Capítulo 3.

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Luego de aquella escena de asombro, ambos chicos caminaban tranquilamente por toda la escuela antes de que las clases iniciaran. Se encontraban en el patio de esta conversando tranquilamente, da el primer toque para entrar y Alonso siente sus piernas flaquear del nerviosismo al darse cuenta que prefirió ir con Jos a buscar su salón.

—Jos, lo siento, no he encontrado mi salón y mira; ya no tengo tiempo, voy a tardar mucho.

—Vamos Alonso, ven conmigo, no hace daño faltar el primer día.

—Me encantaría pero no, tengo que ir a mi salón.

—Por favor —el pelinegro hace un pequeño puchero con sus labios y mira al rubio con suplico—.

—Awwn, cosita bella —lleva una de sus manos a una de las mejillas del pelinegro, niega ligeramente con la cabeza y suelta un pequeño suspiro—. Lo siento, Jos, tengo que ir.

—Está bien, está bien, pero después de clases saldrás conmigo, eh.

—Como quieras, Jos, no importa —suelta una pequeña risa mientras que niega ligeramente con la cabeza para después dar un pequeño beso sobre la mejilla derecha de Jos—. Ven, tú también debes ir a tu salón.

—Sólo porque tú lo dices —se coloca de pie, suelta un pequeño suspiro y mira a Alonso con ternura—. Vamos, yo te llevaré a tu salón.

El menor asiente ligeramente con la cabeza, de igual manera se coloca de pie y comienza a caminar junto al pelinegro. Todo el camino al salón de Alonso fue completo silencio, ninguno de los dos hizo el intento de argumentar palabra alguna solamente se limitaron a soltar pequeños suspiros.

Una vez llegaron al salón de Alonso, este soltó un pequeño suspiro y se giró para así mirar a los ojos a Jos.

—Gracias por acompañarme hasta aquí.

—No agradezcas nada, te estaré esperando para salir al final, ¿sí?

—Está bien, saldremos.

—Gracias —al finalizar de decir aquello, toma una de las manos de Alonso y deposita un pequeño beso en esta para después retirarse de ahí a paso lento—.

Luego de aquello las clases comenzaron, Alonso no prestaba atención a nada por estar pensando en Jos.

En la hora de descanso, Alonso buscaba con la vista a Jos mas sin embargo no lo encontró, estiraba su cuello para así tratar de encontrarlo entre la multitud. Bryan notó la acción del menor y rápidamente se acercó a él.

—¿Me buscabas a mí?

—Noup, bueno en parte sí porque no tengo amigos, tú y Alan son mis únicos amigos.

—¿Buscabas a Alan?

—No, buscaba a Jos, pero no lo encuentro.

—Jos no convive con la escuela en el descanso, se van con Freddy y su grupito a quién sabe donde.

Alonso soltó un pequeño resoplido mientras que asentía ligeramente con la cabeza, caminaba con esta cabizbaja ya que no quería ver a nadie por el momento.

—Mira, es Alan.

Alonso levanta un poco su cabeza, suelta un pequeño suspiro y camina hasta el patio de la escuela.

Conforme pasaba el tiempo Alonso se ponía más nervioso, cuando dieron el toque para salir, el menor tomó sus cosas rápidamente y salió de la misma manera. Al estar fuera de la escuela, disminuyó su manera de caminar, notó al pelinegro pero desvió su camino al verlo alegremente con una chica rubia.

—Qué estúpido.

—¡Alonso! Espera, pequeñín.

Al escuchar la voz de Jos, detuvo secamente su andar, soltó un pequeño suspiro y se giró para así quedar frente a frente con Jos.

—Dime.

—Saldremos, ¿lo olvidas?

—Oh, respecto a eso; ya había hecho planes con Alan y no puedo cancelarle, lo siento.

—A él no pero a mí sí.

—Jos, él es mi amigo.

—Conmigo lo pasarás mejor.

—No quiero hacer mal tercio.

Jos soltó un pequeño suspiro al escuchar decir aquello al menor, negó ligeramente con la cabeza y habló tranquilamente.

—Está bien, no le digo que se vaya porque ella es mi nueva novia y tengo que pasar tiempo con ella. Adiós, Alonso.

En cuanto Jos terminó de decir aquello Alonso negó varias veces con la cabeza, soltó un pequeño suspiro, se dio la vuelta y comenzó a caminar de manera apresurada.

Alguien detuvo su andar cuando se colocó frente a él haciéndole soltar un pequeño quejido.

—¿Por qué vas tan rápido, Alons?

—Y-yo quiero ir a casa, Alitas.

—¿Qué tienes, pequeño?

—Nada, nada.

—Oh, vamos, ¿no le dirás a Alitas?

—Ay, shhh —Alonso suelta una pequeña risa al escuchar decir aquello a Alan, toma las mejillas de este y niega ligeramente con la cabeza—. No le diré a Alitas qué tengo.

—Alonsito, dime —dice aquello en tono suplicante, deposita un pequeño beso en los labios de Alonso y susurra—. O vamos a mi casa, para que tal vez así me digas algo.

—Noup, bonito —las mejillas del menor tomaron un color rojo bastante notable al sentir sus labios con los de Alan—. Vamos a tu casita, Alitas.

El mayor asiente con la cabeza y toma una de las manos del menor entrelazando sus dedos, Alan habla de cualquier cosa con tal de no mantener un incómodo silencio entre ambos cosa que a Alonso le encantó, se alejaban poco a poco de la escuela y ambos con una gran sonrisa en el rostro.

Mientras tanto Jos observaba todo unos cuantos pasos alejado de ellos, miraba aquella escena con celos y enojo, sí, él dejó ir a Alonso pero quería que nadie más se le acercara. Presiona sus puños con fuerzas y se dirige a donde se encontraba su nueva novia, mantenía una expresión enojada y seria, pero nadie podía preguntar el por qué. 

Who? «Jalonso»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora