Chapter 11: Propuestas y Decisiones

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Era un atardecer hermoso, el sol se escondía lentamente detrás de las colinas, dejando a su paso unos débiles rastros de luz rojiza, dando lugar a las estrellas de la noche. Ese día había sido muy pesado, un duro entrenamiento se había llevado a cabo para el equipo Kakashi. El Jounnin los citó desde el amanecer para ensayar unas técnicas nuevas y tan buen desempeño habían tenido sus estudiantes, que ese día los dejo ir temprano.
Ahora, un chico rubio caminaba al lado de su compañera pelirrosa, él charlaba animadamente, aun rebosante de energía, hablando sin parar del entrenamiento. La kunoichi no podía hacer más que sonreír, siempre sentía admiración por el entusiasmo contagioso que emanaba su amigo. En ese momento, percibía como todo el cariño que sentía hacia él crecía inexplicablemente.
-Oye, Naruto.- Se dirigió la chica al joven que caminaba dos pasos delante de ella.
-Y luego cuando junte todo ese Chakra ¡Wooow! Sentí que Yamato iba a tener un colapso nervioso… - él rubio seguía con su conversación. Aparentemente sin escuchar a su amiga.
-Naruto…- La joven volvió a nombrarlo más fuerte aun con una sonrisa, pero con su ceño ligeramente fruncido.
-Jajaja, Y luego cuando Sai comento sus perversiones con Kakashi-sensei, jajá estoy seguro que debajo de su máscara se sonrojo….- aun no escuchaba.
-Emmm ¡Naruto!-
-Pero el entrenamiento se está poniendo cada vez mejor, y eso me volverá más fuerte ¡Dattebayo!-
-¡NARUTO!-.
¡PLAFFF!
Un enorme morete se formaba en la mejilla del Ninja.
-¿Por qué me golpeas Sakura-chan?- Preguntó él con sus ojos llorosos.
-¡Eres un desconsiderado! ¡¿Y todavía preguntas por qué te golpeo Baka?!- La chica seguía furiosa con el puño cerrado al nivel de su rostro.
-La verdad es que no tengo la menor idea de porque te enojas conmigo Saku-chan =T.T=- Seguía acariciando su hinchada mejilla.
-Bueno como sea.- La chica respiro hondo y volvió a tranquilizarse.- Lo que te quería decir era ¿Qué tal si compramos algo de cenar y lo comemos en tu casa?-
El rubio la escucho con los ojos bien abiertos y su enorme sonrisa zorruna se dibujo en aquel alegre rostro. Se olvido del dolor de su cara y se paro derecho de un salto alzando su puño al cielo de manera triunfante.
-¡Cenare Ramen con Sakura-chan Dattebayo! ¡Ramen, ramen, ramen…! – Y fue a toda velocidad delante de ella por el camino que los llevaría a Ichiraku.
"Bueno, parece que de nuevo cenaremos ramen U_U"
Y sin pensar más lo siguió hasta su destino.
(En el departamento de Naruto)
Los dos amigos iban llegando a la puerta del departamento, Naruto venia cargando unas enormes bolsas con órdenes de ramen para llevar (Hasta creen que el chico comería solo UN plato de ramen ^_^'), no había dejado que Sakura lo ayudara con ninguno de los paquetes. Ambos venían conversando muy animadamente, hasta que el rubio se dio cuenta de algo.
-Etto, Sakura-chan ¿Podrías sacar las llaves de mi bolsillo=^.^='?- El rubio no era capaz de mover sus manos por tener tan preciada carga.
- ¿y porque no solo pones el ramen en el piso o me lo das y sacas tus llaves?- Dijo divertida la chica adivinando la respuesta.
-¡¿Enserio esperas que ponga un inocente plato de ramen en el suelo O_O?!-
-Está bien, está bien ¿en qué bolsillo tienes las llaves?-y antes de recibir respuesta alguna la chica metió su mano en el bolsillo del pantalón derecho de su amigo.
-Están en el otro bolsillo =u.u=ttebayo-.
-Lo hubieras dicho antes¬¬- Y metió su mano libre en el bolsillo izquierdo de su compañero sin sacar la anterior.- ¡Aquí están! ¿Eh? Pero…-
La pelirrosa trato de sacar sus manos de los bolsillos del pantalón, pero se había quedado atascada.
-¡Demonios Naruto! ¡EL pantalón te queda más apretado de lo que se ve¬¬!- LA chica seguía forcejeando para liberar sus manos de la prenda, pero no podía. Su amigo solo se reía viéndola con una gotita corriendo por su frente.
InnerSakura: Puedes apostar a que es porque algo no le cabe dentro ¬w¬, Naruto-kun ¿Cuándo creciste tanto *¬~?
"¡Por supuesto que no es lo que estas pensando!" InnerSakura: Si claro, y lo que estas tocando es una katana¬¬' "O/O"
-Gomen Sakura-chan, es que se han de haber encogido cuando los lave…-
-¡Encogido nada! Deberías dejar de comer tanto ramen...¡KYAAAAA!-
La kunoichi logro por fin sacar las manos del pantalón del chico, pero fue con un tirón tan fuerte que la chica salió impulsada hacia atrás. Tenía los ojos apretados esperando el golpe, ya era casi perceptible el dolor de su cabeza contra el duro suelo.
"¡Viene el golpe, auch, auch, auch!"
InnerSakura: ¡ Auch, auch, auch X_X! … o.o?
Hey... ¿desde cuándo golpearse te hace sentir como que flotasO_O? "¿Eh o.o?"
Nunca toco el suelo. Abrió sus ojos lentamente y su corazón empezó a latir a mil revoluciones por minuto. Naruto estaba arrodillado en el suelo por su costado derecho y tenía sus dos brazos alrededor de ella, sosteniéndola de la espalda y la cabeza, evitando así que se golpeara contra el duro suelo de madera. Pero lo que hacía a su corazón revolotear como un colibrí era el hecho de tener el rostro de su amigo rubio a solo unos centímetros de distancia.
-¡¿Estás bien Sakura-chan?! – Sentía como el cálido aliento del ninja en su rostro la aturdía.
-¿Eh? Yo… - Sus mejillas se sonrojaron levemente al notar que el rubio no apartaba sus ojos celestes de los jades de ella.- Etto… Naruto, ¿Qué paso con el ramén? –
La joven al desviar la mirada para romper ese contacto que la ponía tan nerviosa , pudo notar los botes de lo que se supone seria su cena. Estaban todos esparcidos por el suelo, completamente arruinados, pero al contrario de lo que creía la kunoichi, su amigo respondió:
-No tiene importancia.-Con una suave voz modulada.
Sakura volvió a verlo directo a los ojos, mientras él la ayudaba a ponerse de nuevo en pie. Al hacerlo quedaron frente a frente, las puntas de sus narices se tocaban y los brazos del joven rodeaban ahora con más fuerza a la pelirrosa.
-No importa nada con tal de que estés bien Saku-chan, eso es lo más importante.- Entrecerró sus ojos, haciendo de alguna manera su mirada más profunda y penetrante y con su cálido aliento concluyo- Porque TU eres lo más importante para mi.-
-Na… Naru…to… - Y sin pensar más, la chica se rindió ante él, ayudándolo a acortar la distancia entre sus rostros.
Sus labios se juntaron en un cálido roce, suave. El rubio la apretaba mas contra su cuerpo, subiendo uno de los brazos que tenía en su cintura lentamente por su espalda, causándole escalofríos a ella. Sakura se dejo llevar por ese roce y rodeo el cuello de Naruto con sus brazos, intentando acortar aun más la distancia entre ellos.
Lentamente, el compas del beso se fue haciendo más intenso entre ellos, el dulce toque se estaba volviendo más exigente. Se detuvieron un momento para respirar y después de esa milésima de segundo que llamaron "pausa" Naruto devoró de manera feroz los labios de la ojiverde, metiendo su lengua en la cavidad de la chica, haciéndola liberar un gemido.
Esto fue el detonante que necesitaba el chico kyuubi. Tomo a Sakura en sus brazos, alzándola al tiempo que comenzaba a besar su cuello y ella lo ayudaba a sujetarla apretando sus muslos alrededor del cuerpo de él.
El Uzumaki abrió la puerta de su apartamento de una estruendosa patada, sin dejar de besar cada centímetro de piel descubierta de la pelirrosa. La coloco contra la pared más cercana a la que chocaron y comenzó a bajar por el cuello de la chica, hasta su escote, dejando pequeños rastros de chupetes y leves mordidas que hacían gemir a la chica.
-Ah…Na…Naru…to- La joven sentía que perdía la cabeza ante cada caricia.
Él comenzó a bajar lentamente el cierre de esa blusa roja tan estorbosa que tantas veces le había arrancado en sueños a la chica, y dejo al descubierto su pechos, aun aprisionados por su sujetador de encaje negro. La piel que se podía apreciar era blanca y tersa, más apetecible de lo que se la había imaginado en sus fantasías.
La pelirrosa no se quedo atrás, lo vio impaciente como se quitaba su chamarra naranja, no soporto más su "lentitud" y le arranco la camiseta con sus manos, convirtiéndola en simples jirones de tela.
El oji-azul se quedo impactado viéndola a ella y a su torso desnudo intercaladamente. La joven se sonrojo por esto y por el hecho de ver el pecho y los abdominales marcados de Naruto. Era cierto que entrenaba mucho, pero nunca imagino que su entrenamiento le trajera ese tipo de "beneficios" a su físico.
-Saku-chan…- La joven dirigió la mirada a su estupefacto amigo, tenía algo que no podía interpretar en sus ojos, un brillo rojizo que no tenía nada que ver con su bijuu.
-¿Naruto-kun?- El joven coloco sus manos pegadas a la pared aprisionando a la chica.
-Saku-chan… eres tan…- El joven agacho su cabeza, inspeccionando a la ninja desde los dedos de los pies hasta sus labios. – Eres tan…¡ARDIENTE!-. Contesto jadeante de deseo casi en un gruñido.
¡FUEGO! Lo que el chico tenía en su mirada ¡era un incendio! Naruto La tomo de la nuca y la cintura y aprisiono sus labios de manera salvaje, mordiéndolos, devorándolos, poniéndolos rojos he hinchados. Sentía su piel hirviente sobre ella, quemándola bajo su constante roce, estaba abrumada por toda la pasión del ninja.
-Ah Na-¡Naruto! ¡Aah!- Gimió la chica al sentir como el rubio apretaba con sus manos los pechos por encima de su sostén.
La pelirrosa se sentía perdida, entre sus caricias, besos, sentir su piel parcialmente desnuda frotarse con la de su amigo, se estaba dejando llevar sintiendo emociones nunca antes experimentadas por ninguno de los dos.
La kunoichi correspondía desesperadamente los hambrientos besos de su acompañante, mientras que él sentía la gloria al fin probando esos dulces labios de cereza que había ansiado desde su niñez. Su excitación crecía notablemente para la joven, quien podía sentir su duro miembro rozándola por encima de la tela entre las piernas. El rubio se separo de sus labios y comenzó a bajar de nuevo por su cuello, lentamente, hasta su escote. Nuevamente se topo con esa molesta prenda de encaje.
El chico frunció el ceño, pero no dejo ni un solo instante de dibujar marcas con su lengua en la piel blanca y suave descubierta de los pechos de la pelirrosa al tiempo que intentaba desabrochar su sostén.
Sakura sentía escalofríos recorriendo su espalda, sus labios liberaban ligeros gemidos, mientras ella enredaba las manos en los suaves cabellos del chico y jalaba mechones de su lacia cabellera rubia. Sintió las manos de él en su espalda, librando una batalla campal contra el broche de su ropa intima. Cerro sus ojos, esperando así concentrarse más en la sensación que le traía, su piel se erizaba bajo el toque de manos ajenas.
Pero al momento de juntar sus parpados para dejarse llevar por completo, una fría mirada roja como la sangre apareció de la oscuridad de su mente haciéndola despertar de su ensoñación.
-¡SASUKE!- La chica grito su nombre al momento que abría fuertemente sus ojos como platos. - ¡Naruto detente!-.
Pero no necesitaba decir lo último. En el instante en que escucho ese nombre salir de los labios de la ojijade, su cuerpo se congelo completamente.
¿Cómo? ¿Cómo era posible que hasta ese momento lo hubieran hecho presente? Se había dejado llevar por sus deseos, y ahora sentía que estaba traicionando a Sasuke. Pero si ella nunca había estado con él y el azabache jamás correspondió lo que sentía… ¿Por qué demonios se sentía como una traidora? Sentía vergüenza de sí misma.
-Naruto… yo…yo creo que no debemos… -Naruto seguía apoyando la cabeza en la piel cercana a su escote, no dejando ver a la chica su rostro.- Es que… siento como si, como si lo estuviéramos traicionando…-.
La pelirrosa se quedo un momento en silencio, esperando alguna señal de respuesta, pero al no recibirla continuo.
-Naruto-kun… lo siento… tú no tienes la culpa de que… es que… no… es que ¡ME SIENTO TAN CONFUNDIDA!- Al gritar lo último se le quebró la voz y sintió como unas lagrimas rebeldes comenzaron a resbalar por sus mejillas. Se sentía horriblemente mal. Sus lágrimas siguieron derramándose en silencio, pero se detuvo al escuchar por fin una contestación.
-Sakura…- La joven no pudo menos que sorprenderse al escuchar la voz del ojiazul. Era tan serena, tranquila, además del hecho de que jamás, nunca, en la vida, la había llamado de otra forma que no incluyera el "chan".
EL chico Uzumaki al fin separo su rostro de la piel de la joven, enfrentando la mirada impresionada de la chica. Por su parte los ojos azules del ninja transmitían una calidez y un cariño que la hicieron sonrojar. En esa sola mirada se transmitían todas las emociones de él, aun si no hubiera dicho nada después, ella abría sabido todo. Sakura estaba segura de que jamás podría olvidar la manera en que esos ojos la admiraban.
-Sakura, quiero que me escuches bien. – La voz suave de Naruto y su dulce aliento la hipnotizaron completamente, no pudo evitar sentir un suave hormigueo cuando el coloco su mano en la sonrojada mejilla del la joven.
-Se que hace tres años, antes de que las cosas se complicaran para todos, tu mente estaba completamente dominada por la presencia de Sasuke. No sé si lo amarías o no entonces, la verdad es que no me importa mucho averiguarlo. Para ese entonces, yo no podía dejar de pensar en lo bonita que eras. Admiraba tu inteligencia y capacidades, sentía un enamoramiento típico para nuestra edad, en verdad era muy simple. Además, en parte te veía como un premio en mi competencia contra Sasuke, aunque en el fondo, sabía que nunca te fijarías en mí. ¿Quién se iba a fijar en el chiquillo raro con las peores notas de la academia teniendo por un lado al genio del Uchiha? -.
-Na-Naruto yo… - La chica quería decirle que no era cierto, pero las palabras no salieron. Sabía muy bien que todo eso era verdad. En aquella época ella solo era una chiquilla superficial y egoísta.
-Pero después con el tiempo, algo cambio. – El continuo como si la pelirrosa no hubiera dicho nada.- con el tiempo comencé a entender más a Sasuke, y se convirtió en alguien sumamente importante para mí. Y a ti te comencé a ver como una amiga, por lo que deje de molestarte con mis tonterías de citas y esas cosas, porque te respetaba en serio.- Respiro hondo y continuo.- El día que Sasuke se fue… ese día me enamore realmente de ti Sakura.-
Sakura impactada sintió como su aliento se quedo atorado en su garganta y su corazón se paralizo por un momento antes de comenzar a revolotear en su pecho. También podía sentir como el pulso de Naruto aumentaba al decir estas palabras, pero su cara seguía igual de cálida y apacible como lo había estado desde que comenzó a hablar.
-Ese día dejamos todos, los tres, de ser niños. Te enamoraste de Sasuke. Y yo de ti. No soporte la idea de verte sufrir por alguien más, pero me contuve y me jure a mi mismo que haría todo lo que estuviera a mi alcance para verte sonreír. Así fuera verte con otro, y ese otro fuera mi mejor amigo.
-Cuando volví de mi entrenamiento con ero-sennin y te volví a ver, me di cuenta de que esos sentimientos, en vez de olvidarlos, se hicieron más fuertes. Y si fuera posible, crecieron aun más al ver en lo que te habías convertido. La terca niña indefensa que deje atrás se convirtió en una hermosa y fuerte mujer. Yo cumpliré la promesa que te hice, no importa si me cuesta sudor, sangre o mi vida. Y prometo que esto que acaba de pasar entre los dos no se volverá a repetir. Traeré a Sasuke de vuelta porque ambos lo necesitamos. Y en ese momento, si decides estar conmigo juro que te cuidare con el alma. Pero si lo elijes a él… lo entenderé. Porque seguiré siendo tu amigo a pesar de todo.-
-Pero Naruto yo…-.
El rubio tomo una de las manos de la joven y la coloco en su pecho al nivel de su corazón. Una sonrisa se dibujo en sus labios y sus ojos entrecerrados la vieron con ternura.
- Te amo Sakura. Y no importa lo que pase o lo que decidas, esto siempre será tuyo. Siempre ten en cuenta que palpita por ti. Aunque me llegaras a odiar, aunque nos dejáramos de ver o nuestros caminos nos alejaran… siempre recuerda, que mi corazón vive por tu calidez y solo se detendrá el día en que TÚ dejes de existir en este mundo.-
Tras esto, el rubio movió la mano que seguía en la mejilla de la chica y la coloco detrás de su nuca.
-Naruto… ba-ka.- Susurro por respuesta final la ojijade mientras cerraba los ojos. El rubio no pudo hacer más que sonreír.
Acerco su rostro al de él y unió sus labios en un beso que hizo que a ambos se les erizara la piel. Se fundieron por ese instante en un profundo amor, tan fuerte que Sakura pudo sentir como una nueva lágrima resbalaba por su mejilla. No se sentía triste, era tan feliz. En ese momento amaba a Naruto con todas sus fuerzas, pero aun amaba a Sasuke. Sin duda el corazón de una chica es algo confuso.
Por su parte el joven la apretaba más a su cuerpo de una manera protectora y posesiva, sabía que no tendría una oportunidad como esta en mucho tiempo, o tal vez nunca de nuevo. Ninguno de los dos quería separarse, pues sabían que después no volverían a estar juntos otra vez como en ese momento.
Esa noche, ambos durmieron abrazados en la cama del Uzumaki, sin hacer nada, simplemente sintiendo la calidez del otro.
A la mañana siguiente cuando Naruto despertó, Sakura ya no estaba.
(Fin del FLASHBACK)
Unos ojos tan claros y azules como el mar veían desde un tejado a las estrellas que se asomaban tímidamente en el oscuro cielo. No tenía la menor idea del porque su mente había retomado aquel recuerdo. Esa confesión se la había hecho a la pelirrosa una semana antes de que desapareciera, fue prácticamente la última noche que paso a su lado.
A pesar de que nunca se había acostado con la ojijade y del hecho de saber que el corazón de la chica no era de él, aun así, Naruto siempre le pertenecería a ella.
Una suave brisa nocturna soplo sacudiendo suavemente las hojas de los árboles y arrasando con ella unos pétalos de cerezo. El rubio lo observo danzar en el aire hasta que se perdieron de su vista. Una sonrisa se dibujo en su rostro.
-Me pregunto Sakura-chan, si donde quiera que estés, ¿podrás darte cuenta lo mucho que pienso en ti?-
EL ninja sonrió ampliamente, coloco sus manos detrás de su cabeza y se recostó sobre ese tejado para admirar cómodamente las estrellas. Al parecer esa sería una hermosa noche.
"Pero no más que aquella vez…"
(En la base de Akatsuki)
Una pelirrosa caminaba nerviosamente detrás de una peliazul. Las palabras que le dijo la criminal hace unos momentos retumbaban fuertemente en su cabeza como un eco.
"Esta reunión se trata de ti. Es sobre el futuro de ti, Haruno Sakura, como posible miembro de la Organización"
"miembro de la Organización"
"Organización"
"No entiendo qué demonios sucede"
InnerSakura: Pues ya somos dos O_O'
Konan no había vuelto a decir nada desde que pronuncio esas confusas palabras. Podía sentir una tensión más grande que la suya provenir de la ojiazul. Sakura sabía que había todavía más cosas de las cuales la criminal prefería no decirle aun. Si era posible tal vez no quería tener que comunicárselo ella misma.
Miles de suposiciones y preguntas rondaban por su cabeza distrayéndola de tal manera que no se dio cuenta del camino recorrido. Cuando menos lo pensó Konan se detuvo y le dijo:
-Aquí es. Tras esa puerta está el punto de reunión de Akatsuki.-
Sakura se acerco a la mujer hasta quedar a su costado. Contemplo lo mismo que observaban los ojos azul profundo de su acompañante. Ante ellas se alzaba una enorme puerta doble de roble de unos 3 metros de alto. Se veía antigua y estaba tallada por toda la orilla por unos símbolos extraños que la ojijade no pudo identificar.
Sin esperar más Konan abrió la puerta y se hizo a un lado para dejar pasar a la pelirrosa. Sakura dudo unos segundos al ver esa densa oscuridad que se formaba dentro del extraño recinto ¿Y si era una trampa más? Dirigió su dudosa mirada a la peliazul, quien le respondió con una pequeña sonrisa de comprensión y negó con su cabeza como respuesta. La kunoichi decidió confiar en esa extraña dama. Todo aquello era muy raro, hace cerca de un mes ignoraba su existencia y ahora sentía que era la persona en la que mas podía confiar.
Respiro hondo y camino decidido al interior de esa habitación. Una vez dentro Konan cerró la enorme puerta tras de sí, dejando el lugar en penumbra. No se podía distinguir casi nada dentro a excepción de una tenue luz que se distinguía a unos metros de ellas.
-Sígueme.- Le indico Konan tomándola de la mano para que supiera donde se encontraba.
Caminaron hacia aquella luz y conforme se acercaban Sakura se dio cuenta de que era otra entrada. Esta vez era una puerta de cristal opaca, lo cual explicaba que no dejara pasar la luz a aquel cavernoso sitio.
La peliazul llamo a la puerta con un ligero toque y espero respuesta.
-Pasa Konan.- Se escucho la voz proveniente de esa habitación. Era El líder, Pein.
Sakura trago saliva ruidosamente, escuchar esa voz le ponía los pelos de punta. Konan abrió la puerta suavemente y voltio hacia ella, y con una cara seria y fría se dirigió a la chica.
-Vamos Haruno.- Aunque quisiera, sabía que no debía demostrar ningún afecto hacia la ojijade en presencia de Pein.
La criminal se adentro dentro de la sala y la pelirrosa se acerco a paso veloz hasta quedar a su lado. La habitación estaba alumbrada por antorchas que dibujaban enormes sombras alargadas en las paredes. Ninguna de estas estaba decorada por cuadros o adornos, lo cual transmitía una seriedad y frialdad al cuarto. En el centro del lugar se encontraba una enorme mesa rectangular en la cual se encontraban sentados todos los miembros de la organización.
La nin-medico pudo sentir como se le ponina los nervios de punta al ver ahí reunidos a todos aquellos asesinos y ninjas renegados. Todos y cada uno de los miembros estaban sentados a lo largo de las orillas de la mesa, cada uno con su mirada sutilmente posada en la chica.
Pero, la mirada que realmente le helaba la espina era la proveniente de aquellos ojos plateados tan extraños. El líder de Akatsuki la miraba seriamente desde la cabecera de la mesa al otro extremo de las chicas.
La peliazul camino hasta donde estaba el pelirrojo y se sentó en la silla que tenía a su derecha. Sakura se quedo parada sola ante la mirada de todos. Los únicos que no se atrevían a posar la vista en ella eran unos ojos azul profundo de mujer. Después de todo, Konan era la que había arreglado toda aquella situación sin detenerse a pensar si eso era lo mejor para Sakura o no. Pero la peliazul tenía un plan, el cual tenía que cumplir, algo que beneficiaría a cierta persona, pero eso no evitaba que se sintiera culpable de usar a la chica, al fin y al cabo era genial tener por fin una compañía femenina entre todos aquellos idiotas.
-Haruno Sakura ¿Sabes el motivo por el cual te he mandado llamar?-. La voz de Pein sonó seria, pero no tan intimidante como en otras ocasiones.
Sakura coloco discretamente su mirada sobre la peliazul al lado de aquel hombre, su mente se transporto rápidamente hacia el momento en que Konan había mencionado las palabras "unirse" y "organización" en la misma oración. Creía saber el porqué estaba ahí, pero no estaba del todo segura.
La chica volvió de nuevo la mirada al líder y se limito a dar una negación de cabeza por respuesta.
-Bueno, no me sorprende. En realidad le indique a Konan que te trajera a mi despacho antes de esta reunión, pero simplemente por alguna razón que desconozco eso no ocurrió…
-Surgió un ligero percance Pein…- Se excuso rápidamente la aludida.
-Las razones por las cuales no se cumplen mis mandatos no me interesan Konan. Solo me importa que se lleven a cabo.- Respondió interrumpiéndola el pelirrojo, aunque no con la misma hostilidad con la que le hablaba al resto del grupo.
-Hai Pein, pido disculpas.-
-En fin, retomando el tema: Tu Sakura Haruno, Kunoichi de Konoha, fuiste raptada por dos de nuestros miembros con el fin de crear un acuerdo con tu aldea para que nos entregaran al Kyuubi. En estos momentos los cargos superiores de la aldea de la hoja deben tener el conocimiento de que te encuentras en nuestras manos. EL único objetivo de tu presencia en este lugar era con el fin de servir de carnada para atraer al jinchuuriki y nada más. Al lograr nuestro plan, tú simplemente serias eliminada.-
Al escuchar esas palabras, la pelirroja sintió como su cuerpo comenzaba a sudar frio. Era espeluznante saber como una vida podía ser tomada tana a la ligera por algunas personas.
Lo que Sakura no sabía era que alguien más también se había puesto tenso después de oír aquellas palabras. Unos puños se cerraban fuertemente por debajo de la mesa y un pelinegro controlaba las enormes ganas de moler a golpes a aquel que hablaba tan despectivamente de la existencia de aquella chica.
-Eso era tu único destino en este lugar. – Continuo Pein.- Por lo menos hasta el, digamos "Suceso" que me hizo reconsiderar tu utilidad.
-Después de que salvaras la vida a Uchiha, demostrando tus cualidades con el ninjutsu medico, decidí ponerte temporalmente como la medico de la organización. Nuevamente te indico que esto era temporal, y que igualmente morirías al concluir el plan original. La única diferencia está en que te sacaríamos provecho por el tiempo que te quedara de vida.
-Pero con las horas comencé a meditar un poco acerca de tu futuro. La verdad es que aun eres joven y tienes unas grandes habilidades en fuerza y ninjutsu, aunque nada del otro mundo. Es tu misma juventud lo que te da ventaja de aprender más. Así que he pensado en ciertas opciones. Si sigues aquí, estarías viva, pero no tiene ningún sentido mantener los alimentos de alguien que al final simplemente será eliminado. Sin embargo pensé en otra opción, la cual, por benevolencia te dejare decidir a ti.
-¿Y cuál sería esa "opción"?- Pregunto la pelirrosa siguiéndole el juego a su interlocutor.
-Te preguntare esto solo una vez. Tu, Haruno Sakura ¿Qué serias capaz de hacer por tu vida? ¿Estas dispuesta a abandonar lo que eres y lo que te representa?-.
Sakura se quedo en silencio pesando estas palabras. Finalmente pensaba con cabeza fría, todo lo que había pensado era correcto: su destino se resumía en dos caminos, uno era vida y el otro muerte.
Estaba segura que su vida tendría un alto precio si desidia conservarla… ¿en verdad valía la pena?
-Si es así- Continuo Pein- Te daremos la oportunidad de que intentes unirte a Akatsuki.
-¿Qué es eso de "intentar" a Akatsuki? ¿A qué te refieres, que clase de prueba tengo que hacer?- Pregunto Sakura con la voz más seria que podía salir de sus labios.
- No te diré nada hasta que respondas mis preguntas Haruno. ¿Qué estas dispuesta a dar por tu vida?-.
Hubo una larga pausa en la habitación, todas las miradas caían en ella, excepto las de dos personas. Dos personas que en verdad temían la respuesta que estaban a punto de escuchar.
-Todo. Hare todo para seguir con vida.- Contesto por fin la kunoichi.
-¿Incluso traicionar a tu propia aldea?- La penetrante mirada plateada del pelirrojo perforaba la poca fuerza mental que le quedaba a la ojijade. Contener sus lágrimas le costaba más y más trabajo, pero ya había tomado una decisión.
"Lo siento tanto…Naruto…Tsunade-sama… perdónenme".
-Desde hoy, Konoha y yo hemos roto cualquier lazo que alguna vez nos ha unido.- Su voz sonó dura y fría y apretó sus puños con fuerza hasta sacarse sangre de las palmas con sus uñas, todo con tal de resistir las ganas de llorar al decir esas palabras.
Pein se le quedo viendo unos instantes en silencio, contemplándola mientras meditaba en lo que había escuchado.
-Muy bien. Para pertenecer a Akatsuki tendrás que pasar por una prueba. Te daremos tres días para que te entrenes con uno de nuestros miembros. Una vez concluido tu entrenamiento, sin importar si estas lista o no, tendrás una batalla con otro de los miembros.-
-Si gano esa batalla ¿Entonces formare parte de Akatsuki?.- Pregunto la joven.
Pein sonrió malévolamente ante la pregunta.
-En realidad no tienes opción. Para entrar a Akatsuki, tendrás que pelear a muerte con un miembro. Si logras matarlo en batalla, entonces tomaras su lugar.-
"¿Tendré que matar… a un Akatsuki?" Su pulso aumento aceleradamente y una gota de sudor frio corrió por su sien.
-¿Y…(traga saliva)…quien será mi contrincante?.- Pregunto la pelirrosa.
-Ese seré yo, Haruno.- Una voz suave se escucho de entre aquellos criminales encapuchados.
Un hombre de cabello rojo se levantaba de su asiento y la miraba tranquilamente, con ese brillo siniestro en esos ojos cafés que la había puesto tan nerviosa aquella tarde.
-Sa…Sasori-san. ¿Tu será mi oponente?- Se quedo callada un segundo y después con irónica voz se respondió a sí misma. – Pero por supuesto, si tú mismo me lo habías dicho ¿No? Eso de ser tu premio… veo que te entusiasma la idea.
-La verdad- Se acerco hasta ella -No puedo esperar-.
El pelirrojo se inclino un poco e hizo ademan de querer tocar su mejilla, pero algo se interpuso entre ellos.
-No se te ocurra ponerle un dedo encima.- La glacial voz de Itachi Uchiha inundo los oídos de la pelirrosa.
El pelinegro estaba entre medio de ella y Sasori, dándole la espalda a la chica.
-No seas dramático Itachi. No pensaba hacerle nada malo…- contesto el pelirrojo con su suave voz.
-NO-LA-TOQUES.- Fue como lo silencio el Uchiha.
-Oy, oy, oy lo mejor sería que te sentaras pinocho, no vaya ser que la comadreja te de una mordida.-
-No te metas en esto Hidan.- Contesto el pelinegro volteando a verlo.
-Yo me meto en lo que me de mi jodida gana Uchiha.
-Si te sigues metiendo en mis asuntos terminaras desmembrado bajo tierra.- (Activa su Sharingan).
-Quiero ver que lo intentes.- Se estaba poniendo de pie para poder ir hacia el Uchiha.
-Bueno es suficiente, los dos .- La voz de Pein volvió a dominar el recinto.- Itachi ¿Harás lo que te pregunte o tendré que remplazarte?-.
-¿Quién sería mi remplazo si me negara?- Pregunto el pelinegro sin desactivar su Sharingan.
-Hidan o Deidara. Responde, quiero terminar de una vez con este asunto.-
Itachi se quedo en silencio un instante, miro a Sakura y respondió:
-Yo lo hare.-
-Bien. (Voltea hacia la ojijade) Haruno Sakura, tendrás que enfrentarte a Sasori dentro de tres días, si logras asesinarlo te convertirás en miembro de Akatsuki. Hasta entonces podrás trasladarte de la habitación de Itachi al campo de entrenamiento y solo a donde él te indique que es necesario. Si deambulas por la base volverás a la celda y olvidare todas las ofertas que te he hecho.-
-¿Quién será mi entrenador? – La respuesta hacía eco en su cabeza aun antes de escucharla.
-Itachi.- (Pein se pone de pie).- Eso sería todo, la reunión se da por concluida.
Después de esas palabras todos se pusieron de pie y se fueron retirando. Sakura no tenia intensión de irse a ningún lado, estaba procesando toda la información.
-Nos veremos pronto…Sakura.- Fue lo último que le dijo Sasori antes de cruzar la puerta con el resto del grupo.
La pelirrosa se quedo observándolo hasta que desapareció tras la oscuridad de la salida. Siguió en la misma posición, sentía que su cuerpo no le respondería aunque intentara moverlo, la verdad estaba asustada.
"Convertirme en marioneta de Sasori o vivir para ser una criminal… ¿en qué te estás metiendo Sakura?".
-Haruno.- Una suave voz la llamo. Esa voz hizo desaparecer el miedo que se empezaba a formar en su interior.
Desvió la mirada de la puerta y se encontró con los profundos ojos negros del Uchiha mayor. El la miraba directo al rostro, pero nunca a los ojos. Y aunque se veía seriedad en su rostro, jamás mostraba esa frialdad característica en ellos cuando estaba frente a la ojijade.
-¿Te das cuenta en todo lo que te estás metiendo verdad?-.
Ella solo asintió con la cabeza. Contemplar esos ojos la dejaba sin aliento.
Él cerró los ojos y lanzo un largo suspiro.
-Mañana al amanecer daremos inicio a tu entrenamiento. No seré benévolo ni condescendiente contigo. Las cosas las harás como te las ordene y si no las cumples habrá consecuencias. – Al decir esto abrió sus ojos y su mirada transmitía lo estricto de sus palabras.
-Por el momento puedes ir a descansar. Konan debe estar aun afuera esperándote y estoy seguro que tendrás muchas cosas que preguntarle. Te dejare que duermas con ella esta noche, no creo necesitar atenciones medicas por el momento.- Se prepara para salir por la puerta, pero la voz de la joven lo detuvo.
-No veo porque te esfuerzas.- Fue lo que contesto la chica.
-¿A qué te refieres con eso?- Pregunto intrigado el pelinegro dándole la espalda.
-Pues a que no tienes que entrenarme por obligación. Puedo hacerlo yo sola.-
-¿Es que acaso no quieres que yo te entrene?.- Aun sin mirarla.
-No. Solo… no quiero que me entrenes contra tu voluntad.- Y era verdad. Admitía que disfrutaba estar con él pelinegro, pero no le gustaba tenerlo a la fuerza.
-¿Es eso lo que te preocupa? Entonces no piense en ello. Yo me ofrecí a entrenarte.- De nuevo hizo ademan de querer marcharse, pero la ojijade lo volvió a cuestionar.
-Eso no es verdad.- Contesto muy segura.
-Si te lo estoy diciendo es porque así es Haruno.- La paciencia del Uchiha se estaba agotando.
-Pero… es que no tiene ningún sentido…- Su voz se escuchaba cada vez más confundida.
-¡¿Que te es tan difícil de creer?!- Eso era todo, voltio por fin a verla directo a su rostro.
-¡Pues que no tiene sentido! ¡¿Por qué abrías de ayudarme?! ¡Tu no ganas nada con eso!- Comenzó a gritar dolida la joven.
-¡¿Qué YO NO GANO nada con eso?! ¡¿Acaso me crees tan avaro como Kakuzu como para obrar por conveniencia?!- Se estaba pasando de la raya, la pelirrosa lo estaba ofendiendo.
-¡Yo no sé quien carajo es Kakuzu! Y si… ¡No creo que actúes por voluntad propia! ¡En este lugar la conveniencia parece deporte olímpico!-.
-¿¡Sabes que Sakura!? ¡Tienes razón! Pero no en todo… - A cada palabra se acercaba más a la aludida.- Si, Pein me pidió que te entrenara ¡Pero nunca me obligo! ¡Si hubiera querido hubiera rechazado su orden!.- Se acercaba mas…- Y SI ¡SOY UN MALDITO EGOISTA, PORQUE GANABA MUCHAS COSAS AL ACEPTAR ESO!-.
"¿Muchas cosas? Pero qué demonios" La pelirrosa solo lo veía acercarse cada vez más, furioso, sin razonar lo que decía.
-¡GANABA TIEMPO PARA ESTAR CONTIGO, GANABA EL HECHO DE EVITAR QUE LOS IDIOTAS DE HIDAN O DEIDARA SE TE ACERCARAN PARA "ENTRENARTE"! , Y LO QUE ES MAS IMPORTANTE…-. Itachi estaba tan cerca de ella que podía sentir su respiración en la frente.
-Solo entrenándote yo, podía asegurarme que serias lo suficientemente fuerte para que no te mataran.- Esto lo dijo calmando su respiración, con voz ronca.
-¿Q-qué? ¿Y eso po-porque es import-tante?.- Estaba nerviosa de tenerlo tan cerca.
-Porque si mueres en batalla…- Pego su frente en la de ella y cerró los ojos para inhalar el perfume de la Kunoichi.
-Si mueres en la batalla, y supiera que no hice nada para ayudarte. Yo… no soportaría seguir viviendo en el mundo que no te vio florecer Botón de cerezo.-
Y en silencio, embriagado por el perfume de Cereza de Sakura, beso su frente suavemente y la tomo entre sus brazos estrechándola. En ese momento ella era lo único que le interesaba.
Sakura se sonrojo ante las acciones de Itachi, pero la tranquilidad invadió su cuerpo al estar de nuevo junto a él y su pecho se llenaba de una calidez reconfortante. Le devolvió el abrazo al Akatsuki y él hundió su rostro en la suave cabellera rosa de la chica, inhalando más de ese efluvio dulce que tanto le gustaba.
Sakura no tenía idea de porque se sentía tan completa al estar junto a él, cuando la tomaba entre sus brazos, eso era lo único que necesitaba. No había confusiones ni otros nombres rondando su cabeza, en ese mundo de ensueño solo existía Itachi y nadie más.
ÉL se sentía más vivo al estar con ella, y todas las cosas que jamás pensó en llegar a experimentar sucedían cuando Sakura estaba presente. Ese dulce botón de cerezo que había llegado a él por casualidad. SU botón de cerezo, el cual no pensaba dejar por nada. Lo único que quería era dejarse llevar con ella hasta donde lo llevara la brisa.
Ninguno sabia en realidad, lo que esa brisa traería consigo. Una serie de acontecimientos esperaban a aquellos dos ninjas, cosas tormentosas y decisivas que por el momento no podían cruzarse por su cabeza. Y es que es tan difícil imaginar los problemas que vendrán con tus decisiones, cuando te estás enamorando.
En verdad Sakura, no tenía la menor idea, de en lo que se estaba metiendo.

Sasusaku El amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora