«Unico»

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Era de noche y Minseok se encontraba yendo a su habitación, todo estaba oscuro, lleno de penumbras. No se escuchaba ni un sonido, cosa rara ya que sus compañeros eran muy gritones.
Al no poder ver, tropezó con una pelota de tenis que casi provoca que caiga pero logro mantenerse de pie, gracias a que se sostuvo fuerte a una de las puertas.

Realmente algo no estaba bien en aquel lugar, y eso lo ponía nervioso al punto de comenzar a rascar su brazo para canalizar sus sentimientos. El sonido de algo caer le sobresaltó a tal punto que sus vellos se erizaron. Sus ojos gatunos miraron hacia todas las direcciones posibles, asustado. Decidió terminar con ese martirio e ir a su habitación, a encerrarse y cubrirse entero con sus suaves sábanas de seda, regalo de su amigo Luhan. Sin embargo, el sonido de unas pisadas en dirección a él hicieron que diera un respingo.

Se cubrió en sus sábanas esperando a que cualquier cosa pasara, cuando tenemos miedo hacemos muchas cosas tontas. Una figura caminó entre las sombras, aproximándose a él, respirando profundamente. No sabía que hacer al respecto, la sombra había estirado el brazo hacia la sabana que lo cubría, para retirarla. Cerró los ojos mientras abrazaba con fuerza la almohada, con miedo.
Pero, en vez de retirar la sábana como pensaba que el sujeto iba a hacer, comenzó a tocarle, provocándole escalofríos.

Empezó tocando su delgada cintura, llevando sus manos de arriba hacia abajo de una manera lenta, y luego las desplazó hasta su trasero, en donde dio un suave golpe y siguió con estrujarlo de manera que lo hizo saltar. La sensación se sentía familiar pero al mismo tiempo tan dominante que ni siquiera le permitió moverse, MinSeok sabía que estaba en problemas, con certeza lo sabía. Y eso lo hacía temblar porque, joder, un extraño, o eso suponía que era, lo estaba tocando en partes que no debía, si no le gustase que lo dominasen, el bajo ya estaría creyendo que esto trataba de una violacion.

Las manos firmes continuaron acariciando y golpeando su trasero, entonces sintió un aliento caliente detrás de su cuello, sumado al aroma de un perfume que no podía distinguir a la perfección.
El caliente aliento en su nuca pasó a estar en su oreja, poniéndolo aún más nervioso, la mano que estaba en su trasero siguió estrujándolo y esta vez con aún más fuerza, logrando que Minseok soltara un jadeo.

En cuestión de segundos sintió las mismas manos tomar posesión de su cintura, recorriendo todo su cuerpo y tocándolo sin descaro la piel a su paso, porque el sujeto quería dominarlo hasta el punto que rogara más, MinSeok apretó las sábanas siendo inconsciente de lo que aquel tipo le provocaba. Sabía que esto estaba mal, ya que no sabía quien estaba fuera, pero no le importaba, hacia meses que no se había acostado con nadie y lo necesitaba, necesitaba ser dominado y que lo tratasen mal, luego se preocuparía por quien era el desconocido.

El tipo retiró una pequeña porción de la sábana, MinSeok sintió los besos del desconocido en su nuca y el crecido bulto de este rozando con su trasero, ambos todavía estaban con ropa pero pronto ya no lo estarían, los toques eran más precisos.
Desplazó hacia el costado toda la parte baja de las sabanas, dejando ver desde su cintura hacia abajo, alzó un poco sus caderas aprovechando del momento y aquel tipo desabrochó sus pantalones y la bragueta para bajárselos con todo y bóxer.

-Siguen siendo tan suaves como las recuerdo -dijo el hombre.

Hace tiempo que no tenía relaciones, y eso porque su novio se había ido de viaje a E.U.A por razones que no recordaba. Y esa noche su novio llegaría. Su novio JongDae llegaría para pasarla juntos.

MinSeok sonrió porque esa voz le era totalmente conocida, como sus toques.

Minseok terminó de quitar las sábanas que lo cubrían y se colocó boca arriba con las piernas abiertas, miro a su pareja y mordió su labio de manera sensual

Encuentro con un desconocido conocido || c.m [colab.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora