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Capítulo 1

Mi alarma se encendió, el sonido molesto chirrió desde el altavoz de mi teléfono y directamente en mi oído. Cogí ciegamente el dispositivo ruidoso y abrí los ojos lo suficiente para silenciarlo. Solté un bostezo cansado y me enterré más profundamente en mis almohadas y mantas.

"La escuela puede besarme el trasero", pensé mientras me dormía de nuevo.

"¡Jennifer!" Me sobresalté, mis brazos se agitaron en el aire al sentarme rápidamente.

"¡Son las 6:37!" mi madre siguió gritando al acercarse y tirar de una de las cuerdas de mi ventilador en el techo, haciendo que mi habitación se iluminara y me cegara.

"¿Olvidaste configurar tu alarma otra vez?" ella caminó hacia mí y me quitó la manta. Luego la arrojó al suelo para que no me cubriera con ella otra vez.

Acerqué mis rodillas a mi pecho ante la repentina falta de calidez, mirándola mientras lo hacía.

"¡Vamos, levántate! ¡Ya es tarde!" ella aplaudió ruidosamente. Me estremecí ante el ruido y cubrí mis oídos.

Era demasiado temprano para ser tan estruendoso.

Ella salió de mi habitación, dejando mi puerta abierta. Miré fijamente la puerta abierta durante un sólido minuto mientras debatía internamente sobre si la escuela valía la pena levantarse tan temprano o no.

No lo merecía, pero me levanté de la cama de todos modos. Arrastré mis pies mientras caminaba hacia el baño en el pasillo. Llamé a la puerta y no hubo respuesta. Giré el pomo y casi me caigo

"¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!"

Grité y cubrí mis ojos. Mi hermano estaba parado en el medio del baño desnudo. No sabía qué hacer, así que continué manteniendo mis ojos cubiertos.

"¡LARGO!" él me gritó. Asentí con los ojos todavía cubiertos. Me volví para abrir la puerta, pero me golpeé la cabeza contra la pared.

Me caí gracias al repentino impacto.

"¡Sólo sal de aquí!" él siguió gritándome.

Me puse de pie y abrí los ojos para abrir la puerta. La abrí de golpe y salí corriendo, cerrándola detrás de mí con un suspiro tembloroso. Acabo de ver a mi hermano desnudo.

"¿Todavía no estás lista? ¡Nos vamos en 10 minutos!" mi madre gritó desde el final del pasillo. Solté un gemido y volví a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí.

Los lunes son siempre los peores.

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"No olviden que no podré venir a recogerlos hoy, así que tendrán que tomar el autobús o pedirle a un amigo que los lleve". mi madre nos dijo mientras se detenía en la entrada de la escuela.

"¡Oh, acabo de recordar!" ella jadeó, impidiéndonos salir del auto. "Esta noche vamos a ir una cena organizada en mi trabajo. Así que, Jennifer, quiero que te pongas un bonito vestido. Y ayuda a tu hermano a encontrar un traje".

"Okay, okay." Asentí con la cabeza, bajando del auto.

"¡Los amo a los dos! ¡Los veré esta noche!" ella nos lanzó un beso antes de salir a toda velocidad de la escuela y bajar la calle.

"Lo que pasó esta mañana nunca será mencionado". mi hermano habló en voz baja mientras caminábamos uno al lado del otro por los escalones.

"Estoy de acuerdo." Asentí, abriendo la puerta y entrando.

Todo el pasillo estaba lleno de estudiantes, como era costumbre. Me abrí paso entre ellos para llegar a mi casillero. Mis dos mejores amigos me estaban esperando.