9

3.8K 640 251
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Qué hiciste qué? —preguntó Julian al otro lado de la pantalla. A pesar de la baja calidad de la cámara, podía distinguirse su ceño fruncido mientras sostenía una taza de café en su mano derecha. Era obvio que el trago que estuvo a punto de darle se vio interrumpido por la sorpresa de la revelación que acababan de hacerle.

—Entré en pánico ¿Que más podía decirle? —Revolviéndose el pelo con desesperación, trató de hallar la respuesta a la tremenda estupidez que había cometido.

—No lo sé, a ver, déjame pensar —Julian fingió que miraba al horizonte—. Mi amigo se va a casar ¿Te gustaría acompañarme a la boda? —Moviendo la mano y agitando las pestañas, Julian sonrió en la pantalla igual que un niño inocente.

—Eso suena demasiado difícil —aseguró Giordano, con una expresión en blanco.

—¡¿Que tan difícil puede ser?! —exclamó moviendo las manos con desesperación—. ¡Hombre! ¡Te vestiste de Marty Mcfly y bailaste con un montón de gente en una disco rara! ¿Y no puedes invitar a salir a un chico? —espetó, con cierta molestia.

—No lo estoy invitando a salir, solo quiero pasar las vacaciones con él —masculló, inclinándose hacia la pantalla de su computadora, mientras bajaba la voz para que esta no se filtrara en las paredes. Sin embargo, a pesar de su evidente seguridad, al final vaciló—. Además, Marion no es alguien a quien puedas invitar a un lugar y vaya a ir, así como así —convino, soltando un largo suspiro.

—No seas ridículo Giordado, si lo invitas te va a decir que sí o te va a decir que no, así de simple, y si te dice que no, pues ya puedes irle pensando en que estás haciendo mal con el pobre —suspiró—. Además, si aceptó detener una boda contigo ¿No crees que saldría contigo por ahí sin rechistar? —El tono de Julian dejaba claro que pensaba que Giordano estaba complicándose demasiado la vida. Ya conocía a su pobre gigante pelirrojo y sabía que le costaba dejar de bromear, pero nunca pensó que su gran bocota terminaría metiéndole en semejante problema.

—Ay, esto es demasiado complicado para mí —se quejó haciendo un puchero—. ¿Y si vienes tú y le dices?

—Te voy a dar una patada en la espalda que le va causar dolores hasta a tus nietos —dijo frunciendo el ceño—. ¡Anda! ¡Usa esa vocecita molesta que tienes y dile algo!

—Pero ya se fue a dormir —Giordano se encogió de hombros—. Hablaré con él mañana y a ver qué pasa.

Julian le miró con desconfianza, conocía los suficiente a Giordano como para saber que era un cobarde de primera justo en los momentos en los que necesitaba ser valiente. A pesar de ser extrovertido, tenía muchos problemas para expresar sus sentimientos con claridad, de modo que, ocultaba su carácter vergonzoso bromeando y jugueteando. La mayoría de las personas pensaban que Giordano no podía ser serio con sus sentimientos, cuando en realidad no podía hablar en serio sobre estos.

El camino de Giordano (LCDVR #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora