There ƒօʀ ყơυ

PRÓLOGO

Aquella pequeñita de tan solo unos meses de nacida tenia una muy afortunada vida sin si quiera ella saberlo. Sus padres ya esperaban por su llegada desde que supieron que venia en camino, amándola sin siquiera conocerla, entregándole un amor incondicional desde los principios, prometiéndole una vida perfecta, siendo capaces de cualquier cosa por ver la sonrisa resplandeciente de su pequeña, fruto de un verdadero amor que comenzó desde su adolescencia, importándoles muy poco que ambas familias le dieran la espalda cuando supieron de ese pequeño ser que comenzaba a crecer dentro de aquel vientre.

Después de nueve meses en él vientre de su cariñosa madre, vino finalmente al mundo, haciendo a sus padres los mas felices de todo él universo, por aquella tan ansiada llegada, de la ahora nombrada Brooke, cuyo nombre decidió su madre en.

La vida parecía ir tan perfecta para la nueva familia, pero, no todo es un cuento de hadas, no todo siempre es como lo planeas; no siempre puede sonreirte la vida.

¿Han escuchado que las malas decisiones llevan consigo malos resultados? Pues cuando las puertas se vieron cerradas para la familia, cuando aquella cariñosa madre perdió su tan amado trabajo como ayudante de chef, y su esposo fue despedido poco tiempo después, por verse envuelto en una trampa que sus propios compañeros le tendieron. Él tomo la peor decisión de su vida; Aliarse con la mafia, uniéndose a una pequeña banda de malientes que con él pasar de los años, aquella comenzó a extenderse y a hacerse poco a poco más poderosa.

Aquel hombre que en sus principios tan solo era un simple aliado, cuando la mafia se hizo poderosa, paso de ser un don nadie a el mano derecha del jefe. Por supuesto, pasando una sencilla prueba, para asi darle la certeza al jefe de que podría confiar en él: Matar a un hombre que había desertado del grupo sin pagar antes de partir. Si lograba hacer su primera tarea, su puesto estaría asegurado. Además no solo le garantizaba tener las manos llenas de dinero y tomar el lugar de su jefe si algo le pasaba a este. No, por supuesto que eso no era todo. Pasar la prueba que su jefe le daba, le aseguraba un futuro prometedor a su familia: hogar, un local propio para su esposa, donde ella podría ser su propia Jefa; y sobre todo, seguridad para su pequeño y su amada, las 24 horas. Una propuesta bastante buena, difícil de rechazar.

Y así sucedió; cometió su primer asesinato.

Lo recuerda bien. Sus manos temblorosas sobre el gatillo,  estando frente a aquel joven de no más de veinte años, suplicando por piedad, mientras derramaba lágrima. Recuerda la sensacion sobre su pecho; Recuerda el temblor de su cuerpo; Recuerda como vacilo, estando a punto de concederle el perdón.

Su dedo solo se paseaba por él gatillo con nervios. Estaba seguro que no podría ser capaz; no sería capaz de matar a aquel joven, no viendo las lágrimas del joven y su rostro aterrado.

Pero no hacerlo, seria traición, al menos eso dijo su jefe.

"Si no le matas, estarás traicionándome, y no solo a mi, si no a todo él clan. Sabes que podrías condenarte, y no solo a ti, si no a tu hermosa familia. Toma la mejor desicion."

Quizá la imagen de su pequeña de ahora dos años y su amada siendo torturadas frente a sus ojos, fueron él valor suficiente para cerrar los ojos y tirar del gatillo. No estaba dispuesto a permitir que alguien dañase a su familia por no ser capaz de acabar con la vida de alguien; Haría todo para que su amada y su pequeña, vivieran esa vida perfecta que idealizo junto a su amada, y si para cumplirlo tendría que asesinar, lo haría. De eso no había duda.