Capítulo I

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-Cómo será mi boda? – pregunto Mackenzie con un tono de nerviosismo e inquietud,era la futura novia para la que ahora trabajaba, y como todas estaban nerviosas las semanas antes de la boda.

-Sera perfecta, todos los invitados quedaran deslumbrados cuando te vean aparecer con tu brillante vestido blanco. Luis y tu, series la pareja perfecta. Caminaras del brazo de tu padre por una alfombra aterciopelada repleta de pétalos blancos como a ti te gusta, ese día será el mejor día de tu vida. Se hará realidad tu sueño, tendrás la boda de cuento que tanto deseas, lloraras de felicidad teniendo cuidado que no se estropee el maquillaje, miles de emociones explotaran en ti en tan solo unos minutos. Escucharas la banda que elegiste mientras caminas hacia el altar, donde todos te miraran embobados por tu belleza y Luis te estará esperando para daros el Si, quiero y así prometer vuestro amor eterno delante de vuestras familias y amigos. No te preocupes Mackenzie, será tan perfecta como tú te imaginas.

-Gracias – respondió Mackenzie con los ojos llorosos, una sensación de paz invadió a Lara al ver como solo unas palabras podrían calmar todos sus miedos.

Ian acompaño a la futura novia hasta la puerta y al despedirse volvio para abrazar a Lara en un fuerte abrazo , aplastandola entre sus brazos.

-Me vas a hacer llorar a mí también Lara –bromeó Ian, mientras se puso a limpiar la mesa donde estaban los restos de pastel que había probado Mackenzie.

Ian no solo era su mejor amigo, sino que también su compañero de trabajo. Un experto xef, apuesto , divertido, inteligente, comprensivo, paciente, musculoso...Lo tenía todo, la pena era que llevaban juntos desde hacia tantos años y pasaban tanto tiempo juntos que no lo veia como otra cosa que no fuese su amigo y compañero.

Se conocieron en secundaria, cuando Lara estudiaba con la hermana mayor de Ian, Anne. Nada más empezar el curso les toco sentarse juntas compartiendo horas y horas de clases, desde entonces Anne y Lara fueron inseparables, las mejores amigas, y con el tiempo Ian empezó a formar parte de su vida considerándolo su mejor amigo y a la vez su hermano pequeño.

Aunque la verdad fuese dicha, de hermano pequeño tenía poco, un hombre alto de cabello castaño e intensos ojos azules con el que compartía su día a día .

Hacía tantos años que se conocian que se había forjado una gran amistad, Ian era todo un bromista y en varias ocasiones había simulado que salían juntos con tal de echar a los perros, como él los llamaba, eran hombres que estaban a punto de casarse y creían que lo mejor antes de la boda sería tener una aventura con su organizadora, cosa que Lara estaba totalmente en desacuerdo y por eso agradecía el mini-rol que tomaba con ella.

Lara aún no se podía creer cómo en pleno siglo XIX algunos hombres no entendieran un No por respuesta o como a pocos días de la boda algunos hombres fueran capaz de ligar con otras mujeres. De igual manera , también había visto como novias a punto de casarse venían a la oficina una y otra vez para poder estar con Ian unos minutos.

Y es que Lara, por mucho que lo ocultase sabía que en el fondo Ian era un hombre apuesto.

-Acuérdate que esta noche tenemos una cita! – le dijo Ian con una gran sonrisa.

-No podemos ir otro día? – preguntó Lara intentando poner carita de pena, sabía que no se libraría de salir esta noche, pero por intentarlo...

-NO,no y no. – paro en seco y puso cara seria – Esta vez no me vale ninguna excusa, lo pasaremos bien , tienes que probar los diferentes menús que he creado...Además te tengo preparada una sorpresita – dijo con expresión de niño travieso.

-Que tipo de sorpresa? - preguntó Lara curiosa -

- Te prometo que te va a gustar, casi tanto como los platos que he preparado. - le dijo mientras le guiñaba el ojo.

Habla ahora o calla para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora