres culturas no podremos pelear con Manuel en estas condiciones. Dijo Zazil
-buen punto. Dijo Alan
-entonces hay que se queden esperando tu y Manuel afuera y que Ximena, Alan, Fer y yo vayamos por la comida. Dijo Diego
-¡¿Afuera?! ¡Diego No mames! Dijo Zazil
-bueno, si quieres que se quede Fernanda contigo y nada más vamos Xime, Alan y yo
-¡Mejor que se quede Alan afuera wey! Protestó Fernanda
-¡weyes!, ¡En donde sea nos pueden matar!, ¡Da igual en donde estén! Dijo Manuel
-si, ya no chilles Fernanda, y quédate aquí, no vamos a tardar más que lo necesario. Dijo Alan
-¡Weeeeyyyyyyy! Dijo Fernanda
-¡Ya no le hagas más de a pedo o nos vamos a tardar más! Dijo Diego
Fernanda se queda con una cara de "pues ya que" mirando como se meten Diego, Alan y Ximena y procede a sentarse junto con Manuel y Zazil.
Ximena, Diego y Alan se meten y pasan las cajas donde cobran para agarrar algunas bolsas y proceden a meterse al súper. Debido a que no terminaron de cerrar del todo aún había luz y no habian podido guardar muchas cosas.
-okay, hay que ir con cuidado y vigilar si no hay personas escondidas, aquí si tenemos que ir en silencio y nada más hay que agarrar lo que necesitemos e irnos lo más rápido que podamos, ¿Entendieron?
-si. contestaron Ximena y Alan
-okay, ahora vamos...dijo Diego mientras empezaba a caminar.
En efecto, muchas cosas habían sido robadas, la tienda estaba algo vacía pero aún habían cosas que podían servir.
-hey, encontré latas de atún. Dijo Alan y agarró todas las que había (eran 3 latas de atún) y las metió a la bolsa.
Ximena encontró un cereal, dañado de la caja pero de igual manera servía, "lo que importa es lo de adentro" pensó Ximena, y metió el cereal a la bolsa.
Diego encontró 3 sopas instantáneas y las metió a la bolsa.
Todo lo que se pudiera comer u sirviera lo recogían hasta que empezaron a suceder cosas extrañas.
Ximena estaba recogiendo unas naranjas, Diego unas galletas y Alan unas botellas de agua cuando repentinamente se fué luz, y casi inmediatamente los tres dejaron de hacer lo que estaba haciendo y sacaron sus armas.
-¡Verga! ¡¿Qué pasó?!. Preguntó Alan muy nervioso
-¡Yo que sé wey!. Dijo Diego
-chicos ¿donde estan? Preguntó Ximena muy asustada
-esperen, voy a encender la luz de mi celular. Dijo Alan, mientras sacaba el celular. Lo desbloqueo y finalmente encendió la lámpara de su celular.
Justo cuando lo prendió Alan vio claramente una sombra que se escondió rápidamente entre los muebles del centro comercial.
-¡mierda!, Será mejor que nos demos prisa, hay personas aquí adentro
-¡¿Que?!, ¿Cómo sabes eso? Preguntó Diego
-acabo de ver una sombra que se escondió rápidamente. Desde ahora hay que juntarnos y no separarnos hasta que tengamos visibilidad
-vale. Dijo Ximena
-preparen sus armas por si las dudas. dijo Diego
Todos agarraron las cosas que estaban recogiendo y se juntaron hasta chocar espaldas los tres.
-ximena, saca tu celular y ve alumbrando, Alan y yo estaremos con nuestras armas en mano por si algo ocurre. Dijo Diego
-vale, vale. Ximena sacó su celular encendió la lámpara, mientras que Alan guardaba su celular y preparaba su arma.
-oigan, pero no voy a poder luchar con mi arma estando casi ciego, Xime ¿Intercambiamos armas y cuando salgamos nos las devolvemos?. Dijo Alan. Ximena acepto el intercambio armas con Alan.
-ahora si, estamos listos. Dijo Alan
-pues vámonos. Dijo Diego
-¿Que?, No tenemos casi nada, esto no nos va alcanzar. Dijo Alan
-wey acabas de ver una sombra escondiéndose rápidamente ¿Y quieres ir por más cosas?
-pues al menos que nos rompieran la madre en la plaza de las tres culturas que no haya sido en vano
-eso si. Dijo Ximena
-a demás, falta alcohol y las pastillas de la anciedad de Ximena
-okay, pues vamos, pero que sea rápido
Los tres fueron donde estaba enfermería lo más rápido que podían, pero conforme más se acercaba, más se sentían observados, y que alguien los seguía entre la obscuridad en la cual estaban envueltos.
-okay, rápido ¿Dónde está el alcohol? Preguntó Diego
-aqui está. dijo Ximena mientras hechaba la botella a la bolsa
-¿Cómo se llaman las pastillas que necesitas Xime? Preguntó Alan
-si quieren yo las busco, espérame aquí. Ximena se metio donde estaba el almacén de las pastillas y Diego sacó su celular para alumbrar, mientras que Alan agarraba vendas, otra botella de alcohol, tres curitas sueltos que estaban en el suelo pero que aún servíanz hasta que el grito de Ximena lo interrumpió. Rápidamente los dos fueron corriendo a donde se metió Ximena y la encontraron tirada.
-¡Ximena!. Gritaron Diego y Alan mientras corrieran donde estaba ella
-¡No la muevas! Dijo Alan mientras le ponía los dedos en el cuello para sentir su pulso...
-sigue viva...pero ¿Porque se desmayó?
-¿Yo que voy a saber? Contestó Diego
-a ver....abre el alcohol.
Diego destapa el alcohol y se lo da a Alan, y Alan le pasa la botella destapada de alcohol por la nariz a Ximena para que ella oliera el fuerte aroma que tiene el alcohol, y Ximena se despierta muy alterada gritando y tirando patadas mientras se hechaba para atrás estando en el piso y Diego y Alan trataban de calmarla:
-¡Ximena, ¡Ximena!, ¡Ximena!, ¡Tranquila!, ¡Somos nosotros!, ¡Cálmate!. Dice Diego calmando a Ximena.
-¡Xime!, ¡estás bien!, ¡estamos aquí! Dice Alan, y Ximena al dejar de dar patadas al aire y hecharse para atrás (como si algo o alguien quisiera hacerle daño) empieza a llorar.
Rápidamente Alan y Diego abrazan a Ximena mientras la intentan calmar.
Cuando Ximena puede hablar un poco más calmada le preguntan:
-¿Que tienes?, ¿Que te paso Ximena?, Pero ella no quiere hablar
Alan le pregunta:
-¿Alguien te hizo daño? o ¿intentó hacerte daño?
Y Ximena sin decir una sola palabra niega con la cabeza.
-voy por tus pastillas Xime, ¿Cuáles son? Dice Alan
-¡No!, ¡No!, ¡Ya vamonos a la verga! Dice Ximena muy alterada
-tranquila Ximena, va a ir rápido por las pastillas, yo me voy a quedar aquí contigo. Dice Diego
-¡pero no quiero que le pase algo! Dice Ximena
-¿Entonces alguien intentó hacerte daño? Preguntó Alan
-¡No!, ¡No fué eso!, ¡Sólo vámonos! -pero necesitas tus pastillas, solo dinos cuales son. dijo Diego
-son esas que están tiradas. Dice Ximena mientras señala con su dedo las pastillas.
Alan las agarra rápido.
-las tengo, vámonos de aquí
Diego y Alan ayudan a Ximena a pararse, agarran todo lo que pudieron agarrar y caminan lo más rápido que pueden.
Confirme más están avanzando escuchan más ruidos raros, pasos, cosas cayéndose y como se arrastran, todo eso les causa mucho temor a los tres y comienzan a correr sin importar que chocaran con todas las cosas, tiraran muchas cosas y hagan mucho ruido, sea quien sea que estaba siguiendolos en la obscuridad ya tenía claro cuántos eran y como eran, y obviamente que estaban ahí, así que hacer ruido o ser sigiloso ya no importaba.
Alan, Diego y Ximena estaban a punto de salir, cuando repentinamente Alan cae y es arrastrado. Rápidamente Ximena y Diego van a ayudar a Alan y al alumbrar a Alan ven que hay una chica sobre el arañandolo y queriendo morderlo y Alan comienza a gritar por ayuda.
Diego y Ximena se dispone a quitarle a esa chica de encima, pero antes de que ellos pudieran hacer algo, la chica se abalanzó contra Diego, y al igual que Alan lo quería arañar y morder. Alan se levantó y agarró su arma para ayudar a Diego, Ximena estaba muy asustada pero tenía que estar ahí ya que ella estaba alumbrando con su celular. Alan corrió hacia donde estaba Diego tirado, pero cuando esta chica siente que Alan se acerca de nuevo se intenta abalanzar contra Alan, pero la chica al ver que Alan estaba armado fue corriendo hacia Ximena e intentó derribarla, pero Ximena alcanzó a esquivarla, de igual manera esta chica no se rindió y empezó a forcejear con Ximena para intentar tirarla, rápidamente Alan levanta a Diego y ambos van a ayudar a Ximena. Alan le grita a Ximena:
-¡No la dejes ir!
Y rápidamente le clava el arma que tenía en el lado derecho del torso, específicamente un poco abajo de las costillas.
La chica gritó como una loca y se cayó al sentír que la habían lastimado, Ximena quien era la persona que la estaba agarrando se cayó con ella, y la chica de todas formas intentó hacerle daño a Ximena, pero Ximena se empezó a arrastrar hacia atrás hasta que Diego la remató dándole con el martillo en la nuca y de esta forma acabando con su vida.
Todos al notar que ya había tranquildad de nuevo simplemente se miraron entre sí, mientras estaban recuperándo aire, ya que está chica les dio mucho trabajo, y Diego para romper el silencio dice:
-salgamos de aquí...
Todos agarran sus cosas y salen lo más rápido que pueden.
Al salir Diego, Ximena y Alan sintieron un alivio, por fin había luz.
Manuel, Zazil, y Fernanda se percataron de que ya habían salido del supermercado, y sin perder el tiempo Fernanda va con Diego Ximena y Alan.
-¿Cómo les fué? Preguntó Fernanda
-¡se fué la luz y nos atacó una pinche vieja loca, la cual si que daba miedo, parecía de esa mujeres que aparecen en las películas de terror!
-¿Enserio?, Pensé que se iban a encontrar algo peor
-¡pues hubiera preferido mil veces que nos hubiera atacado un participante común y corriente de la purga a esa vieja loca!, ¡solo mira mi brazo!. Dice Diego mientras le muestra su brazo a Fernanda muy arañado.
-¡no mames! ¿Enserio les hizo eso?
-si... cien porciento real no fake. Contestó Ximena.
-jajajajajaj, ahuevo. Dijo Alan riéndose de lo que había dicho Ximena.
-solo vámonos, aquí está la comida, fué todo lo que pudimos conseguir.
-yo creo que con esto alcanzará. Dice Fernanda
-pues entonces vámonos. Dice Ximena.
Fernanda, Diego, Ximena y Alan van a donde están Zazil y Manuel para decirles que ya era hora de irse.
-ya, vámonos. Dice Fernanda a Manuel y Zazil.
Zazil al ver las heridas en los brazos de Diego y Alan preguntó sorprendida:
-¿Que les pasó en los brazos?
-una vieja loca nos atacó. Dijo Diego
-¿Cómo? ¿Una señora? ¿Cómo era?
-es difícil de describir..... Ximena interrumpe a Diego para decir:
-sin querer cuando me estaba alejando de ella le tomé una foto...así era la vieja esa. Dice Ximena mientras les muestra la foto de la chica.....
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Been to hell
Fanfiction¿Has visto La Purga? ¿Alguna vez te imaginaste que algo así llegaría a pasar de verdad? Pues lo hizo, pero no en E.U.A si no en el país debajo de ellos. Síp, México. Está es la historia de un grupo de amigos que tendrán que aprender a sobrevivir do...