Ahí se encontraba, escribiendo de nuevo en aquel cuaderno viejo lleno de stickers de alienígenas, patos, osos entre mas animales y criaturas raras.
Ya se le hacia costumbre escribir allí, su amiga le dijo que lo hiciera cuando se sintiera triste, enojada, melancólica, y asi.
La chica de cabello de colores le dijo que se sentiría mejor si escribía en el cuaderno.
Pero Maria se sentía peor haciendolo.
No tenía a nadie con quien hablar de todo lo que sufría.
Todo lo que le hacían.Hasta que llego el lindo dia en el que tuvo que irse a un psicólogo, por que intento suicidarse.
En aquel lugar tenia que vivir, y convivir con mas personas.Al principio a Maria le detestaba la idea.
Pero tuvo que aceptar; ella pensaba que su madre estaria
mejor si ella se iba de casa. [Que toda su maldita familia estaría bien sin ella]Maria Pov's
-¡Vamos hermanita!, es hora de irnos.- Hablo mi hermano menor, Emilio, quien tenía mi maleta, ¿acaso me estas corriendo de la casa, he estupido?
Pensaba que alguien me extrañaría de este lugar de mierda, pero ya veo que no es así.-¡Maria!.- sentí que alguien me abrazaba por la espalda, haciendome caer al piso.
No era nada mas ni nada menos que Alex, mi mejor amiga.- ¡No te vayas sin despedirte idiota!.- Dijo para después hacer un puchero, se me hizo algo estúpidamente tierno.
Senti algo húmedo en mi pierna, voltee a ver a Alex y se encontraba llorando, maldita sea mi punto débil.-¡Hey! No llores idiota, sabes que odio verte llorar.- dije molesta y ella empezó a limpiarse con su suéter color gris con estampados de ¿un pato...cornio? ¿que chingados?
-¿Podremos vernos de nuevo?.-
-Pendeja, somos amigas no pareja, y claro que podemos vernos...o eso creo.- dije mirando a mi madre y ella sonrió...como siempre, falsamente.
-¡Maria, te tienes que ir ya, te están esperando!.- Me grito de nuevo mi hermano, demonios me molesta que sea así, si el estuviera en mi lugar no lo correria.
-Bueno Alex, un gusto el verte hoy, me tengo que ir.- sentí un nudo en mi garganta, y pequeñas gotas bajaban por mis mejillas, Alex solo se dedico a abrazarme, para después levantarme del piso.
Subí al auto, y mi madre también, me despedí de Alex, de todo el puto vecindario en el cual todos me valían caca. En fin de todo lo innecesario me tuve que despedir al final.
[Hasta de una ardilla(?)]Pase todo el camino sin hablar con mi madre, no hablábamos mucho, pero sabia que podía contar con ella.
Paso como una hora de viaje, y llegamos a una casa pintada de celeste y violeta. Con un bello jardín cuidado.Bajamos mis maletas y abrimos la puerta de esa casa.
Al entrar un chico se encontraba hablando con una mujer que al parecer, era la recepcionista de la casa.-¡Oh, hola! ¿en que puedo servirles?.- hablo amablemente la mujer, ignorando al chico que quería seguir charlando.
-Vengo a quedarme aquí.- dije cortante y vi como la mujer aun mantenía su sonrisa
-Bueno~ pasen por aqui.- dijo empujando al chico que se recargaba de la mesa donde se encontraba la mujer.- Vamos Melisa, deja pasar a las chicas
-¿Melisa?.- pregunte para mi misma pero luego reaccione, al saber lo que era ese "chico".- ¿Eres una Tomboy?.-
-Sip.- dijo sonríendome amablemente, algo que me hizo estremecer, es la primera persona que me sonríe de esa manera.
Me sonroje un poco, pero poco después reaccione, ya que "Melisa" me estaba llamando.
-¿Cual es tu nombre?.-