Promise?|| H.S

Capítulo 22

Estrujé mis ojos varios segundos antes de que estos chocaran con la tremenda claridad que traspasaba por la ventana de cristal en frente de mí. ¿Donde estaba? ¿Cómo había llegado aquí? Tomé asiento de golpe en el cómodo colchón donde mi cuerpo había descansado segundos atrás. Pude notar que mi ropa yacía en un pequeño sillón de la habitación y únicamente estaba vestida con una remera enorme con un olor muy familiar, mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta sonó y segundos después una cabellera risada con ojos verdes aparecieron detrás de esta acompañado con una bandeja repleta de comida que dejo en la mesa de noche antes de acercarse hacia mí, por inercia al verlo sonreí pero no su cara de preocupación provocó que esta desapareciera enseguida.

-Buenos días preciosa.-rompió el silencio antes de besar la comisura de mis labios.

-Buenos días.-tomé su mano al momento que tomo asiento a mi lado.-Gracias por buscarme.-murmuré apenada.

-Para eso estoy nena.-Acarició su sien antes de mirarme directo a los ojos, sabía que estaba pensando las palabras correctas para decirme.-¿Qué es lo último que recuerdas Emma?

Pensé por varios minutos, arropaba el silencio la habitación pues Harry estaba atento a cada facción de mi cara, como si intentase adivinar algo.-Solo recuerdo haber corrido mucho cuando salí de esa casa donde era la fiesta y esconderme tras unos arbustos antes de marcarte y sentir como puntos negros invadían mi visión.

Resopló con enojo antes de responder lo que había dicho.-Emma, te encontré sangrando por la nariz detrás de esos arbustos, estabas totalmente inconsciente.-tragué en seco.-Cuando te traje aquí empezaste a balbucear palabras incoherentes, ¿tomaste algo indebido Emma?

Tragué en seco, pues a lo que recuerdo solo tome algunas cervezas con Jess y luego de vomitar el agua que me dio ese chico molestoso.. oh  mierda.

-No tomé nada indebido, solo unas cervezas.-mentí obviando el agua que probablemente me haya puesto en esa condición.-Me duele mucho la cabeza.-me quejé para de esta forma cerrar aquel tema el cual me ponía los pelos de punta con tan solo recordar.

-Te traje algo para eso.-respondió soltando mi mano y acercándose a la mesa de noche para alcanzar la bandeja con la que había entrado la cual llevaba consigo unos panes tostados,un bowl con fresas, jugo de naranja, un vaso de agua y unas pastillas para el dolor de cabeza.

Engullí cada parte del desayuno como si no hubiese comido en diez días, mi novio me miraba divertido al verme tragar tanto y yo no podía morir mas de la vergüenza que sentía pero no me importaba demasiado. Relamí mis labios al sorber él agua luego de tragar la pastilla al finalizar el desayuno,  tomé dicha bandeja y me levanté de la cama con la intención de bajar esto a la cocina pero un Harry asustado se interpuso en mi camino.

-No puedes bajar Emma, deja que yo lo lleve.

-No Harry ya hiciste mucho por mí buscándome anoche y limpiando mi seguro asquerosa sangre de la nariz, permiso.-intenté empujarlo con mi cadera pero sus manos fueron precavidas y me tomaron las mismas.

-Emma es que hay algo que no te he dicho.-rascó su nuca e intenté buscar su mirada pero se me era difícil ya que la apartaba cada vez que tomaba su mentón. 

-Puedes decirme qué es lo que me ocultas.-apenas murmuré, mis manos estaban empezando a sudar, su cara me decía que lo que venía no era nada bueno.

-Es que...-pausó por un momento antes de continuar.-hay una vieja amiga que vino a visitarme, ella al parecer no sabe que somos novios y no quiero que lo sepa por el momento, espero que me entiendas.-mordió su labio elevando lentamente su mirada hasta chocar con la mía.