Queridos Martes.

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Antes de empezar, quiero decir que esta historia es un one-shot, por lo que este capítulo es el único que hay. ¡Disfrutad! :D


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Querido Diario,

La orientadora me dijo que escribir en un diario podía ayudar con el estrés. Yo le dije que supongo que estoy tan estresada como todos los demás, ella dice que la mayoría de sus pacientes no están como yo tan pronto. Creo que debería estar ofendida.

Por otro lado, he empezado a arrancarme el pelo. Estoy rechinando los dientes aún más. Tengo un tic en el ojo izquierdo, y lo peor es que ése es con el que por lo menos veo algo.

Sólo es el segundo mes.

Ve a Harvard a hacer Derecho, decían, gradúate con matrícula de honor, que te contraten en el bufete de tu madre.

¿Fácil? Claro que es fácil, completamente fácil.

Ojalá se me dejara de caer el pelo.

15/10/1973


Queridos martes,

Fui enviada otra vez más a la orientadora debido a algunos sonidos preocupantes que salían de mi habitación. Los ruidos serían muchísimo menos preocupantes si la gente aprendiera a meter las narices donde les llaman. Seguro que hay alguna clase de eso en alguna parte de este maldito campus.

Una clase útil, algo que no sea Agravantes.

Me enviaron aquí y ella me dijo de volver a intentar lo del diario, así que intentando estoy; e invirtiendo en nuevos vecinos, con un poco de suerte, pronto. O en clases que no vayan de Agravantes.

Ni siquiera nos enseñan Herejía hasta el segundo año, así que aquí estoy, viendo a mis ojos caérseme del cráneo por la Responsabilidad Civil Legal (nunca dejes que ningún hombre sobre la faz de la Tierra, sobre todo el profesor Woods, vea que he escrito esto. Ya estoy suficientemente estresada así.)

Y por supuesto, ella también está en esa clase.

Voy a comprar almohadas más gruesas. O conseguirles a mis vecinos unos cascos.

18/10/1973


Queridos martes,

Si te lo estás preguntando, insensible trozo de papel difícilmente pasable (el papel de cuaderno de verdad se está tragando mi tinta, sangre y lágrimas de las notas para la lectura del profesor Woods), la orientadora dijo que debería escribirle a algo que odio. Me dio varios argumentos de compasión, perdón y de enviarle una postal a mi estado emocional veraneante o algún otro cuestionable sentimiento bohemio trascendentalista.

Le dije que escribiría al día martes, ya que desde que mi cerebro tenía capacidad crítica concluyó que el martes era el peor día, objetivamente. Vale, la gran mayoría de gente odia el lunes, pero es porque es una pista falsa para el abismal periodo de tiempo que son los martes.

Uno tiene reservada algo de energía del fin de semana para el lunes, una sensación de estar resignado al miércoles y la esperanza del fin de semana del jueves y viernes. El martes es energía minando entre el látigo de esta mera existencia.

Y lo sabría si ella hubiera escuchado mi caso hasta el final en vez de descartar las primeras líneas y hacer a nuestros compañeros ponerse de su parte con sus argumentos de lunes. ¡Yo no había terminado! No se merecía ni esa ronda ni la siguiente.

Dear Tuesdays - Green Zircon (Steven Universe) [traducción]Where stories live. Discover now