Profesor Jeon {Jungkook & Tú} [ONE-SHOT] LEMON

CAPÍTULO ÚNICO

- Andrea, basta. No quiero que el profesor Jeon vuelva a llamarme la atención. -

- _______, es en serio. Te juro que si no fuese importante, no te estaría molestando en clases. -

Entre susurro, es como Andrea y yo nos estábamos comunicando en medio de la clase. A pesar de que el salón completo estaba en absoluto silencio, nuestros susurro no eran tan bajos como quisiéramos que fueran. Estaba segura que en algún segundo el profesor haría como siempre; voltear a mirarnos, y regañarme a mí por interrumpir sus clases.
Tampoco era para tanto, siquiera le molestábamos tanto a él, como a mi compañero de asiento junto a mí. Es más ni él, se quejaba tanto por nuestros molestos pero bajos ruidos.

- Andrea por favor, espera para el receso. Te juro que si el profe me regaña esta vez... Me las pagarás caras. -

Fulminé a mi amiga por quinta vez, para hacer cuenta que prestaba mi completa atención a los ejercicios que estaba escribiendo el profesor Jeon.
Pero de lo terca que era, no parecía captar la indirecta. O tal vez lo hacía, solo para fastidiarme.

- _______, por favooooooor. -

Volvió a insistir, esta vez dejando caer su lápiz de las manos al tratar de hacer el gesto de súplica con ellas. Juro que como no se detenga, le mando un puñetazo si el profesor la carga conmigo.

- Andrea, como sigas así... -

Pero he ahí, donde mi desgracia siempre llega. ¿Casual no?. Oh, pero que eso no lo es todo. A continuación serán claros testigos de mi hora de muerte, literalmente.

- Señorita, ______. Espéreme al finalizar la clase. -

Dada por terminadas sus palabras, suspiré en resignación ignorando la mirada de mi amiga. Maldición.
Sabía que esto pasaría, pero la muy genio tenía que darle y darle con sus molestias.

¿Acaso tan importante era el que ella se estuviera ligando al idiota de Wonho? Porque la verdad, me la sudaba a mí. Es mi mejor amiga y todo, pero tampoco me interesaba que por fin ese chico quisiese salir con ella. Sorry pero, no soy de ese tipo de amigas que no se pierde ni cómo se la ligó a la otra. Simplemente el chisme, no era lo mío.

Oh pero ahora, sí me interesaría en cómo es que todos se enteren de cómo le di un puñetazo a Andrea por bocazas. Obviamente no sería demasiado fuerte, pero con que le quede claro que en las clases del profesor Jeon, ni se le ocurriese dirigirme la palabra.

Y justamente ahora estoy esperando la hora de que el reloj decida dar pronto las una y media, indicando el último receso del almuerzo. Perfecto. Nada mejor que ser castigada a esta hora, cuando más hambre tengo.
Yo sabía que debía dejar la barrita de chocolate para el final de la hora, pero no, ese chocolate se veía tan sabroso, que no dudé siquiera en darle un tiempo más de vida. En fin, estaba bueno y punto.
Y recordando chocolate, no faltaba el compañero de clase que se sacará un suministro en ese preciso momento en que reflexionas del por qué te comiste la barra de chocolate antes y no guardarla para después. Maldito Jackson, siempre salía con las suyas en clases.
Tal vez si me acercaba a susurrarle que me regalara un poco para engañar el estómago, no sufra demasiado en el castigo.

Y así iba a hacer. El desgraciado no puede decirme que no, después de que le salvé el culo con la prueba de matemáticas. Este era su precio por la ayuda que le di.
Miré por el rabillo del ojo a Andrea, y esta estaba centrada en su cuaderno seguramente copiando el ejercicio del pizarrón.
Me removí en la silla para acercarme más hacia él, disimuladamente ante la presencia del profesor. El idiota de mi lado parecía estar tan concentrado comiendo, sin darse cuenta de lo cerca que estaba a él. Casi que parecía chicle a su lado. Pero me daba igual. Teniendo hambre de por medio, mi dignidad la dejaba para después.
Le dí un codazo, para captar su atención. Sacó su cabeza de la mochila, y me miró con cara de "no le digas al profe, te convido lo que quieras".
Me eché una risita, sin ocasionar ruido alguno. Volví a acercarme a él, y susurré en su oído.