Life is not pinkie

Capítulo 2

Llegó mi cumpleaños numero 10 y con el los pensamientos sobre matarme aumentaron, deseaba con ansias no seguir con esa mierda a la que solía llamar "vida", hacía tiempo que mis sonrisas dejaron de ser reales y se volvieron superficiales, frías, estúpidas, FALSAS.

En la comida encontré al amigo que tanto necesitaba, estaba conmigo siempre, en las buenas y en las malas, todo ese vacío que sentía lo llenaba con comida, todas esas ganas de sentirme amada, de recibir un abrazo, las ahogaba comiendo, lo que lógicamente me ocasiono un aumento repentino y casi imparable de peso, lo cual solo dió pie a mas y mas burlas, claro "la gorda ahora está mas gorda, vamos a hacerla sentir mal, Si!! que se sienta mal a ver si se mata o por lo menos come mas para que siga engordando y seguir teniendo de quien burlarnos"... cómo no me di cuenta antes, claro que sí, yo les dí alas para seguir jodiendo.

Cuando tienes 12, mides alrededor de 1.45, pesas casi 65 kilos y pasas la mayoría de tu tiempo con  pequeños de 10 a 13 y que son más que inmaduros es ilógico esperar que no se burlen de ti.

Recibía tantas burlas y odio, tanto de los demás como de parte de mi misma, que solo ocasionó más daño, más dolor, más vacio, lo que provocó que mi mente cada vez con mas frecuencia fuera invadida por esa estúpida voz  que lo único que hacía era recordarme la mierda de persona que soy y por esas ganas de morirme que cada vez eran más y más abundantes , no encontraba nada que me incentivara a seguir adelante, a no tirar la toalla.

Es horrible que, a pesar de estar todo el día físicamente rodeada de personas te sientes total y absolutamente sola, el sentir que si murieras hoy nadie lo notaría, y quienes lo notaran se regocijarían  es un dolor que te invade constantemente, y te va dejando sin fuerzas, sin aliento, va acabandote por dentro, hasta que te deja seco y lo único que haces es esperar el día en que tu corazón decida dejar de latir y caigas en ese sueño permanente que tanto has ansiado durante los ultimos años.

Constantemente invadida por la idea de que estaba muerta y  todo eso era solo la peor  de las pesadillas que había tenido, recordé que lo mas humano es que al herirte salga sangre, comencé a picarme con agujas y alfileres para hacer brotar sangre de mi piel y darme cuenta de que en efecto, mi corazón seguía aferrado a no dejar de latir, que este infierno aun no acababa, esos pequeños e "inofensivos" pinchazos cada vez fueron mas recurrentes y como ya no sentía ese alivio temporal que me otorgaba, empecé a usar navajas, cutter's, tijeras, cualquier cosa con filo servía, yo que dije que nunca sería adicta a nada, ahora era adicta a dañarme.

Fui con varios psicólogos, qué hicieron? nada, algunos de ellos solo me ponían a armar rompecabezas mientras ellos jugaban en la pc, otros, peor aun solo me alentaron a matarme, nunca duré ni un mes con un psicólogo, o me corrían, o yo dejaba de ir